Con muchos retos pendientes para el año 2020 termina el año 2019 que ha sido un año de transición en la gestión de este espacio protegido
© Proyecto Sierra de Baza
Pinos Silvestres del Parque Natural Sierra de Baza, rodeados por la nieve.
Una vez que termina el año, nos gusta hacer un balance medioambiental del mismo, para compartirlo con todos vosotros y reflexionar en voz alta, con el poder de comunicación que tiene este importante medio que es Internet, para valorar, con el mayor rigor y objetividad posible, los aspectos que han condicionado el día a día de este espacio protegido que se llama Parque Natural Sierra de Baza.
El año 2019, a nivel global de la Península Ibérica, ha sido un período que se ha visto favorecido por unas abundantes precipitaciones en la época final del verano y primeros días de diciembre, que han permitido la recarga de nuestros acuíferos y embalses, muy mermados, y sobretodo han dado un importante respiro a la vegetación natural, también a la fauna silvestre, que venía arrastrando unos meses de sequía crítica, con incidencia en lugares como el entorno del Parque Natural Sierra de Baza, en el que su masa forestal ha tenido un respiro con estas precipitaciones y han recuperado un deseable vigor que se había visto muy afectado en los últimos años.
Cese del Director Conservador, cargo que sigue vacante
Este año que termina nos ha dejado el cese, el pasado 12 de septiembre, del que venía siendo su Director Conservador Rafael César Córdoba, un cargo de libre designación que venía desempeñando desde junio del año 2013, y durante el cual ha venido llevando a cabo una gestión oscurantista, y sin contacto con la población local, ignorando a los grupos que en él venimos trabajando en el Parque Natural Sierra de Baza, cuando no recibiendo incontables trabas a nuestros trabajos y proyectos, por lo que fue muy bien recibido su cese.
A esta fecha sigue vacante el cargo de Director Conservador, una figura esencial en la gestión de este esapcio protegido, por lo que esperamos se cubra pronto el mismo y, sobretodo, sea ocupado por una persona que demuestre más empatia con este territorio y sobretodo preparación y conocimientos en temas medioambientales y de gestión, carencias que tanto se ha echado en falta en César Córdoba.
Falta de información y balance sobre los proyectos ejecutados
Algunos importantes proyectos que se pusieron en marcha en los pasados años, como la actuación para la restauración de los pinares de reforestación, afectados por las plagas forestales (con un presupuesto de 3 millones de euros), o los trabajos de restauración de las zonas mineras del macizo central (con un presupuesto de 1,1 millones de euros), han concluido en su período de ejecución, sin que se haya presentado ningún balance final de los mismos, siguiendo la falta de comunicación y transparencia en este espacio protegido sin solucionarse, y por el contrario moviéndose en un total oscurantismo, sin información puntual y precisa a la población local.
Una Junta Rectora que no funciona
© Proyecto Sierra de Baza
Centro de Visitantes de Narváez, sede de la Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza.
La Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza, un organismo de control y participación ciudadana sigue sin funcionar, hasta el punto de que su Pleno no ha celebrado ninguna de las tres reuniones previstas en su Reglamento de Régimen Interior. Esperemos que se soluciones esta falta de operatividad y cumpla con sus funciones legales y se convierta en un verdadero órgano de participación ciudadana en la gestión de este espacio protegido.
Normativa legal vencida que no ha sido sustituida por otra, creando un vacío normativo
Mucha de la normativa legal que regula este espacio protegido, sigue vencida y sin vigor, de forma que si por Decreto 101/2004, de 9 de marzo, de aprobación del Plan de Ordenación de los Recurso Naturales (PORN) y el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural Sierra de Baza, el que les daba una vigencia indefinida al PORN (art. 1.2), mientras que PRUG señalaba que tendría una vigencia de ocho años, susceptible de ser prorrogado por un plazo no superior a otros ocho años, mediante Orden del titular de la Consejería de Medio Ambiente (art. 2.2 del Decreto 101/2004). Por posterior Orden de 9 de marzo de 2012, fue prorrogada la vigencia de varios Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) de distintos Parques Naturales de Andalucía, entre ellos el que nos ocupa, el Parque Natural Sierra de Baza, pero no de forma indefinida, sino que se hacía: “hasta la entrada en vigor del Decreto de aprobación del nuevo Plan, fijándose un plazo máximo de prórroga de cuatro años” (artículo Único punto 7). Este plazo máximo de prórroga del PRUG del Parque Natural Sierra de Baza de 4 años, venció en su vigencia en 2016 (2004 + 8 + 4), sin que durante este tiempo de su vigencia, se haya publicado, como hubiera sido preciso, un nuevo PRUG, que adecuara los usos de este espacio protegido a la realidad social del momento, tampoco ha sido sustituido por un nuevo instrumento normativo, lo que motiva que al haberle asignado legislador a este instrumento de gestión del P.N. Sierra de Baza una vigencia en la aplicación de sus contenidos, no puede aplicarse ni tener efectos jurídicos fuera del concreto ámbito temporal de su limitada vigencia cronológica (artículo 4.2 del Código Civil, dentro del Capítulo II, Aplicación de las Normas Jurídicas), por lo que desde abril del año 2016, está el Parque Natural Sierra de Baza sin Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), al haber vencido su vigencia temporal.
No se están aprovechando las posibilidades de empleo y desarrollo sostenible que tiene la Sierra de Baza
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Construcciones en piedra seca en la Cañada del Gitano. Parque Natural Sierra de Baza.
También ha sido notable en el año que ha terminado la falta de implicación de los municipios del Parque en la gestión sostenible de nuestros recursos naturales, los que nos parece no se han dado cuenta aún de las posibilidades de generación de empleo y riqueza que tienen para el territorio la puesta en valor sostenible de nuestro patrimonio natural y siguen viviendo de espaldas, no solo a nuestra sierra, sino igualmente a nuestros valores y recurso naturales de nuestro entorno más próximo, tales como la Hoya de Baza, con su singular paisaje, o el Pantano del Negratín y su entorno, desaprovechando las enormes posibilidades que los mismos tienen para el turismo sostenible o la educación medioambiental, con la correlativa posibilidad de creación de empleo en una época tan necesitada de ello, cerrándose el año sin ninguna concreta iniciativa de puesta en valor de nuestro patrimonio natural que haya partido de estas administraciones y como tal se haya hecho realidad”. Terminando en el balance medioambiental del pasado año por señalar como “Nos gustaría que en el próximo año nuestros representantes políticos confíen y apuesten decididamente por las enormes posibilidades de creación de empleo que encierra este territorio sosteniblemente gestionado”. Y la triste realidad es que, un año más, tenemos que hacernos eco de la falta de implicación de las administraciones (en plural ya que incluimos todas, desde la local a la central, pasando por la provincial y autonómica) con este territorio y su efectiva puesta en valor desde una economía sostenible. Una economía verde, en la que tanto puede aportar este espacio protegido.
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