Hábitats de Interés Comunitario del Parque Natural Sierra de Baza y su entorno (XII)
Lagos eutróficos naturales
Código de la Unión Europea: 3150_0
Por José Ángel Rodríguez
© José Ángel Rodríguez
Charca eutrófica en la zona oriental del Parque Natural Sierra de Baza, a pocos kilómetros del límite con la Sierra de Los Filabres en la provincia de Almería.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/04/2022
Constituyen este Hábitat de Interés Comunitario (HIC), aguas dulces quietas o de fluir muy lento que forman lagos, lagunas o charcas de agua dulce, con un contenido natural en nutrientes de moderado a alto (desde mesotróficas a eutróficas).
Incluye cuerpos de aguas naturales continentales con vegetación de alguno de los siguientes tipos: comunidades flotantes no enraizadas del grupo de las lenteja de agua, lemnáceas (con Lemna minor, L. gibba, L. trisulca, Spirodela polyrrhiza o Wolffia arrhiza), así como comunidades enraizadas con especies de grandes hojas flotantes como Nymphaea alba, Nuphar luteum, o comunidades enraizadas de potamogetonáceas (Potamogeton lucens, P. natans, P. pectinatus, Groenlandia densa, etc.), siempre fuera de dunas o arenas litorales, que pueden constituir otros tipos de HIC.
Los sistemas eutróficos tienen una alta diversidad de especies, y también pueden encontrándose diferentes tipos de algas verde-azuladas (géneros Scenedesmus, Kirchneriella, Pediastrum, etc.) que crecen y se desarrollan en las mismas condiciones ambientales (Xana Álvarez Bermúdez, 2005), en algunas ocasiones de un modo masivo y espectacular.
Siendo necesario destacar que solo aparecen comprendidos en este HIC aquellos medios acuáticos con una eutrofía de moderada a relativamente alta originada por procesos naturales y no por alteraciones antrópicas.
Distribución de este hábitat a nivel comunitario andaluz
Charca eutrófica en la Sierra de Baza, rodeadas por macollas de Carex paniculata subsp. paniculata.
Según la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” (Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Secretaria General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático, 2020), este HIC está muy poco representado en la comunidad autónoma andaluza y tan solo aparece en la provincia de Huelva, fuera de arenas y dunas litorales, en el norte de Córdoba y en algunos enclaves sevillanos y de Jaén. Reseña que es incompleta toda vez que como vamos a poner de manifiesto en este artículo, se trata de un hábitats que está también presente en la Sierra de Baza de una forma destacada aunque muy puntual, en algunos concretos enclaves de su geografía serrana y en concreto se localizan estas charcas eutróficas en la llamada Cañada o Barranco de la Higuera, un subafluente del arroyo Balax, que se localiza en la zona silicícola del Parque Natural Sierra de Baza, donde han sido tomadas todas las imágenes que ilustran esta ficha.
Principales características de este hábitat
© José Ángel Rodríguez
Presencia de lenteja de agua (Lemna minor), en aguas muy eutróficas y ricas en nutrientes, en una de las charcas naturales de la Cañada de la Higuera en la Sierra de Baza.
Los lagos, lagunas y charcas que conforman este HIC, se caracterizan por contener aguas eutróficas. La palabra eutrofización, proviene del griego “eutros” y significa bien alimentado y consiste en que la presencia excesiva de materia orgánica en el agua, provoca un crecimiento rápido de algas y otras plantas verdes que recubren la superficie del agua. De hecho la eutrofización se forma por el aporte de materiales procedentes del suelo y otros transportados por las aguas que afluyen a dicho medio (Ryding y Rast, 1992; Paerl et al., 2011; Khan et al., 2014), originando la proliferación de algas, especialmente en aguas lentas o estancadas. Fenómeno que si bien puede dar lugar a unas aguas muy ricas en plantas y materia vegetal, el exceso de plantas y algas en la superficie del agua puede llegar a impedir el paso de luz solar a las capas inferiores, lo que puede terminar con la vida animal y vegetal que se localiza bajo la capa eutrófica de materia vegetal de la superficie, llegando a suponer lo que se denomina como “muerte por exceso de alimentación” o sobrealimentación o exceso de aporte de nutrientes, por lo que el equilibrio natural de estos ecosistemas acuáticos es básico para la supervivencia y salud de este ecosistema.
De modo general las aguas eutróficas son muy ricas en nutrientes y habitualmente presentan un aspecto turbio, teniendo un característico color marrón, por la descomposición de la materia orgánica que se deposita en las mismas, las que permiten el desarrollo de comunidades vegetales acuáticas complejas.
En cuanto a la dinámica natural de estos entornos acuáticos, son de profundidad variable, ricos en nutrientes disueltos (sobre todo nitratos y fosfatos), de carácter permanente, aunque a veces pueden presentar intensas fluctuaciones e incluso desaparecer en verano en años muy secos.
En el concreto caso de la Sierra de Baza, son un conjunto de una seis charcas, de pequeño tamaño, entre 25 y 60 metros cuadrados, muy estables en cuanto a su nivel de agua, separadas entre sí, aunque localizadas todas ellas en una misma zona silicícola, de complejo nevado-filábride, con suelos impermeabilizados, lo que facilita el encharcamiento y retención del agua que nace de forma natural en la zona, dando lugar a este interesante complejo lagunar.
En Andalucía estas formaciones son raras y es importante asegurar su presencia cuando se identifican. Aunque la mayoría de sus especies típicas tienen órganos flotantes, facilitando su reconocimiento en la superficie del agua, las formaciones de acropleustófitos (lemnáceas) evidencian, con frecuencia, la respuesta del medio a la eutrofización antrópica. En este caso de eutrofización antrópica, el hábitat no podría ser considerado como HIC. Al igual ocurre cuando aparece un exceso de llamado helechos de agua (Azolla filiculoides), que se considera una especie invasora indicadora de contaminación humana.
En cualquier caso destacar que las especies vegetales típicas que se desarrollan en cada localización concreta de este HIC van a depender de aspectos como el grado trófico alcanzado, la morfometría y las características del lecho, o la mineralización del agua, entre otros. Unas soportan aguas más o menos eutrofizadas (Lemna gibba, L. minor y Spirodela polyrhiza), mientras que otras (Nymphaea alba y Nuphar luteum) prosperan en lagunas más pobres en nutrientes (aguas mesotróficas). En general las comunidades vegetales de estos medios son muy diversas estructuralmente. El aspecto general viene condicionado por la dominancia, en cada caso, de unas pocas especies de morfología determinada y característica (biótipos).
En el concreto caso de la Sierra de Baza, las especies vegetales dominantes en estas charcas eutróficas son Lemna minor, Potamogeton pectinatus, algas verdes, junto con algunos juncos y particularmente, rodeando estas charcas Carex paniculata subsp. paniculata, que forma grandes macollas muy vistosas, que le dan una atractiva peculiaridad a todo este entorno.
Un HIC de gran belleza paisajística e interés ecológico
© José Ángel Rodríguez
Fotografiando una de las lagunas eutróficas de la Sierra de Baza.
La belleza de estos HIC en el ámbito de su localización en la Sierra de Baza, se ve acrecentada por su rareza y singularidad dentro de un entorno subestepario, donde son muy raros y pocos frecuentes las masas de agua, aunque sean de pequeña entidad, por lo que se trata de un HIC a proteger y preservar, no solo por su singularidad y excepcionalidad, dentro de este territorio, sino también por su marcada importancia ecológica.
Fauna de vertebrados presentes en estas charcas eutróficas
© José Ángel Rodríguez
Rana común fotografiada en una de estas charcas eutróficas.
La fauna de vertebrados relacionados con medios acuáticos dulcícolas y presentes en estas charcas eutróficas, es de gran importancia. En el concreto caso de la Sierra de Baza, destacan los anfibios, siendo la rana común (Pelophylax perezi) y el sapo corredor (Bufo calamita), las especies más frecuentes en las mismas. Los insectos de agua dulce está también muy bien representados y las aves acuden también a las mismas a atender sus necesidades de agua, especialmente durante el verano y en las épocas más secas, por lo que constituyen estas charcas unos auténticos oasis de biodiversidad animal.
Principales problemáticas a las que se enfrentan las lagunas eutróficas de la Sierra de Baza
© José Ángel Rodríguez
Laguna eutrófica en la Sierra de Baza, en un excelente estado de conservación natural.
El estado actual de estas laguna podemos calificarlo como MUY BUENO, habiendo podido comprobar por el seguimiento temporal que hemos hecho de estos enclaves a lo largo de los años, como mantienen su nivel freático y de agua embalsada estable, sin que lleguen a secarse ni en las épocas más secas del final del verano, por lo que lo aconsejable es que se mantenga su situación actual, sin llevar a cabo ninguna actuación ni en las charcas ni en su entorno, lo que podría alterar la dinámica natural y equilibrio ecológico en que se encuentran, estas charcas de una forma irreversible.
Es por ello por lo que como medida más urgente y prioritaria, proponemos la catalogación, topografía e identificación de todas estas lagunas eutróficas naturales, estableciendo una zona perimetral de seguridad en el entorno a las mismas, en la que no pueda llevarse a cabo actuación forestal ni humana de tipo alguno, como principal garantía de la preservación de estos singulares ecosistemas para futuras generaciones, lo que estimamos puede ser suficiente para mantener su actual estado de salud.
© José Ángel Rodríguez
Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans) bañándose en una charca eutrófica de la Sierra de Baza.
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