Hábitats de Interés Comunitario del Parque Natural Sierra de Baza y su entorno (XII)
Alamedas y saucedas arbóreas
Código de la Unión Europea: 3150_0
Por José Ángel Rodríguez
© José Ángel Rodríguez
Álamos blancos (Populus alba) en el arroyo Balx, en las proximidades de Rejano.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/05/2022
Constituyen este Hábitat de Interés Comunitario (HIC), bosques riparios, los llamados bosques galería, dominados por álamos blancos (Populus alba) o sauces arbóreos, fundamentalmente Salix alba y S. atrocinera con cobertura arbórea mínima del 30% (en ocasiones 25%) y estrato arbustivo y herbáceo característico. Localizándose en tramos medios y bajos de ríos, sobre sustratos de textura fina (limos o arcillas) básicos, tolerando alguna salinidad.
Las repoblaciones se consideran pertenecientes a este HIC 92A0_0, cuando son formaciones maduras con sotobosque desarrollado y se encuentran dentro de su área de distribución natural.
Las alamedas prosperan hasta los 1.400 metros de altitud, en áreas desde termomediterráneas hasta supramediterráneas, mientras que las saucedas poseen un rango óptimo entre los 400 y los 1.500 metros, en zonas meso-supramediterráneas.
Las alamedas suelen alcanzar un porte elevado y, en muchos casos, contienen un estrato inferior con olmos y/o fresnos. Se establecen en orillas de ríos de caudal continuo, pero también en lechos de cauces estacionales o en las vegas de los cursos fluviales de mayor entidad, constituyendo la vegetación de ribera de mayor madurez.
Distribución de este hábitat a nivel comunitario andaluz
Mapa de distribución de este HIC a nivel comunitario andaluz.
Según la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” (Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Secretaria General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático, 2020), este HIC está muy bien representado en casi toda la región, en los ríos de más entidad, siendo más raro en Huelva, norte de Córdoba y en la provincia de Almería. En el concreto caso del Parque Natural Sierra de Baza, la presencia de este HIC, está limitada a los tramos bajos de los ríos y arroyos de la zona silicícola: Morax, Uclías y Balax, donde se mezclan con tarajales, en su discurrir por amplias vegas fluviales, que han venido siendo aprovechadas para el cultivo desde la antigüedad, por lo que esos paisajes, particularmente en su entorno, se encuentran muy antropizados y el paisaje en ciertos aspectos degradado, por la explotación histórica de estos terrenos.
Principales características de este hábitats
© José Ángel Rodríguez
Vegetación intrazonal característica de este Hábitats de Interés Comunitario en el Parque Natural Sierra de Baza.
En las proximidades de los cursos de agua, las duras condiciones climáticas del clima mediterráneo y su extrema sequía estival se atenúan. Ello determina que en estos lugares aparezcan bosques frondosos y en ocasiones de aspecto impenetrable, con grandes árboles que se desarrollan a lo largo de los cursos de agua, formando una característica vegetación intrazonal, condicionada por el gradiente de humedal del suelo, que permite la presencia de una vegetación eurosiberiana, delatada por su carácter caducifolio, la que aparece condicionada por la presencia de agua abundante, que diferencia claramente esta vegetación del entorno más árido por el que discurren estos cursos de agua.
La vegetación de este HIC, presenta como característica la presencia de los llamados bosques en galería de los márgenes de los ríos, nunca en áreas de alta montaña, dominados por especies de chopo o álamo blanco (Populus alba), sauce blanco (Salix alba) y olmo (Ulmus minor y Ulmus montana).
Como destaca Olmedo Cobo en su publicación “Biogeografía y Vegetación de la Sierra de Baza”, Granada-2019, esta vegetación pertenece a los dominios seriales de la serie basófila del álamo blanco: Rubio tintorum-Populeto albae Sigmetum, de corología íberolevantina y bética, propia de ambientes mesomediterráneos, la que dependiendo del nivel de inundación contactan o son sustituidas por espadañales, juncales o gramales, que configuran los llamados carrizales y espadañales ibéricos mesomediterráneos de la asociación Typho angustifoliae-Schoenoplectetum glauci.
Las saucedas blancas ocupan suelos más profundos y estables en cursos fluviales de áreas supramediterráneas, donde suponen la vegetación madura. Hacia el cauce contactan con saucedas arbustivas o mimbreras, siendo sustituidas por zarzales de Rubus ulmifolius y otros arbustos espinosos como rosa canina y majuelos (Crataegus monogyna), vegetación que a su vez pueden ser reemplazada por juncales y herbazales.
Fauna presentes en estos sotos
© José Ángel Rodríguez
Mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus) posados en un rosal silvestre (Rosa canina).
La fauna de estos bosques de ribera es rica, como corresponde a un medio muy productivo en el que están presentes especies higrófilas o típicas de áreas de un microclima más húmedo, a lo que se suma el efecto refugio que ofrece el soto para las especies animales que se establecen en estos bosques en busca de agua o de condiciones microclimáticas menos adversas que en su entorno. Al efecto resulta característica la avifauna, con particular importancia de las especies visitantes estivales, como el ruiseñor (Luscinia megarhynchos), la oropéndola (Oriolus oriolus), el chochín (Troglodytes troglodytes), mosquiteros (Phylloscopus sps.), currucas (Sylvia sps.), etc.
Atraídos por el agua, también por la abundancia de aves presentes en estos lugares, igualmente acuden a estos sotos algunos mamíferos carnívoros en busca de presas con las que alimentarse, como garduñas, comadrejas o ginetas, que también buscan refugio entre las marañas de las zarzas y arbustos espinosos propios de este HIC.
Principales problemáticas a las que se enfrentan las alamedas y saucedas arbóreas de la Sierra de Baza
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Sotos de Populus alba y Salix alba al pie del Monte de la Semana (valle fluvial del arroyo Uclías).
Los históricos aprovechamientos agrarios de las vegas fluviales en que se localizan las alamedas de álamo blanco y las saucedas de sauce blanco, que además coincide con la zona más basal de este macizo montañoso y por tanto con más facilidad de acceso humano, lo que ha facilitado el histórico uso intensivo de estos lugares, con aprovechamientos tanto agrícolas como ganaderos, lo que ha degradado en gran medida estos bosques climácicos, que llegan a desaparecer de amplios tramos de su área natural, más allá de puntuales rodales de arbolado en todo caso de carácter paraclimático (Olmedo Cobos, 2019, obra citada pág. 110).
La recuperación natural de estos sotos es muy complicada, por la notable presión antrópica que estos lugares siguen sufriendo, aunque se ha constatado una general mejoría en los últimos años, particularmente auspiciada por la labores de vigilancia y control que se viene efectuando en estos lugares, que forman parte del dominio público hidráulico, por los servicios competentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Proteger los bosques galería, los sotos y riberas fluviales, que constituyen corredores para la vida silvestre, sin duda alguna va a favorecer a su recuperación natural, la que debe de ir dirigida a evitar su fragmentación, mediante el mantenimiento de una continuidad en la arboleda, de forma que no se produzca un aislamiento de poblaciones, restándole conectividad a estas formaciones vegetales intrazonales (Agustina Sterling Carmona, 1996), por lo que la recuperación de su conectividad debe de ser uno de los restos de gestión en este espacio protegido.
© José Ángel Rodríguez
Sauces blancos (Salix alba) de magnífico porte en el arroyo Uclías, en las proximidades de Los Frailes.
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