Muy activa se encuentra este año la migración de las aves en la Sierra de Baza
Se está contabilizando un importante paso de aves en paso prenupcial
© José Ángel Rodríguez
Golondrinas comunes (Hirundo rustica), una especie migratoria estival, tomando barro de una charca para hacer su nido.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/05/2022
Con mucha actividad estamos apreciando esta primavera que se está produciendo el movimiento migratorio de las aves, que visitan la Sierra de Baza para nidificar en primavera-verano o que pasan por este territorio en vuelo de paso hacia otros destinos más norteños, procedentes de sus cuarteles africanos, donde han pasado el invierno.
Nuestra vida y patrimonio natural está llena de curiosidades, algunas de ellas son fenómenos maravillosos ante los que el hombre, con tantos conocimientos como ha sabido adquirir en muchos campos de la ciencia, no le encuentra una respuesta y explicación convincente, como ocurre con el fenómeno natural de la migración de las aves, las que pueden efectuar viajes que elocuentemente han sido calificados como “épicos” recorriendo en su marcha miles de kilómetros, a través de las llamadas rutas migratorias.
Anualmente, son varios miles de millones de aves las que se desplazan en sus vuelos migratorios, hasta el punto de que se estima que la mitad de las especies de aves del mundo emigran y llevan a cabo desplazamientos que pueden ir desde unos cientos de metros a vuelos de circunnavegación del planeta de norte a sur y de este a oeste. Hasta el punto de que las migraciones de las aves son tan variadas como las especies que las emprenden, por lo que no es fácil definir pautas migratorias, aunque sí tendencias singulares, en las que el clima y correlativamente las búsqueda y disponibilidad de alimento en un lugar o región es el principal condicionamiento de los movimientos migratorios. De modo que las aves no tienen necesidad de desplazarse si el clima es benigno a lo largo de todo el año y la disponibilidad de alimento no supone ningún problema para ellas.
La Sierra de Baza muy visitada por las aves migratorias estivales.
© José Ángel Rodríguez
Aunque cada vez más escasa, la tórtola europea (Streptopelia turtur) nos sigue visitando todas las primaveras para nidificar aquí.
La localización de la Sierra de Baza a medio camino entre el continente africano y los lugares de nidificación del centro y norte de Europa, enclave que, además, se presenta como una isla verde dentro de un entorno general más árido, con presencia de arbolado maduro en que nidificar y también de alimento y agua disponible, hace de este lugar un punto muy atractivo para las aves migratorias estivales, que buscan los sotos y riberas de la Sierra de Baza de un modo preferente para establecerse en ellos y nidificar.
Si tenemos ocasión de acercarnos estos días hacía algunas de las riberas de la Sierra de Baza, podremos comprobar los melodiosos cantos que se escuchan en estos lugares, en clara muestra de la vitalidad y vida que albergan estos sotos.
¿Cuánto kilómetros puedes haber recorrido las aves que llegan a la Sierra de Baza?
© José Ángel Rodríguez
Juvenil de collalba rubia (Oenanthe hispanica).
De modo general los desplazamientos migratorios de las aves pueden ir desde unos cientos de metros a vuelos de circunnavegación del planeta de norte a sur y de este a oeste, cubriendo recorridos de miles de kilómetros, por lo que la duración de estos viajes va a depender de la distancia, lo que sí podemos calcular es su duración aproximada conociendo de dónde vienen y a dónde van: la distancia a recorrer. Una vez conocido este dato (distancia que han cubierto) es importante tener presente que las aves, en cuatro o cinco horas de vuelo, que es lo que suelen emplear en cada sesión, cubren una distancia de 150 a 200 Km, lo que puede arrojarnos vuelos de uno o varios días hasta meses. Teniendo especial ente presente en estos cálculos que, las aves deben parar a descansar y alimentarse en puntos adecuados, los que se denominan áreas de reposo o de sedimentación, los que resultan muy importantes para que el viaje llegue a buen destino. Estos datos generales, son aplicable a las aves que llegan hasta la Sierra de Baza en estas fechas, la mayoría procedentes de la zona del África subsahariana, por lo que se estima que para llegar hasta aquí han tenido que volar en algunos casos más de 4.000 kilómetros.
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