Ejemplar adulto de Curruca mirlona
© Juan Cubero
Este mes se publica otra nueva ficha dentro de la serie de aves de la Sierra de Baza, que venimos editando con la colaboración de Eduardo Nogueras Ocaña, ocupándonos en esta ocasión de la curruca mirlona (Sylvia hortensis), una especie protegida y catalogada de interés especial, de un tamaño ligeramente inferior al de un gorrión común (entre 15 y 20 gramos de peso) que pueden vivir hasta tres años.
El nombre popular de mirlona, le sobreviene por la similitud de su bello y potente canto con el mirlo común (Turdus merula), aunque también suele imitar los sonidos de otras aves que viven cerca del ave. Como dato curioso indicar que el tono que emiten se eleva y se hace más estridente según se acerca un humano o cualquier otro tipo de situación estresante para ellas.
Como se pone de manifiesto en la ficha, anatómicamente la curruca mirlona posee un pico largo y su cabeza es de color negro en su parte superior, incluida la zona ocular y blanco en la zona de las mejillas y garganta. Todo el plumaje dorsal es del mismo color pardo negruzco, siendo el vientre de plumaje blanco. Su nombre proviene de la similitud del canto de los mirlos comunes. Los ojos son llamativos, de color amarillo claro, lo que contrasta con el negro de su cabeza. Las hembras se diferencian por ser de tonos de color más apagados que el macho. Las patas de esta especie son de color pardo grisáceo.
La especie está presente en la Sierra de Baza, aunque su presencia se ve condicionada al carácter migratorio de la especie, por lo que solo podremos observarla desde el mes de abril hasta el mes de septiembre, con mayor facilidad se producirán avistamientos en los pasos pre y post nupcial.
Excelentes e ilustrativas imágenes de las que son autores Juan Cubero, Agustín Povedano, Antonio Manglano y José Ángel Rodríguez, completan el material de esta ficha, con texto de Eduardo Nogueras. A cuyos contenidos completos puedes acceder AQUÍ.
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