Balance Medioambiental del año 2021 en el Parque Natural Sierra de Baza
Con los deseos de ver pronto publicado un nuevo PRUG, que permita recuperar los aprovechamientos y usos tradicionales del Parque Natural Sierra de Baza termina el año 2021, el que ha sido un año en el que ha mejorado la transparencia y la coparticipación en la gestión de este espacio protegido
© Proyecto Sierra de Baza
Pinos Silvestres del Parque Natural Sierra de Baza, rodeados por la nieve, con el Calar de San Sebastián al fondo.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/01/2022
Una vez que termina el año, nos gusta hacer un balance medioambiental del mismo, para compartirlo con todos vosotros y reflexionar en voz alta, con el poder de comunicación que tiene este importante medio que es Internet, intentando valorar, con el mayor rigor y objetividad posible, los aspectos que han condicionado el día a día de este espacio protegido que se llama Parque Natural Sierra de Baza a lo largo del año 2021.
La climatología, un elemento fundamental en la evolución de todo espacio natural, ha sido muy negativa durante el año 2021 en la Sierra de Baza, de forma que nos hemos enfrentado a un año muy seco, hasta el punto de que si analizamos el último año meteorológico, tomando como referencia los datos oficiales de la Estación Meteorológica de Baza, nos encontramos con que desde el 1 de septiembre de 2020 al 31 de agosto de 2021, tan solo se contabilizaron unas precipitaciones de 161,50 mm (litros/metro cuadrado) un panorama sumamente preocupante, propio de climas semidesérticos, que no ha mejorado en los últimos meses del año, con el nuevo año meteorológico, de forma que si el otoño ha sido muy seco, no ha comenzado mejor el invierno y la falta de lluvia y nieve en la Sierra de Baza es la característica más llamativa este año, en el que la ausencia de precipitaciones, se ha dejado notar en la falta de hierba en los montes, también de setas que no ha habido este año, como fue muy floja la berrea, habiendo resultado muy perjudicada por esta situación la vegetación natural de este territorio y particularmente la fauna de herbívoros, que ha visto muy restringido tanto el alimento como el agua, ambos elementos esenciales para su desarrollo y supervivencia de la vida.
La Junta Rectora ha comenzado a funcionar
© Proyecto Sierra de Baza
Cabañas para uso turístico en Narváez, sede de la Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza.
Desde abril del año 2018 no se reunía la Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza, pese a tener previsto en su Reglamento de Régimen Interior un mínimo de tres reuniones anuales al año su Pleno, de forma que venía siendo totalmente inoperante este órgano de control y participación ciudadana. Fue en el BOJA de 5 de febrero de 2021, cuando se nombró presidente de la Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza a José Antonio Olmedo Cobo, Licenciado en Geografía (2003) y Doctor en Geografía (2011) por la Universidad de Granada, un investigador muy vinculado con la Sierra de Baza, la que conoce muy bien; precisamente alcanzó su doctorado con la defensa de un trabajo sobre la Sierra de Baza titulado: “Análisis biogeográfico y cartografía de la vegetación de la Sierra de Baza”. Olmedo Cobo ha traído sabia nueva a la Junta Rectora, también la actual Directora Conservadora del Parque Natural Sierra de Baza, Almudena Cano, y este órgano consultivo y de participación ciudadano, en el que por primera vez está presente con voz y voto propio la Asociación Proyecto Sierra de Baza, ha ganado en transparencia y coparticipación ciudadana en la gestión de este espacio protegido, habiéndose recuperado las reuniones presenciales en el pasado año y la información sobre las actuaciones que se están llevando a cabo sobre lo que existía un total oscurantismo y falta de transparencia en los últimos años.
Dentro de este capítulo positivo, también destacar algunas actuaciones llevadas a cabo en el ámbito del Parque Natural Sierra de Baza, en el pasado año como ha sido el inicio en el mes de octubre de la segunda fase para combatir el decaimiento forestal en la masa de pinar de la Sierra de Baza, que afecta a 9 rodales en el T.M. de Baza, y a otros 6 rodales más en el T.M. de Caniles, con una superficie total objeto de actuación de 716,62 has, que se localizan en las proximidades de la Carretera de Caniles a Escúllar, en la zona del Cerro de la Pastora y Monte de la Semana, contando con un presupuesto total de 1.520.284,68 €, actuación con la que se pretende contribuir al favorecimiento de la supervivencia de la masa forestal de estos montes, dentro de lo que se conoce como selvicultura de adaptación ante el cambio climático, una evidencia que se están sufriendo ya en muchos montes ibéricos y particularmente en la Sierra de Baza, localizada en una situación frontera o límite para la supervivencia de todos estos ecosistemas forestales, por lo que las actuaciones que aquí se lleven a cabo, pueden servir como avanzadilla y campo de ensayo para combatir de forma eficiente el cambio climático en nuestro montes, siendo por tanto una actuación prioritaria y urgente de la nueva gestión forestal.
La administración autonómica sigue sin cumplir con su deberes normativos, lo que constituyen las principales sombras de su gestión
© Proyecto Sierra de Baza
Detalle de un muro construido en piedra seca en la Cañada del Gitano.
Mucha de la normativa legal que regula este espacio protegido, sigue vencida y sin vigor, estando ante un total vacío normativo en muchos aspectos en unos casos o se están aplicado -irregularmente- en otros, normas que no están vigentes, lo que constituyen las principales sombras de la gestión de la nueva administración autonómica, la que si bien es cierto que cuando comenzó su legislatura se encontró con un rosario de normas vencidas y sin vigor, fruto de la apatía que arrastraba la gestión de este espacio protegido en los últimos años y que tocó fondo con su último Director Conservador Rafael César Córdoba, la realidad es que en este aspecto los nuevos responsables públicos no ha hecho los deberes y nos encontramos con un amplio elenco de normas jurídicas que no existen ahora por haber perdido su vigencia temporal,. siendo esenciales para la gestión diaria del Parque Natural Sierra de Baza y asumir los nuevos retos que deben de afrontarse para contribuir al desarrollo sostenible del territorio, sumido ahora en preocupante despoblación.
Así, se llevan años esperando el II Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Natural Sierra de Baza, del que en junio de 2020 se hizo el último trámite de consultas públicas, habiendo recibido más de 300 alegaciones, y aún no ha visto la luz el texto definitivo, aun cuando en la Junta Rectora celebrada el pasado 21 de octubre se informaba que se encontraba en la fase previa a su publicación, la que era de esperar se produjera en las próximas fechas.
Es también anómala la situación que estamos viviendo en cuanto a la ausencia de un Programa de Uso Público del Parque Natural Sierra de Baza, toda vez que el último Programa de Uso Público del Parque Natural Sierra de Baza fuera aprobado el 18 de marzo de 2005, por Resolución de la Directora General de la Red de Espacios Naturales Protegidos y Servicios Ambientales de esa fecha y para este programa se establecía una vigencia de cuatro años, finalizando este periodo en marzo de 2009, no habiendo visto la luz ningún instrumento normativo que lo sustituya, por lo que carece de vigencia, no dejando de llamarnos la atención que haya transcurrido tanto tiempo sin ver la luz un nuevo Programa de Uso Público, que sustituya al que dejó de tener vigencia, lo que evidencia la necesidad de regular con urgencia este vació normativo.
Aun cuan do la situación más grave y preocupante en la gestión de este espacio protegido la tenemos en su Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural Sierra de Baza, el que perdió su vigencia en marzo de 2016 y no obstante se sigue aplicando de forma irregular, conculcando el principio de legalidad, e impidiendo a los propietarios de inmuebles en el ámbito del Parque puedan afrontar las necesarias obras de conservación y rehabilitación de sus propiedades, al venir exigiéndoles la acreditación de una serie de requisitos imposibles de cumplir en la práctica, lo que ha motivado la queja de nuestra asociación ante del Defensor del Pueblo Andaluz, admitida a trámite a en el pasado mes de noviembre, estimando que con una nueva normativa, que no sea tan restrictiva y sin perder la defensa de la preservación de los valores naturales y culturales que se hace necesario conservar, permita poner en valor las potencialidades que tiene el territorio para la generación de empleo y riqueza dentro de un desarrollo y gestión sostenible, poniendo en valor una economía verde, que redundará no solo en la mejora del nivel económico de los habitantes de este territorio, sino en el mismo espacio protegido y sus valores naturales.
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