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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 298 - Abril 2024

NOTICIAS

imagen de decoración

 

¿A qué se debe la gran variedad de formas y colores de las plumas de los pájaros? Los naturalistas han intentado darle una explicación científica a esta pregunta.

 

Por José Ángel Rodríguez

 

© José Ángel Rodríguez

Grupo de verdecillos, con el macho, de más vivo y atractivo colorido, en el centro de la imagen.

 

Se estima que dentro del reino animal, las aves son los vertebrados que presentan una variedad más grande en su cobertura externa, en su plumaje, tanto en lo que afecta en la variedad de formas y tamaños, como particularmente de colores. Una curiosidad a la que los naturalistas han intentado darle una respuesta. Pero para conocer mejor este tema, se hace necesario, en primer lugar, conocer qué son las plumas de las aves, la cobertura externa con la que cuentan todas las aves.

Todas las plumas, están compuestas de queratina, el mismo material que nuestras uñas y cabello. Un material muy fuerte y a la vez ligero, de ahí su idoneidad para el vuelo, siendo al mismo tiempo de poco peso, el que se ve acentuado por ser huecas, pero no es esta, el vuelo, la única función de las plumas en las aves, de forma que en función del destino y funcionalidad que tengan las plumas en el animal va a depender su forma. Así las plumas destinadas al vuelo son largas y fuertes, para superar la resistencia del viento. Por el contrario  hay otras plumas que ayudan al ave a mantener la temperatura son suaves y vellosas. Son las más pequeñas de todas y tienen apariencia algodonosa, es el conocido plumón. También existen otras, llamadas semiplumas que son notoriamente más cortas que las destinadas al vuelo, además de evitar que elcalor le ayudan a flotar.

Diferencia de plumaje no solo entre especies, sino también entre sexos y con la edad

 

Piquituerto macho

 

Piquituerto hembra

© José Ángel Rodríguez

 

Pero si existe una uniformidad en el tipo de plumas con las que cuenta un ave, por el contrario hay una gran variedad de colores, hasta el punto de que si se estima que a nivel mundial puede haber unas 18.000 especies de aves, cada una de estas especies –con pequeñísimas excepciones- presentan su impronta genética y tienen sus propias plumas y colores, los que incluso varían de forman ostensible con la edad de los individuos, también entre los sexos de una misma especie (dimorfismo sexual), de forma que por el solo examen o contacto visual de uno o más ejemplares de una misma especie, podemos conocer su sexo. Ejemplos claros de dimorfismo sexual en las aves, lo podemos encontrar en especies como la curruca capirotada  (Sylvia atricapilla), con el capirote de la cabeza o píleo marrón en las hembras y negro en los machos; los piquituertos (Loxia curvirostra), de un llamativo y atractivo color rojo carmín los machos y todos grisáceos y verdosos, más apagados las hembras; el verderón común (Chloris chloris), un fringílido de aspecto compacto y robusto pico en el que los machos son de un vivo color verde oliva muy llamativo y atractivo, mientras que las hembras tienen tonos verdosos y gris más apagados.

En general, y salvo rarísimas excepciones, en el mundo de las aves son los machos los que presentan unos colores más vivos y atractivos. Lo que puede ser de forma permanente, durante todo el año, o solo durante la época de reproducción y cría, en que se adornan con la llamada librea nupcial o plumaje reproductivo. Ejemplos de especies con librea nupcial y no nupcial lo tenemos en aves como el papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), el especie en las que el macho presenta un característico plumaje nupcial (en el que destacan dos puntos blancos en la frente) a modo de cuernos, mientras que el resto del año son aparentemente indistinguibles los machos de las hembras.  

Esta variedad de coloridos entre los sexos de una misma especie, se ha interpretado tiene una clara función sexual: para atraer a la hembra, pero también a los depredadores, de forma que al fijar la atención  en ellos, las hembra, que pasa más desapercibida, tiene más probabilidades de vivir y de salvar a su prole. Esto es hasta tal punto así, que se ha comprobado que en aquellas especies en que los machos y hembras difieren poco morfológicamente suelen compartir las actividades de construcción del nido y cuidado de la cría.    
 

¿Qué produce el color de las plumas de los pájaros?

 

© José Ángel Rodríguez

Papamoscas cerrojillo con el plumaje postnupcial.

 

Una última cuestión que podemos preguntarnos para terminar estos breves apuntes sobre el colorido de las aves, es la de qué produce el color de las plumas de las aves. Esa variedad tan grande colores, como estamos viendo existen en el mundo animal. La respuesta se encuentra en unos pigmentos llamados carotenoides que producen tonalidades rojas, rosas, naranjas y amarillas, de los que rellenan sus plumas –las que de por sí son huecas- de una especie de “tinta” que contiene estos pigmentos.

 

Las aves usan dos modalidades de tinte

 

© José Ángel Rodríguez

Joven macho de pito real (Picus viridis).

 

Por un lado, tenemos a las aves que lo toman de -sus alimentos, de los que se producen y derivan. Un ejemplo clásico son los colores rosáceos de los flamencos que adquieren de su dieta, compuesta de organismos que flotan en el agua que tamizan. Basta ver a un pollo de flamenco, o a un adulto mal alimentado para apreciar el color real de las plumas de estos animales: blanco o gris sucio. Color que irá cambiando con la edad, tras la muda del plumaje, y el vigor del animal, al alimentarse fundamentalmente de camarones, plancton, gusanos, algas o crustáceos, alimentos todos ellos ricos en caratenoides, de los que toman sus pigmentos sus plumas.

De otro lado, las aves pueden “fabricar”su tinte propio. Algunos de estos pigmentos son producidos por células especializadas, que depositan en el interior de las partes huecas de las plumas, pequeños cuerpos de pigmentos. Al efecto se ha comprobado la especialidad intraespecífica de la producción de estos pigmentos, hasta el punto de que algunas aves producen sus pigmentos propios, de modo que estos sólo se encuentran en su grupo familiar. Así la literatura científica suele cita como ejemplo (Yokoyama, S., Radlwimmer, F. B., & Blow, N. S., 2000), a algunas especies de pingüinos, las que producen tonos amarillos con un pigmento llamado esfenicina y los loros, periquitos, cotorras y sus parientes (aves llamadas psitaciformes), producen psitacofulvinas que crean tonos rojos, naranjas y amarillos. Estos últimos pigmentos llevan el nombre del grupo de aves donde fueron descubiertos, los esfeniciformes son el grupo de los pingüinos y los sitaciformes, el de los loros, el de las aves llamadas psitaciformes.

Todo un mundo de curiosidades, el que rodea el color de las plumas de nuestras aves, al que hemos intentado aproximarnos con estos breves apuntes, para su mejor conocimiento.

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