Por Víctor Azor López
Hembra de perdiz roja (Alectoris rufa) con parte de sus perdigones, campeando por el monte.
© José Ángel Rodríguez
Como ya se comento en el artículo anterior, las soluciones que se estaban proponiendo ante la escasez de perdiz se basan en las repoblaciones, siendo ésta una medida puntual con la única pretensión de aumentar la cantidad de ejemplares a corto plazo y a largo plazo contraproducentes, pues no se está abordando el problema de las poblaciones autóctonas de perdiz.
Las mejoras del hábitat se basan en 3 pilares fundamentales; la disponibilidad de alimentos, el control de depredadores y el agua. Aun estamos pagando las consecuencias de aquellos años de sequía en la que las poblaciones de caza disminuyeron en general pues el agua se evaporaba de las balsas y ríos, las siembras nos crecía y la demanda alimenticia superaba la disponibilidad.
El control de depredadores, se valora como una de las principales medidas de gestión y en algunos casos la única, sin tener en cuenta el papel que juegan dentro del ecosistema y en la regulación del estado sanitario de la caza. Una repoblación o suelta de perdices o conejos puedes ocasionar un repunte en la natalidad de los depredadores como el zorro pues aumenta la disponibilidad de alimento, con lo que hemos de ser cautos en las medidas de gestión que efectuamos.
Con esta introducción pretendemos explicar cómo las actividades a efectuar en el medio deben estar basadas en el conocimiento del medio y actuar siempre con un rigor y requisitos mínimos. Con las mejoras de los hábitats incidiremos directamente en las poblaciones de destino, como son el conejo y fundamentalmente la perdiz, pues son las especies que pretendemos fomentar.
Diversas son las actuaciones que se pueden llevar a cabo dependiendo del entorno en el que nos encontremos pues no es lo mismo un paisaje de matorral que una dehesa, con lo que el estudio del terreno será un factor a tener siempre en cuenta.
En este artículo hacemos una pequeña reseña de las diferentes actuaciones que podemos ejecutar pero es una breve descripción de las mismas pues previamente debemos estudiar el terreno y las poblaciones de caza mayor y menor existentes en nuestro acotado.
REFUGIOS:
Construidos con los materiales propios del entorno, consisten en amontonar ramas y ramillas, procedentes de podas y clareos de árboles sanos y vigorosos. La ubicación ideal seria en los limites de barbechos siembras o eriales, colocados cada 50-70 metros. Estos refugios tienen una función múltiple pues subimos la altura de copas mediante la poda, evitamos el riesgo de incendios y en un par de años ya han sido degradadas por el medio.
FORMACIÓN DE PRADERAS NATURALES:
La formación de praderas naturales, consiste a gran escala en 3 diferentes procesos:
1.- Encalado, para aumentar el pH, para favorecer la fijación del Nitrógeno asociado a las especies forrajeras, en especial las leguminosas.
2.- Gradeo superficial para esponjar el suelo y la lluvia penetre con facilidad.
3.- Siembra de forrajeras y leguminosas.
Estas parcelas tendrán un mantenimiento muy básico como pasadas de rulo, riegos esporádicos y siembras cuando sean necesarias. Se recomienda que la ubicación de las mismas sean en zonas fértiles y húmedas.
SIEMBRAS:
Se analizará las zonas óptimas para la ubicación, las necesidades alimenticias y las zonas de transición de los ecosistemas para favorecer la heterogeneidad de los hábitats.
Las parcelas se realizarán con límites irregulares y con la mayor relación perímetro-superficie, estas siembras serán de trigo, avena, veza, hieros….
Se ejecutarán anualmente durante un periodo de 4 años, y se dejarán 2 años en barbecho.
En zonas de cultivos agrícolas en hileras (almendros, olivos) es recomendable sembrar una hilera cada 9-10, y rotar todos los años, de esta forma tendremos una zona de refugio y alimentación ideal para perdices, conejos y liebres.
Un vallado perimetral de las siembras, en la época de crecimiento, que se retirará o dejará abierto en algunos lados, al madurar el grano, puede complementar esta actuación.
BARBECHOS:
Al encontrarnos en una zona árida, los rendimientos del terreno no son óptimos durante todos los años pues el terreno se agota y disminuye su producción, con lo que se recomiendan en toda la bibliografía la rotación de cultivos, dejando descansar la tierra una vez cada 3 años. Este año sin siembras es ideal para dejarlo en barbecho, sin labrar, así las especies cinegéticas tendrán una disponibilidad de alimento durante todo un año en diferentes zonas agrícolas.
INSTALACIÓN DE BEBEDEROS Y DEPÓSITOS DE AGUA:
Dadas las altas temperaturas estivales y la insuficiente red hídrica de algunas zonas de la Sierra de Baza se ocasiona un alta limitación de suministro hídrico, que debe ser solventada con bebederos. El éxito del mismo depende de una guardería responsable, pues lo mismo que suben a ejecutar sus tareas de vigilancia pueden transportar un deposito de 500- 750 litros para abastecer los diferentes bebederos fabricados con bidones de 100 litros.
El diseño de los mismos puede variar, pudiendo fabricarse bebederos con depósitos de 100 litros hasta 750, con materiales básicos como hormigón y plástico, acero galvanizado…
La ubicación ideal son las zonas de siembra, barbechos, querencia de caza menor, zonas llanas de umbría, áreas de barbecho…
Víctor Azor López
Ing. Técnico Forestal
Máster en gestión cinegética
AZOR MEDIOAMBIENTE
- Creado el .