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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 298 - Abril 2024

NOTICIAS

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Se actuará en toda Andalucía comenzando por las provincias donde la aplicación es más urgente debido a la situación de los insectos: Almería, Cádiz, Granada y Málaga

 

© Proyecto Sierra de Baza

Orugas de la procesionaria, moviéndose sobre una bolsa de protección.

 

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, ha retomado este otoño la puesta en marcha de las actuaciones de lucha integrada contra plagas, tras seis años de parada, en los que se ha evidenciado al virulencia que pueden tener las plagas forestales y la necesidad de su control y prevención.


La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha iniciado los tratamientos aéreos incluidos en el Plan de Lucha Integrada Contra la Procesionaria del Pino tras seis años en los que la Junta no había realizado estas tareas. En total, el actual Ejecutivo autonómico aplicará estas medidas de control de plagas en más de 54.000 hectáreas de toda Andalucía comenzando por las provincias donde es más urgente el inicio de los trabajos debido a la situación en la que se encuentra la procesionaria en relación a su crecimiento (Almería, Cádiz, Granada y Málaga). Esta priorización responde a que el éxito del tratamiento está condicionado por el desarrollo del insecto y tiene su máxima efectividad cuando la aplicación coincide con las etapas larvales iniciales.


Estas medidas se enmarcan en el Plan de Lucha Integrada que desarrolla este Departamento del Gobierno andaluz como responsable de la conservación y gestión de los recursos naturales que albergan las formaciones forestales.

El sistema de gestión integrada de plagas que lleva a cabo Desarrollo Sostenible se basa en la recogida de información de campo, cuyo análisis establece si es necesaria la ejecución de alguna de las medidas de control que contempla el plan. Los pinares suelen aparecer como formaciones arbóreas que cubren grandes superficies, presentan condiciones diversas en cuanto a exposición al viento, temperatura y humedad, y se encuentran en zonas de difícil acceso por presentar una orografía irregular. Por tanto, la única manera de llevar a cabo un control efectivo de la población de procesionaria son los medios aéreos. El empleo de varias aeronaves permite actuar de forma simultánea en bloques muy distantes donde el insecto se encuentre en el mismo estado de desarrollo.

Los técnicos especialistas de la Dirección General de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos controlan de manera continua las condiciones ambientales en las que se realiza cada vuelo, desde el despegue del avión hasta la vuelta a tierra, con el fin de garantizar una adecuada aplicación del producto.

Además, estos equipos de expertos son también los encargados de coordinar los tratamientos atendiendo a los protocolos recogidos en el Plan de Lucha Integrada. Para desarrollar esta labor, el equipo cuenta una aplicación informática desarrollada por la propia Consejería denominada ‘COPLAS’, que permite realizar un seguimiento de los tratamientos fitosanitarios aéreos a través de unos dispositivos ubicados en los aviones. Estas ‘cajas Copla’ registran el trayecto de las aeronaves durante los vuelos de tratamiento y el caudal de producto vertido en la fase de descarga. De esta forma, una vez concluida la aplicación, el personal de Desarrollo Sostenible puede procesar todos estos datos mediante un sistema de información geográfica (SIG), que permite conocer con detalle el área tratada y el porcentaje de cobertura logrado frente a lo planificado.


El insecticida biológico empleado en estas actuaciones (Bacillus thuringiensis en suspensión acuosa y a la dosis adecuada) supone un impacto mínimo sobre la fauna silvestre, por su especificidad y tener una persistencia reducida en el medio ambiente, lo que lo hace apto para el control de la plaga de la procesionaria.

 

La procesionaria en el Parque Natural Sierra de Baza este año

 

© Proyecto Sierra de Baza

Pinar afectado por la procesionaria en el Parque Natural Sierra de Baza.

 

Aunque este año 2020 está siendo menor la virulencia de la procesionaria en el Parque Natural Sierra de Baza, sigue igualmente presente este año, siendo especialmente significativa en algunos montes de la zona de Gor y Charches, donde es apreciable su presencia desde las propias pistas forestales.

 


Consecuencias de la presencia de procesionaria del pino

 

© Proyecto Sierra de Baza

Pino seco tras haber sufrido reiteradas infestaciones por la oruga de la procesionaria en el Parque Natural Sierra de Baza.
 


La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es una plaga defoliadora endémica presente en todos los pinares andaluces que produce una pérdida de hoja que debilita al pino. En condiciones normales este insecto es incapaz de acabar con el ejemplar por sí, siendo muy bajo el número de pies que pueden morir por esta sola plaga, aún con repetidas infestaciones, pero sí reduce el vigor del árbol haciéndolo más susceptible a otros agentes y plagas forestales, como los escolítidos, por lo que se hace necesario su control y tratamiento.

Al margen de este impacto en los pinos, el efecto más nocivo que produce la procesionaria se deriva del carácter urticante de sus orugas sobre animales y personas, que pueden condicionar el aprovechamiento silvícola del pinar y su uso social al provocar reacciones alérgicas importantes sobre trabajadores o usuarios.

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