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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 310 - Abril 2025

NOTICIAS

imagen de decoración

 

Por José Ángel Rodríguez

 


© José Ángel Rodríguez
Grupo de tórtolas turcas fotografiadas en libertad en el Parque Natural Sierra de Baza.

 

La tórtola turca (Streptopelia decaocto), es una paloma salvaje que se encuentra en expansión  por muchos lugares del planeta, también en nuestra zona, donde ha colonizado ya amplios territorios, siempre próximos a la influencia humana. Originaria esta especie de Asia, inició hace unos años una vertiginosa colonización por toda Europa Occidental.  Esta colonización por la Tórtola turca es un fenómeno curioso, que ha sido muy estudiada por la literatura científica, debido a las peculiaridades que encierra, ya que la especie es sedentaria y posee una gran fidelidad al lugar donde ha criado el año anterior de manera que puede volver a ocupar el mismo árbol o arbusto año tras año, aunque no sea la misma pareja del año anterior. Siendo los jóvenes los que se desplazan, con frecuencia en el otoño, y son siempre las que realizan la expansión territorial y colonización de nuevos lugares. De acuerdo con el anillamiento, la mayor parte de las Tórtolas turcas colonizadoras son jóvenes del año o todo lo más de un año de edad y se han comprobado desplazamientos que van desde 100 a 1.000 Km. dentro de Europa.

Tal y como refieren Francisco Bernis y otros en un interesante trabajo publicado en la revista Ardeolas, que edita la SEO/BirLife (1985), todo un referente en este tema, es digno de destacar el gran proceso expansivo de la tórtola turca en Europa, esencialmente durante el periodo 1940-1970: "La rápida expansión de la Tórtola Turca por el continente europeo constituye un ejemplo singular, y ya paradigmático, de la zoogeografía de aves. Hasta 1932 la población europea seguía siendo esencialmente la Balcánica. Entre 1940 y 1956 el ave expande a través de Europa central, alcanzando Dinamarca y los Países Bajos. Desde 1956 se conoce la reproducción en Gran Bretaña, y diez años más tarde ha colonizado la totalidad de las grandes islas británicas (HUDSON, 1965). En Francia, con reproducción atestiguada desde 1952, termina por ocupar nutridamente la mitad NE antes de 1963, entonces ya en avanzadillas en Bretaña, Aude y Bajo Ródano (ERARD, 1963); desde 1965, o poco después, se establece en Vendée (diversas noticias publicadas en la revista Alada), y más tarde en algunas otras comarcas del SE y Sur del país (YEATMAN, 1976; AROMP, 1983)".
En España se estima que llegó al norte en el año 1960, colonizando inicialmente Asturias, desde donde comenzó su expansión por el resto de la Península Ibérica y en la década de los años 80 del pasado siglo ya estaba establecida en Andalucía. En 1985 saltó a Marruecos y en 1990 llegó a Canarias.

En estos momentos la especie cubre ya casi todos los países del continente europeo, ocupando en ellos mayor o menor extensión, pero estando presente en los mismos.

 


Gráfico en el que se refleja la expansión de la tórtola turca en Europa.

 

A la prodigiosa expansión de la tórtola turca, que le ha llevado a una colonización de territorio a gran escala, ha contribuido el dato de que aunque es un ave sociable es una especie territorial para la nidificación, por lo que los ejemplares nacidos son desplazados a la busca de nuevos territorios, lo que suelen hacer en otoño, época en la que se suele hacer la propagación y consiguiente colonización.

La tórtola turca es un ave monógama, que puede realizar entre 2 y 4 puestas cada año, si bien se dice que en Europa consigue alguna vez hasta 5-6 crianzas exitosas, algo solo parangonable con lo que logran ratas y ratones caseros. Si a esto unimos que la tórtola turca no es un ave recelosa y se ha adaptado a los espacios urbanos, donde habita y cría, siempre que haya árboles, aunque también puede anidar, aunque más raramente, en edificios, todo ello sin problemas aparentes con el hombre, podremos entender las razones que hay tras su notable expansión.



© José Ángel Rodríguez
El collar negro en el cuello es el rasgo distintivo más identificativo de la tórtola turca.

 

La tórtola turca es la que tiene un plumaje menos llamativo entre las llamadas palomas salvajes, siendo su tamaño algo más grande que la Tórtola europea (Streptopelia turtur), siendo lo más característico de su fisonomía es el collar negro que rodea todo el cuello excepto la parte anterior. Este collar destaca sobre un dorso de color marrón claro y el resto de su plumaje es de tonos blancos y grises excepto las plumas primarias de las alas que son marrones oscuras. Es un ave que ha pasado a ser habitual dentro de nuestra fauna y se la suele ver posada en los cables de la luz, sobre la parte más alta de los árboles más altos de los parques y jardines. También es habitual verla comer andando por el suelo y reunidas en pequeños bandos de decenas de individuos. Sus vuelos de exhibición se pueden ver cerca de parque y jardines, aunque a lo lejos se suele confundir con las palomas domésticas de nuestros parques urbanos y jardines, más abundantes.

Más información sobre esta especie, presente en la Sierra de Baza, donde es un ave sedentaria y presente a lo largo del año, puede encontrarse en la interesante ficha técnica que sobre la misma publicamos en nuestra revista digital AQUÍ.

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