Hábitats de Interés Comunitario del Parque Natural Sierra de Baza y su entorno (VIII)
Acerales mediterráneos
Código de la Unión Europea: 9240_1
Por José Ángel Rodríguez
© José Ángel Rodríguez
Aceral de Acer opalus subsp. granatense en la cara norte del Calar de Rapa.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/12/2021
Estamos ante un Hábitat de Interés Comunitario (HIC), calificado a nivel comunitario como prioritario y está constituido por formaciones arbóreas dominadas por arces (Acer monspessulanum y A. opalus subsp. granatense) con entidad suficiente para ser consideradas bosques (cobertura de arbolado superior al 30%, aunque ocasionalmente se admite el 25%) y con sotobosque característico con especies arbustivas como guillomos (Amelanchier ovalis), agracejos (Berberis hispanica), majuelos (Crataegus monogyna), endrino de Sierra Nevada (Prunus ramburii), rosales silvestres (Rosa sps.), cerezo de Santa Lucia (Prunus mahaleb), mostajos (Sorbus aria), madreselva arbórea (Lonicera arborea) o el durillo dulce (Cotoneaster granatensis), entre otras especies arbustivas o que excepcionalmente pueden adquirir porte arbóreo, presentes en el sotobosque de estos acerales, los que no suelen presentarse en estado puro, sino que suelen aparecer como bosques mixtos de acerales y coníferas, siendo dentro de estas últimas las especie de pino silvestre (Pinus sylvestris), y pino salgareño o laricio (Pinus nigra subsp. salzmannii) las propias de esta comunidad vegetal.
Como se destaca en la publicación“Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” en Andalucía, la asociación que describe los bosques presididos por arces de este HIC con código de la UE 9240_1* es la misma que la de ciertos quejigares del HIC con código 9240_0 (Quejigares de Quercus faginea o de Quercus canarensis). El bosque será un aceral o un quejigal en función de la especie predominante. En uno y otro caso destacar como fitosociológicamente y con independencia de que predominen arces o quejigos, se cataloga como la misma asociación Daphno latifoliae-Aceretum granatensis (Gómez Mercado y Valle Tendero, 1988).
Mapa de la distribución de este hábitat a nivel comunitario andaluz
Según la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” (Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Secretaria General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático, 2020), de la que procede esta imagen se destaca como este hábitat se localiza en enclaves concretos y puntuales de Sierras de Cazorla, Segura y las Villas; Sierra Mágina; Sierra de Baza; Sierra Subbética; Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
Un ecosistema de muy alto valor ecológico y gran belleza paisajística
© José Ángel Rodríguez
Aceral de Acer opalus subsp. granatense en el Calar de San Sebastián, con el sotobosque de enebros rastreros.
Los bosquetes de acerales, muy escasos en Andalucía, no pasan desapercibidos en el paisaje del Parque Natural Sierra de Baza, con la llegada del otoño, en la zona caliza del macizo central, donde ponen el color y cromatismo con la belleza de sus hojas, que se tintan de ocres, rojos y dorados en una multicolor gama de tonos.
Los acerales mediterráneos, están calificados como un Hábitat de Interés Comunitario prioritario, constituyendo paisajes raros y de alto valor biológico, tanto por su escasez como por su tendencia regresiva. Estimándose que además de su notable valor estético, actúan como refugio de especies y comunidades vegetales o animales raras en regresión a nivel global, siendo prioritaria su conservación.
Las principales zonas de acerales en el Parque Natural Sierra de Baza
© José Ángel Rodríguez
Acerales y quejigos en el Barranco Relumbre.
Cinco son las zonas o parajes, dentro del ámbito del Parque Natural Sierra de Baza, en que podemos localizar estos bosquetes caducifolios, siempre en umbrías, barranqueras y pequeños valles orientados al oeste-noroeste o al norte, entre los 1600 y 2000 metros de altitud :
- Cara Norte del Calar de Santa Bárbara.
- Barranco de la Fonfría, en la zona de confluencia con el Picón de Gor y Collado del Resinero.
- Barranco Relumbre, donde se entremezclan con los mejores pies de quejigo andaluz.
- Cara Norte del Calar de Rapa, donde se localizan excepcionales ejemplares en la zona de canchales o cascajales.
- Cara noroeste del Calar de San Sebastián, particularmente en la zona de las Chimeneas del Calar de San Sebastián y el Barranco de San Sebastián.
Además de presentarse estos pies de acerales de forma aislada y dispersa por toda la zona caliza del macizo central. A destacar como curiosidad de que en la zona silicícola del parque Natural Sierra de Baza tan solo hemos podido localizar un único ejemplar de Acer opalus subsp. granatenseen la Cañada del Gitano. Posiblemente fue muy importante la presencia nemoral de estos árboles en esa zona, pero desaparecieron por diferentes causas, quedando ahora un testimonial y único pie.
Principales problemáticas a las que se enfrentan los acerales de la Sierra de Baza
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Un HIC de gran belleza paisajística en peligro de supervivencia a corto plazo.
Siendo los acerales de la Sierra de Baza, un tipo de vegetación natural escasa y rara, refugiada actualmente en umbrías húmedas, que cuenten con una mínima capa de tierra fértil, el hecho de encontrarse en una situación frontera y de acantonamiento para su supervivencia en estas montañas, muy condicionados por el aumento de las temperaturas y disminución de las precipitaciones que se está viviendo a nivel global, limita de una forma importante el futuro de estos bosques caducifolios, lo que se ve agravado por el hecho de haberse constatado que la capacidad de regeneración natural y renuevo de estos árboles es muy baja, con una presencia meramente testimonial de plantones e individuos jóvenes, por lo que algunos autores como Olmedo Cobo (“Biogeografía y Vegetación de la Sierra de Baza. Una montaña mediterránea intensamente humanizada”, pg. 74) ya han lanzado una voz de alarma sobre el futuro de estos bosques en la Sierra de Baza:
“De cara al futuro, es más que previsible que el dominio del bosque caduco-marcescente de la Sierra de Baza acabe desaparecido a favor del encinar o del pinar de montaña, si bien sus taxones más identificativos, especialmente los árboles y arbustos caducifolios, seguirán refugiados en ambientes microclimáticos más propicios, sin que ello permita la identificación de la serie propiamente dicha”.
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