Etnobotánica de la Sierra de Baza: Carraspique (Iberis sps.)
© José Ángel Rodríguez
Iberis carnosa subsp granatensis.
Una especie incluida en el catálogo andaluz de especies amenazadas.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
02/04/2022
El género iberis lo integran unas cincuenta especies, las que comprenden un género de plantas con flores de la familia Brassicaceae, con hierbas y arbustos, anuales, bianuales y perennes, erectos o procumbentes, raramente unicaules, más o menos ramificadas desde la base. Las hojas son pecioladas, de enteras a pinnatífidas. Flores zigomorfas, en corimbo terminal ebracteado, con coloración variable que puede ir del blanco al púrpura, pasando por algunos tonos violáceos, con el fruto en silícula, angustisepta, comprimida y deshicente.
Las plantas del género Iberis son nativas de Asia occidental y el sur de Europa. En el ámbito del Parque Natural Sierra de Baza, está muy bien representado este género, donde Gabriel Blanca y Concepción Morales, en su publicación “Flora del Parque Natural Sierra de Baza” (Universidad de Granada, 1991) citan un total de tres especies, y en concreto: Iberis cinérea (= I. saxatilis), sobre la que se indica que es puntual, que solo se ha observado en Los Blanquizares, sobre litosoles y pedregales calizo-dolomítico, en el piso mesomediterráneo seco. Iberis contracta subsp. contracta, una especie puntual que solo se ha observado en la zona de La Atalaya y en las inmediaciones del Poyo de la Tejera. Iberis lagascana, una planta escasa, aunque localmente abundante, que podemos localizar en pedregales y cascajales, así como en suelos arenosos en sustratos ricos en bases en los pisos supra y oromediterráneo, con ombroclima seco. Especies a la que tenemos que añadir, Iberis carnosa subsp granatensis, especie que ilustra esta ficha, un endemismo ibérico, que se encuentra incluida en el ANEXO II de Especies del catálogo andaluz de especies amenazadas (Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y la Fauna Silvestres de Andalucía), con la categoría de vulnerable, la que se puede localizar en el piso oromediterráneo, estando presente en el Calar de Santa Bárbara, donde fue tomada esta foto en junio de 2021.
Estas plantas popularmente son conocidas como carraspique, y destacan por la belleza floral de las mismas, ocupando cascajales y terrenos en los que es muy complicado que prosperen otras plantas, por lo que son unos excelentes protectores del suelo.
Usos etnobotánicos
© José Ángel Rodríguez
Iberis saxatilis subsp. cinerea, en la que se aprecia el característico corimbo terminal en que aparecen las flores de este género.
La belleza de la flor de esta planta ha motivado que sea cultivada y usada en jardinería. También son muy conocidas sus utilidades y usos medicinales, para tratar el reumatismo y problemas de gota. Usos que hoy en día están desaconsejados, ya que en dosis altas puede presentar algunas contraindicaciones, además de existir en el mercado productos con mejores cualidades y menos riesgos en su aplicación.
La flor del carraspique, la que aparece desde finales de la primavera hasta mediados del verano, es muy visitada por la fauna de invertebrados, tanto por la abejas como por muchas especies de mariposas como Euchloe tagis y Pieris mannii (comunicación personal de Javier Olivares), por lo que se considera también una planta de interés entomológico.
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