Por Roberto Travesí
© Roberto Travesí
SIERRA ARANA
Datos Técnicos: 70 mm, 1/180 sg, f/6,7, ISO 100. Modo de disparo: Manual.
Equipo: Canon EOS 5D Mark II, Canon EF 70-200 mm f/2.8L IS II USM, trípode Manfrotto 190 Pro con rótula 141 RC, nivel de burbuja.
Localización: Comenzamos con el mes más otoñal por excelencia del sur ibérico. Ciertamente que la otoñada ya nos ha brindado espectaculares sabores cromáticos a finales de octubre (arces, cerezos, fresnos, algunos chopos,…), pero es ahora cuando todas las especies de hoja caduca pierden definitivamente las hojas. Sin embargo, no abordaremos los grandes bosques clásicos ni referentes de nuestra geografía, ni siquiera los ejemplares solitarios de gran porte. Nos fijaremos esta vez en ese humilde otoño que no debe tampoco pasar desapercibido para nuestros ojos, máxime en rincones como el presente que están fuera de la red de espacios protegidos de nuestra Andalucía, pero que no por ello desmerecen en absoluto. Es el caso de las estribaciones de Sierra Arana, que forman toda una unidad con el Parque Natural de Huétor pero que, a pesar de contener las mayores altitudes por ejemplo, se encuentran fuera de este especio natural.
Técnica: La imagen se descompone mediante la iluminación directa e indirecta del sol en una serie de franjas, ofreciendo una clara zona horizontal que viene resaltada por la composición de sus materiales (tierra, roca y agua -nubes-). Dado el grosor de las nubes que interceptan el sol y también de la luminosidad de la tierra, no fue necesario el uso de un filtro degradado (de idóneo uso por otra parte en esta captura dada la linealidad de las formas); de haberlo utilizado hubiera aplanado la imagen al presentárnosla uniforme en cuanto a luminosidad. En resumen, el efecto de zonación lumínica fue natural, no conseguido mediante el citado filtro, que en este caso hubiera fabricado una foto ya carente de interés (uniformemente alumbrada) o con la parte inferior prácticamente oscura (si lo hubiéramos colocado completamente al revés, a 180º de su posición “natural”).
En cuanto a composición, esta toma viene evidentemente marcada por la zonificación más arriba comentada, que como indicábamos en el mes pasado, “produce unas capas que avivan el interés (atención) por la imagen”. En este caso, hay un motivo que llama la atención, que es la vegetación otoñeante semiluminada, que se nos presenta como si realmente fuese el interés máximo de la escena (como una persona con un mulo que tira de un arado, un tractor arando y levantando polvareda, un grupo de ganado pastando,…). Por tanto, la mirada podría comenzar ahí para dirigirse posteriormente hacia las cumbres iluminadas por el sol, que evidentemente también llaman nuestra atención al destacar por su iluminación directa. Así pues y ayudados por el valle, volvemos a encontrar la tan cacareada diagonal que todos estos meses y años atrás machaconamente comento, aunque esta vez es menos notoria.
Analizada así la imagen tal y como se ha hecho, es evidente que la luz manda sobre las calizas, es decir, son estas las que deben salir bien expuestas, independientemente de cuan oscuras salgan las tierras de labranza; porque las nubes, de oscurecerse más, darían más sensación de estar cargadas de agua, más bonitas por ello porque realzarían aún más los carbonatos (*). Por tanto y aunque se expuso “de cabeza” (la memoria de la experiencia…), podría medirse puntualmente el roquedo (acercándolo también con el zoom para mayor precisión) y sobreexponer punto y medio o dos el mismo (dependiendo de la zona).
(*) Las nubes, como al igual que cualquier otra parte de la imagen, podrían haberse tratado por zonas, en este caso en cuanto a su luminosidad se refiere, por ejemplo, pero soy un clásico en Naturaleza en el sentido de que me niego a alterar la imagen en el procesado/edición fotográfica (ni admito recortes ni trabajar por zonas, es como si de una diapositiva se tratase, esto es, así pude robar el momento…). Opino que es en la captura donde puedo falsear el resultado, mediante técnicas naturales (esperando la climatología y sus elementos idóneos, la hora, el momento y el lugar oportuno,…) o artificiales (filtros polarizadores, degradados y neutros, diafragmado,…). Por tanto, cuando alguna vez lo he hecho, lo he indicado muy claramente. Otra asunto bien distinto es el resto de la fotografía que realizo, al día con las tecnologías reinantes (que también “hay que comer”).
© Roberto Travesí 2013
El autor:
Roberto Travesí Ydáñez. Miembro de la Asociación PROYECTO SIERRA DE BAZA, ha sido presidente de AGNADEN (Agrupación Granadina de Naturalistas para el Estudio y Defensa de la Naturaleza) y de la SOCIEDAD GRANATENSE DE HISTORIA NATURAL, de las que también fue miembro fundador.
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