Por Roberto Travesí
© Roberto Travesí
LA SEQUÍA EXTENUANTE
Datos técnicos:
180 mm., 1/250 sg, f/5.6, ISO 100
Modo de disparo: Manual
Formato: RAW+JPG
Equipo:
Canon EOS 7D Mark II, Canon EF 70-200 mm f/2,8L IS II USM, a pulso con estabilizador.
Localización:
Cabecera del río Dílar, falda del pico del Veleta, sobre el embalse de la Laguna de la Yeguas (Sierra Nevada).
Técnica:
Este mes también continuamos con las monteses, aunque esta vez se trata de una imagen anormal, en el sentido de no ser una fotografía llamativa como las de meses anteriores, donde se presentaban algunos elementos de especial interés que la hacían expresiva: juegos de luces, ambientes espectaculares, capturas realizadas con depurada técnica,… Así pues, la imagen que presentamos hoy está realizada con una luz fuerte y sin aparente interés. Pero desgranemos la fotografía en las habituales secciones para entender por qué ha sido seleccionada para finalizar este verano.
Exposición: No hay problema a la hora de medir la luz, no existen grandes contrastes. En Sierra Nevada, las lajas subexponen las tomas en las horas centrales del día a causa de los reflejos en sus superficies; pero en este caso, la luz plana (de espaldas al sol) no brilla por igual en la parte superior e inferior de la imagen, con lo que se compensa en los distintos tipos de medición (salvo en la modalidad de puntual), ya que los micaesquistos sobre los que está posado el macho reciben la luz menos perpendicularmente que los del fondo (arriba de las aguas).
Composición/encuadre: De entrada la foto pide un formato horizontal. Y así se realizó incluyendo a los otros machos existentes, englobando todo el embalse de la laguna. Pero esa no es la imagen pretendida para este mes, que quiere mostrar los efectos de la sequía y la ola de calor en nuestra alta montaña, en donde siempre se presupone que el agua discurre a causa del abundante deshielo. Por ello, la captura ha sido vertical, precisamente para incluir solamente la zona donde el descenso del nivel de las aguas era más notoria; porque en años normales aparentemente no mengua ni en el mes de septiembre (la toma fue realizada el pasado 5 de agosto…). Y es vertical porque los dos motivos (macho y brazo del embalse) están demasiado centrados, esto es, en un formato horizontal (*) habría que cortar por los laterales para obtener una imagen más cuadrada -más compositiva-, que dejara fuera zonas de agua sin interés.
(*) El desplazamiento del fotógrafo hacia la derecha no era posible tanto por la orografía del terreno (enorme roca contigua) como por la posibilidad de que el macho abandonase la atalaya para retornar al grupo de monteses próximo, del que procedía (ver comentario posterior).
Una vez expresada y razonada la intención, indicar que perdí intencionadamente potencia de zoom para incluir así la caída donde el macho se encontraba; de esta manera, aparece la diagonal de motivos que tan reiteradamente comento en estas colaboraciones mensuales. Dicho más extensamente, el foco está en el macho y es lo primero que percibimos (observamos), pero desde las tierras emergidas del agua hay una diagonal que pasa por este hasta llegar a la roca desenfocada del primer plano, pasando por el citado desplome; precisamente esta roca más próxima está “volcada o asomada” hacia esa diagonal, ayudando al equilibrio general. Y el resto de la imagen (diagonal opuesta que no llama la atención) no llega a quedarse “muerta”, sin interés, pues estas zonas tampoco están vacías: arriba del macho aparecen los postes de los telesillas, y debajo de este se encuentran los juegos de sombras de la atalaya.
Otros ajustes: La generosa luz me permitió disparar con el bendito ISO 100, la panacea de la calidad, aunque el sensor APS-C muestra su debilidad en las zonas de altas luces (precisamente en las zonas más claras de la librea del macho, hecho no observable a la resolución que se muestra la imagen). Gracias al mismo no llegó a quedarse corto el zoom, pues utilizando un formato FULL FRAME hubiéramos demandado un zoom con focal de 300 mm.
Un detalle que a mi parecer resta interés al conjunto de la captura es que el macho no estuviera completamente silueteado sobre las aguas. La fotografía fue realizada junto a mi hijo Pedro, que tras la zigzagueante aproximación (para ir llevando a los machos sobre el embalse) tuve finalmente que dejar quieto en un lugar muy llamativo, para fijar así a los machos mientras yo reiteraba los citados “bandazos”. Poco después, estos pasaron por la citada atalaya, pero solo se paró el último gracias al artesanal reclamo utilizado, que rápidamente saqué e hice vibrar comprobando que finalmente iba a perder la fotografía buscada. Una vez parado, dio tiempo a realizar varias fotografías, pero la imagen del macho completamente silueteado no era posible (de haberla obtenido hubiera desaparecido el embalse tras la gran roca, dada la perspectiva). Es lo que tiene que las monteses no hayan ido por su propio pie, a su aire. En resumen, ni habiendo sido un medalla de oro hubiera hecho desestimar esta apreciación (un macho silueteado pero cortado por los tobillos no vale nada… o casi nada, depende de la grandeza de la foto).
El WB estaba dispuesto en automático (casi siempre lo sitúo en luz día para cualquier toma, ya que siempre hay que recurrir al RAW); en este caso no fue modificado. Y el archivo redimensionado para esta sección se obtuvo directamente del JPG directo de la cámara, de unos 5 MP, aplicando la correspondiente máscara de enfoque para salvar con éxito el cambio de tamaño.
© Roberto Travesí 2015
FACEBOOK: ROBERTO TRAVESI
FOTONATURA: ROBERTO TRAVESI
- Creado el .