Por Roberto Travesí
© Roberto Travesí
Buitre leonado
Datos técnicos:
300 mm, 1/1.500 sg, f/3.5, ISO 125
Modo de disparo: Manual
Formato: RAW+JPG
Equipo:
Canon EOS 7D Mark II, Canon EF 300 mm f/2.8L IS II USM, trípode Bilora Perfect Pro C324 con rótula Manfrotto 128 RC.
Comentario:
A lo largo de 2016 hemos ido realizando un repaso de la fauna visualmente más evidente (que no más abundante) de estos privilegiados enclaves. Una revisión basada no en la creatividad, como así se ha intentado en años anteriores, sino observada desde un punto de vista documental. Y como no podía ser de otra manera, el buitre común es otra de las especies a las que no se puede dejar fuera de esta lista (cierto también que en doce meses no se pueden contemplar todas las especies). En el caso de esta ave, reconozco no disponer de imágenes documentales que atestiguan la condición de posadero que gozan algunos de los tajos que alcanzan a Gorafe. Pero no por ello voy a desechar unas fotografías de buitres que realice el año pasado, en las que estos grandes veleros me pasaron muy bajos, justo al entrar en estos predios. Dispongo de mejores fotos (y con luces sobresalientes) de buitres volando que sin lugar a dudas serían perfectamente utilizables aquí al no disponer de referencia geográfica alguna, pero haciendo honor a la verdad (como en el mes de junio hice en referencia al cernícalo) prefiero utilizar esta imagen que ciertamente pertenece al área donde nos situamos.
La presencia del buitre en el centro y sur de la provincia se debe, al menos en parte, a las buitreras (paredes “nidificantes”) existentes en la Prebética del arco NW provincial (río Guadalentín o sierra de Castril por ejemplo). Los inhóspitos parajes del Fardes-Guadiana no son precisamente muy favorables para la existencia de carroña de mamíferos de mediano-gran tamaño, ya que la densidad de monteses y jabalíes por ejemplo es baja; por ello y a pesar del próximo posadero citado, esta vasta área es sobre todo utilizada de paso hacía lugares más favorables, como pueden ser por ejemplo las sierras de Baza o Nevada.
Desde el punto de vista técnico y dado la gran proximidad de uno de los dos ejemplares fotografiados (imagen sin recorte, por supuesto), primó la alta obturación, utilizando 1/1.500 sg para evitar imágenes movidas por desplazamiento del buitre a enfocar (aunque con un instante más de tiempo hubiera elevado el ISO, para poder conseguir algo mayor profundidad de campo de margen, a costa de permitirme cerrar un poco el diafragma). Disparé una amplia ráfaga a 10 fps en AF AI Servo, escogiendo de entre todas las imágenes conseguidas la que mostraba al segundo buitre (el desenfocado) en una posición más equilibrada con respecto al primero. Habría que reconocer que un recorte panorámico (seccionando parcialmente por arriba y por abajo) favorecería el resultado final de la captura, hecho que prefiero reservar tanto para la docencia como para publicaciones, principalmente impresas.
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