Por Agustín Orduña
Tractor realizando labores de triturado de las ramas tras la poda.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/03/2022
La poda del olivo
La poda requiere buena formación, mucha práctica y experiencia.
El olivo es una de las especies vegetales que se desarrolla en climas mediterráneos y que es capaz de soportar periodos de frío, temperaturas elevadas y sequías.
Sin embargo, este árbol para mantener su producción y buen rendimiento, requiere de una serie de cuidados como la poda, tras la campaña de recolección de la aceituna.
La poda del olivo, es uno de los procesos que todo cosechero o agricultor debe hacer en aquellos árboles localizados dentro de sus cultivos.
De este modo, se pueden conseguir elevadas producciones sin que disminuya la vitalidad de los árboles, acortar el período improductivo en plantaciones jóvenes, alargar el período productivo y retrasar el envejecimiento del árbol.
La poda (entre otros cuidados necesarios), sirve para mantener un olivo sano, hacer que crezca de forma correcta y que se amplíen sus capacidades productivas.
Olivo recién podado.
En el caso de la aceituna de mesa, la poda se suele realizar entre los meses de noviembre y diciembre, en zonas con clima suave y poco riesgo de heladas. Por otro lado, la poda de aceitunas para la producción de aceite de oliva, es más tardía y se realiza principalmente entre los meses de enero, febrero e incluso marzo.
La poda del olivo se realizarse cuando la actividad vegetativa del árbol es la mínima.
Olivar en plenas operaciones de la poda.
La poda del olivo es un arte con diferentes técnicas:
- De formación.
- De producción; y
- De regeneración.
La poda de formación, tiene como objetivo el desarrollo y crecimiento del árbol y es la que se realiza cuando es joven.
La poda de producción, se realiza durante el periodo Joven-Adulto, de la vida del olivo y que trata de mantener una alta relación hoja-madera". Durante este periodo el árbol se poda de forma ligera y es recomendable hacerlo con la menor intensidad posible, (sobre todo en las plantaciones de regadío y en las de secano con buena pluviometría).
Si se realiza correctamente esta poda, se alargará el periodo producto del olivo. Uno de los consejos es incrementar la cantidad de radiación solar captada por la copa y mejorar así la calidad de la cosecha.
Operario llevando a cabo tareas de la poda en un olivar.
Por último, la poda de regeneración, es realmente importante para seguir recogiendo buenas cosechas y mantener el vigor del árbol. A medida que el olivo envejece, va disminuyendo la relación hoja-madera y cuando presente los primeros síntomas de envejecimiento se debe realizar para que emerjan nuevos brotes en las ramas.
Después de la recolección de la aceituna, la poda es la operación que más mano de obra necesita dentro del cultivo del olivo. En ello se suele invertir unas 25 horas por hectárea anuales en podar, alrededor del 15 % de los costes del cultivo.
Alineación de las ramas en las calles.
Con la poda del olivo se pretende conseguir un mínimo de madera estructural dónde predomine mucha ramilla joven, de tamaño medio entre 20-30 cm. Se buscará también crear espacios para la entrada de luz y ventilación a todas las ramas para que puedan crecer correctamente.
Una vez que los oficiales podadores han realizado su labor, el olivar queda sembrado de un manto uniforme de ramas que hay que tratar y eliminar.
Manto de ramas tras la poda.
Tras la poda, se aprovecha la leña recia, ramas y troncos con un diámetro igual o superior a los cinco centímetros aproximadamente, para combustión de calderas y chimeneas.
La cuadrilla de jornaleros, irán cortando los troncos más gordos (leña), y separándolo de las ramas más delgadas.
Fila de ramas en una calle del olivar.
Las ramas se dispondrán en filas entre las calles de olivos, para que una vez terminada esta faena, pueda entrar un tractor con una trituradora de ramas, quedando en el suelo del olivar, enriqueciendo el suelo con su compost.
Las buenas prácticas agrícolas, aconseja triturar los restos de poda mediante el uso de picadoras en detrimento de las quemas controladas. Tradicionalmente se ha considerado estos restos vegetales como un residuo a eliminar, por regla general mediante quemas controladas; práctica que está hoy en desuso.
Tractor triturando las ramas.
Estos restos, ya no se quema, se tritura in situ, lo que implica rapidez, eficacia y ahorros, además de que se evitan riesgos de incendios y se incorpora la materia orgánica al suelo.
Materia orgánica, que enriquecerá el suelo.
Agustín de Orduña. Para Proyecto Sierra de Baza.
Bibliografía:
- Maquituls
- Amargaypica
- 20 minutos
- Creado el .