La preocupante sequía que estamos viviendo este verano, unido a unas temperaturas muy altas, agrava el riesgo de incendios forestales
La situación debe hacernos extremar todas las medidas preventivas posibles para evitar fuegos en nuestros montes, recuperando los aprovechamientos agrícolas de los antiguos campos de cultivo, que actúen como cortafuegos naturales
© Agustín Orduña
Helicópteros interviniendo en uno de los incendios sufridos en precedentes años en la Sierra de Baza.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/08/2022
En la zona de Baza, prácticamente no ha llovido desde el pasado 5 de mayo, hasta el punto de que en los últimos tres meses (mayo, junio y julio de 2022) tan solo se han contabilizado 8,6 mm distribuidos en solo 4 días con lluvias, de ellos 3 en mayo, los días 3, 4 y 5 de mayo, en los que se contabilizaron 1,6, 6,4 y 0,4 mm, mientras que en junio tan solo se contabilizaron precipitaciones el día 1 de junio con unos exiguos 0,2 mm, mientras que julio de este año se ha cerrado el año sin un solo día de lluvia.
Si a los anteriores datos unimos que durante la pasada primavera, en los meses de marzo y abril se registraron una anormales y excepcionales precipitaciones, que disparo la producción de material vegetal estacional, que con la falta de lluvia y aumento de las temperaturas se ha secado, sin haber sido consumida por la cabaña ganadera, en mínimos en estos momentos en el conjunto del Parque Natural Sierra de Baza, nos encontramos con que la situación es muy preocupante y el riesgo de incendio forestal, es extremo en el conjunto de este espacio protegido, lo que debe de acentuar las medidas para prevenir fuegos, recordando al efecto como desde el 1 de junio y hasta el 15 de octubre, se encuentra prohibido encender fuego en todas las zonas forestales y su áreas de influencia, incluso en barbacoas y áreas recreativas, también se encuentra prohibido el uso del fuego para llevar a cabo quemas agrícolas, como se encuentra prohibido el uso de maquinaria y vehículos de motor en zonas forestales.
La recuperación de los usos y aprovechamientos tradicionales de los montes, un reto para frenar los incendios forestales
© Proyecto Sierra de Baza
Terrenos de cultivo en la vega de Bailén.
Todos estos bancales actúan como cortafuegos naturales, de aquí su importancia en la adecuada gestión forestal de nuestros montes.
Independientemente de estas genéricas prohibiciones, debemos extremar nuestras particulares prevenciones para evitar fuego, siendo especialmente cuidadosos con evitar todo lo que pueda producir fuego, como el abandono de colillas y sin dejar tampoco abandonados residuos sólidos capaces de generar un fuego, como botellas de vidrio o envases metálicos y si los encontramos abandonados adoptar la cívica conducta de retirarlos y llevarlos hasta un contenedor de basura, para su correcto tratamiento.
Aun cuando debe de ser la gestión forestal, la recuperación de los usos y aprovechamientos tradicionales de los montes, uno de nuestros principales aliados contra la prevención de incendios y lucha contra su propagación, al efecto es de destacar como el paisaje es también un arma contra el fuego, para lo que la existencia de un paisaje en mosaico, en la que haya manchas de bosque, de cultivo, de matorral, de pastos… en suma una heterogeneidad de ecosistemas y de ambientes, que es la estructura del paisaje que da más estabilidad frente a la prevención y control de los incendios forestales. Por lo que desde nuestra asociación, hacemos una llamada a que se favorezca, dentro del territorio del Parque Natural Sierra de Baza, la recuperación de antiguos terrenos de cultivo, lo que además de suponer recuperar uno de los aprovechamientos históricos y tradicionales de estos montes, va a producir una sustancial mejora en la gestión de la prevención y lucha contra los incendios forestales, el histórico y tradicional enemigo de nuestros campos y montes, que este año, por las excepcionales condiciones climáticas que estamos viviendo y se teme se agrave en los próximos meses, se nos presenta aún más amenazante y dañino, estando en nuestras manos, en las de todos, contribuir a la prevención de incendios forestales, con medidas de sensibilización y participación activa para su erradicación y control en nuestros montes.
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