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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 297 - Marzo 2024

NOTICIAS

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Curiosidades ecológicas: fuego y plantas


¿Cómo actúan los vegetales ante el fuego?

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© Proyecto Sierra de Baza
Cañas (Arundodonax) rebrotando con vigor en una zona de bosque de ribera incendiada. Río de Baza.

PROYECTO  SIERRA DE BAZA
01/08/2022

Desde el pasado 1 de junio y hasta el 15 de octubre, estaremos en Andalucía en temporada de riesgo “MUY ALTO” de incendio forestal, una situación que se está viendo agravada por al proliferación de incendios forestales en nuestros montes, hasta el punto de que se estima que a la fecha en que se cierra esta edición de nuestra revista digital de agosto-2022 (finales de julio-2022), han ardido ya en España este año 2022  unas 200.000 hectáreas, con unos 30 grandes incendios forestales, al efecto destacar que se consideran grandes incendios forestales todo aquel incendio que llega a las 500 ha de superficie forestal quemada (250 ha en las islas Canarias), lo que sitúa estos datos como los más graves de los últimos veinte años, con el agravante de que aún no hemos alcanzado el ecuador del verano-2022 y se piensa que lo peor puede estar aún por venir.

Siendo conscientes de que el gran enemigo de la especies vegetales, de la biodiversidad en general, es el fuego, de modo que en uno de estos grandes incendios puede terminar en una hora toda la vida vegetal y animal que se ha ido formando a lo largo de los últimos cientos de años, vamos a comentar en estos breves apuntes, la incidencia que tiene el fuego en las especies vegetales, ya que no todas reaccionan del mismo modo ante el mismo, ni tienen la misma capacidad de sobrevivir antes el fuego, un enemigo que tenemos junto con nosotros y contra el que tenemos que aprender a luchar, pero también a convivir con él. 

Las planta pirófitas

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© Proyecto Sierra de Baza
Zona afectada por un incendio forestal en recuperación natural. Sierra de Cazorla. 

Aunque, existen algunas especies que son consideras como especies pirófitas o pirófilas, dentro de las que se incluyen las especies vegetales, que como su etimología dice, les gusta el fuego (del griego piro = fuego y phyton = planta), no existe ninguna planta en el reino vegetal a la que propiamente le guste el fuego, por lo que esta denominación es engañosa.

Hay que aclarar que al referirnos a “plantas pirofitas”, lo estamos haciendo para aludir a las especies vegetales que se encuentran adaptadas a sobrevivir ante un incendio, lo que se piensa es una adaptación natural de las plantas en lugares y climas donde los incendios son recurrentes, ya que las especies que no soportan esos fuegos mueren y dejan ese nicho, ese espacio, para las especies “resistentes” al fuego, por lo que se produce una selección natural de las mismas. Además, las especies que sobreviven a esta perturbación van a tener a su disposición, por norma general, gran cantidad de nutrientes procedentes de las propias cenizas y otros restos orgánicos quemados, también más espacio y luz, lo que puede favorecer su desarrollo.

Las áreas geográficas con más incendios forestales son en aquellas con climas áridos y semiáridos, como el clima Mediterráneo. Esto es debido a que existen periodos de altas temperaturas y baja humedad, lo que favorece estos incendios, por lo que por selección natural muchas de las especies presentes en estos hábitats son pirófitas.

Tipos de plantas pirófitas

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© Proyecto Sierra de Baza
La retama se considera una planta pirófita, ya que tras un incendio y favorecida por la larga raíz con que cuenta, puede rebrotar sin dificultad. 

Dentro de las llamadas plantas pirófilas, podemos encontrar diferentes clasificaciones, como son las de: 

Especies con resistencia pasiva al fuego. Dentro de las que se engloban algunas especies que tienen características que las hace capaces de soportar incendios poco virulentos sin morir. Estas características puede que no sean específicas para soportar el fuego directamente, pero les ayuda a ello, como son los árboles que poseen corteza de gran espesor, que protegen la parte maderable del árbol. Un ejemplo típico de este tipo de plantas es el alcornoque, también el palmito o la encina, que se estiman son unas de las especies arbóreas con más tolerancia al fuego

Especies rebrotadoras tras el fuego. Las que incluyen a aquellas especies que aun cuando se quemen completamente, la raíz y algunas partes del tronco no mueran. Tras un incendio, estas especies son capaces de rebrotar rápido, porque aunque parezca que están muertas, realmente no lo están. Además se aprovechan de que tienen un extenso sistema radicular al servicio de los pequeños nuevos brotes. Ejemplos de estas plantas rebrotadoras lo tenemos en la retama, en el esparto o en la caña común.

Especies pirófilas germinadoras o semilladoras. Por último tenemos a un grupo de especies que sus individuos si mueren tras un incendio, pero disponen de semillas que aguantan perfectamente los fuegos sin perder su capacidad de germinación, utilizando incluso el fuego para dispersarse, al producirse “explosiones” que al quemar la envoltura de las semillas las lanza a cierta distancia, lo que también puede favorecer la propagación del fuego. Ejemplos de estas plantas tenemos especies como el romero (Rosmarinus officinalis), las jaras (Cistus sps.), así como varias especies de pinos (Pinus sps.).

Para finalizar destacar como es tal la adaptación de estas plantas al fuego, que algunos ecosistemas forestales muy humanizados solo son posibles de mantener bajo una frecuencia de incendios mediana a alta, por lo que se ha venido recurriendo al fuego para que no evolucionen a otras fases más avanzadas de las series vegetales, como ocurre con algunas praderas naturales que recurrentemente han venido siendo quemadas por los ganaderos para mantener los pastos, una práctica agrícola que está hoy en día totalmente prohibida, por los peligros que entraña el uso del fuego y la gran amenaza que representa el mismo sobre la biodiversidad animal y vegetal.

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