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Edición Mensual - Año XXVI | Nº 305 - Noviembre 2024

NOTICIAS

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Trabajos agrícolas y oficios tradicionales: La Recolección del Cereal


© Agustín de Orduña

 

La palabra cereal, proviene del latín cereales, más concretamente de la palabra cerialia. Este era el término con el que los antiguos romanos designaban las fiestas en honor de Ceres, diosa de los granos. También era conocida como Deméter “tierra madre”, pues se la consideraba protectora de la agricultura y de los cereales.

Desde la antigüedad han sido considerados como un alimento básico para el hombre y los animales domésticos.

Los cereales son unos frutos en forma de grano que crecen en las plantas de la familia de las gramíneas.

 

 

Trigo

La planta del cereal se recolecta entera y lo primero que se debe hacer es separar el grano del resto de la planta realizando labores de recogida,  trilla y el aventado.

Recuerdo cuando los haces de miel (gavillas) de trigo se extendían en las eras empedradas, superficies duras en las que las personas y los pares de mulos las pisaban , utilizaban un trillo, una plancha de madera con piedras o cuchillas en su interior para poder desprender el grano de la espiga (trilla).

Pero aquí no acababa todo el trabajo, ya que todavía quedaban mezclados los granos de la paja y eso se realizaba mediante una técnica llamada aventado, que consiste en lanzar al aire los granos y la paja, la cual al pesar menos es arrastrada por el viento, pero para poder hacer esto había que esperar a un día ventoso.

Actualmente este proceso se ha mecanizado, por lo que en un día de trabajo de una cosechadora, ahorra muchos días de sudoroso trabajo de siega, transporte, trilla, aventado, recogida del grano y de la paja.

 

 

Antigua era de trillar y máquina de ablentar

Una vez realizado este proceso hay que dejar secar el grano para poder consumirlo.

Antiguamente se dejaban secar al sol, pero si las condiciones ambientales cambiaban podía hacer que el grano volviera a ganar humedad, lo que compromete su conservación.

Por eso actualmente se ha pasado al secado mecánico.

La cosechadora es una máquina que realiza las labores de recolección de los productos agrícolas tales como el maíz, avena, centeno, trigo y soja.

Mientras se desplaza  por el terreno de cultivo la cosechadora corta el cereal, separa la paja y envasa el grano. 

 

Partes de la cosechadora

 

Motor, el motor casi siempre es diesel, es el encargado de dar fuerza al resto de mecanismos.

Mecanismo de corte, es el que corta el cultivo y hay diferentes tipos de cabezales.

Mecanismo de trillado, es el encargado de separar el grano de la espiga.

Mecanismo de criba, este mecanismo separa el grano de las partes más gruesas.

Mecanismo de limpia, separa el grano del polvo.

Sistema de almacenaje, es el encargado de llevar el grano ya limpio hasta la tolva, para luego ser descargado y transportado.

La Seguridad con la Cosechadora pasa por respetar las normas de seguridad.

  • No llevar pasajeros
  • Utilizar ropa adecuada
  • Comprobar previamente el terreno
  • No abandonar nunca la cabina sin parar la máquina
  • Comprobar que no hay nadie alrededor de la cosechadora.
  • Confirmar que todos los dispositivos funcionan correctamente

Las especies de cereales cultivables tradicionales en nuestra comarca son, El Trigo, la Cabada y el centeno y menor medida, el maíz.

 

 

Cebada

Los cereales pertenecen a la familia de las gramíneas y se cultivan por su grano, rico en almidón y proteínas. Permiten ser almacenado durante largo tiempo sin perder sus cualidades.

Son plantas anuales muy adaptadas a la domesticación del ser humano, pues fueron las primeras especies cultivadas. Existe gran diversidad biológica y se pueden establecer bajo condiciones agroclimáticas muy distintas. En España suponen más del 60% de la superficie total de cultivos herbáceos.

El calendario de siembra de cereales llevan  evolucionando desde tiempos prehistóricos,  desde que las poblaciones nómadas empezaron a asentarse y a cultivar las tierras hace aproximadamente 12.000 años. Tras ensayos y error, se han ido perfeccionando las técnicas, mejorando considerablemente las cosechas y la calidad de la planta y del grano. 

 

Formas en las que se puede aprovechar los cereales: 

 

Integrales

Los cereales integrales son los menos procesados, puesto que sólo se les quita la cáscara, lo que significa que conservan más propiedades pero necesitan más tiempo de cocción. Aun así son los más nutritivos porque el germen queda intacto.

Perlados o pulidos

Se refiere a los granos a los que se les ha quitado el salvado, con lo que nos queda un cereal con menos fibra. Una de las ventajas es que se cocina más rápido y es más tierno que el integral.

Sémola

La sémola es una forma de procesado en la que a los cereales se les trocea el centro en trozos muy pequeños para que se cuezan más rápidamente.

Copos

Los copos de cereales se crean con un proceso en el que el grano se cuece al vapor y se enrolla para que quede plano, en copos. De esta forma se cuece más rápido.

 

 

Harina

Son los cereales molidos hasta que queda sólo una especie de arena. Se suele usar en panes y cereales de desayuno.

Salvado

El salvado son las capas que recubren al centro del cereal. Es básicamente indigerible pero tiene mucha fibra, que es muy importante para la digestión. Algunos tipos de salvado son muy populares como suplementos y se venden por separado, como el salvado de avena y el de arroz.

Germen

El germen es el embrión del corazón del grano, rico en aceites, y del que nacerán los brotes de la nueva planta. Tiene muchas vitaminas y minerales, por lo que es muy nutritivo. El germen también contiene grasas, que acortan la vida del cereal.

Harina fina

La harina fina se fabrica moliendo y colando el cereal hasta que queda hecho polvo. Se usa como ingrediente principal de panes, tartas, algunas salsas, rebozados, etc.

 

 

La irrupción de la energía solar fotovoltaica, está sembrando de placas los secanos  españoles y calentando el campo más allá de lo que producen los rayos del sol. La rentabilidad que este tipo de instalaciones ofrecen a los agricultores que alquilan sus terrenos agrícolas, multiplican por cuatro  o por cinco una buena cosecha, de cualquier cereal de secano “sin mover el tractor”.

La expectativa de sacarle al campo un dinero que nunca se hubiera imaginado ha corrido como la pólvora en el sector agrario, a pesar de su desconfianza tradicional de ‘quien da duros a pesetas’ y el temor a convertir el paisaje clásico de los campos de trigo y cebada en un mar de espejos mirando al sol.

Sin una adecuada planificación, se va a perjudicar tanto al medio ambiente, como algunas actividades agropecuarias tradicionales. 

© Agustín de Orduña
Para proyecto Sierra de Baza.
Fotografías de: https://stockado.photo/es/fotografias

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