Hábitats de Interés Comunitario del Parque Natural Sierra de Baza y su entorno (XX)
Retamares termófilos mediterráneos y similares
Código de la Unión Europea: 5330_3
Por José Ángel Rodríguez
© José Ángel Rodríguez
Paisaje típico de retamar termófilo en la Sierra de Baza. En la imagen el Monte de La Semana, con los terrenos esteparios de la Hoya de Baza al fondo.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/12/2022
Integran este Hábitat de Interés Comunitario (HIC) formaciones de Retama sphaerocarpa, la llamada retama amarilla, con densidad variable acompañada por otras especies en las estaciones más cálidas de Andalucía. Se excluyen las formaciones de retama blanca (R. monosperma) propias de arenas y dunas litorales adscritas al HIC 2260_2+.
Esta comunidad arbustiva, está incluida como subtipo de los llamados Matorrales áridos y semiáridos (Matorrales termomediterráneos y pre-estépicos). Hábitat que ha sido calificado como “uno de los más complejos de España dada su amplia distribución, que incluso alcanza en su definición oficial la región Macaronésica, y la gran diversidad de especies que lo caracterizan”, tal y como se destaca en las “Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España”, que tiene editada la Dirección General de Medio Natural. Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. A nivel de la comunidad autónoma andaluza, este hábitat se distribuye de un modo extenso por toda Andalucía, con gran diversidad de especies y comunidades, con una elevada variabilidad ecológica. Motivo por el que, para facilitar una gestión y manejo adecuados, además de permitir su correcta interpretación y reconocimiento, se han establecido siete subtipos, basados en las características fisonómicas, biogeográficas y florísticas, uno de ellos, del que nos ocupamos en esta ocasión, los Retamares termófilos mediterráneos y similares, los que en Andalucía suelen aparecer como formaciones abiertas, dominadas en muchos casos casi exclusivamente por la retama, siendo la especie dominante la Retama sphaerocarpa al aportar la mayor parte de la biomasa a las comunidades presentes. En esta comunidad vegetal predominan los microfanerófitos (plantas leñosas entre 2 y 10 metros cuyas yemas de reemplazo se encuentran en vástagos por encima de los 20-50 cm del nivel del suelo o del arranque del tallo en las formas reptantes) que conforman estructuras de densidad muy variable, desde muy baja a muy elevada, lo que permite, en el primer caso, el desarrollo de pastizal entre los arbustos.
Distribución de este hábitat a nivel comunitario andaluz
Mapa de distribución de este HIC a nivel comunitario andaluz.
Según la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” (Junta de Andalucía. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Secretaria General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático, 2020), este HIC aunque presente en toda la comunidad autónoma andaluza, se localiza principalmente en el territorio oriental y septentrional de Andalucía. En el concreto caso de la Sierra de Baza está muy bien representado en toda la zona basal, alcanzando gran densidad en todo el pie de monte de la periferia del Parque Natural Sierra de Baza, particularmente en su cara norte, donde se entremezcla con los cultivos de secano de las llanuras próximas a los núcleos de población de Balax y Rejano, en el término municipal de Caniles, así como en el entorno del Monte de La Semana, donde estos retamares alcanzan su mayor densidad.
Principales características de este hábitat de interés comunitario. Especies latentes a la sequía
© José Ángel Rodríguez
Las formaciones retamoides pueden alcanzar una amplia cobertura.
Según la publicación “Guía de Identificación de Hábitats de Interés Comunitario de Andalucía” que venimos comentando, este HIC puede ocupar todo tipo de sustratos, generalmente en climas cálidos y más bien secos, prefiriendo áreas mesomediterráneas, seco-subhúmedas, más o menos cálidas, del interior, pudiendo alcanzar los tres metros de altura, presentándose aislados los pies de retamas, en muchas ocasiones, con ejemplares dispersos, que permiten el desarrollo de pastizales de diferentes especies herbáceas bajo su cubierta protectora, donde aparecen entremezcladas especies leñosas y herbáceas como Cytisus scoparius, Genista scorpius, G. cinerea. G. spartioides, G. umbellata, Phlomis purpurea, Dactylis glomerata subsp. hispanica, Cistus salvifolius, C. ladanifer, Arrenatherum album, Lavandula pedunculata, Halimium umbellatum subsp. viscosum, Thymus mastichina subsp. mastichina, Phlomis purpurea, Coronilla juncea, Genista umbellata, Phlomis purpurea, Coronilla juncea o Genista umbellata.
Una de las principales características de la vegetación natural que se localiza a cobijo de estos retamares, es la de que dominan las especies consideradas como “latentes a la sequía” las que son especies perennes no suculentas, que adoptan una estrategia similar a la de los prados terófitos, ya que restringen su crecimiento a los períodos en que hay suficiente humedad disponible. Esta estrategia es la adoptada por los criptófitos y hemicriptófitos, aunque también es compartida por algunos camefitos, se caracterizan por tolerar períodos de desecación, permaneciendo inactivos o incluso desvanecidos durante éstos períodos secos. Generalmente son arbustos de hoja caduca en los que los órganos subterráneos permanecen latentes durante los períodos secos pero responden rápidamente cuando el suelo ante la presencia de humedad. En esta estrategia de supervivencia los brotes se desarrollan rápidamente después de que las raíces tomen forma, y se active el crecimiento de los órganos subterráneos, que no poseen mecanismos especializados para conservar agua. Sólo después florecen y producen frutos, aunque pueden prescindir de esta fase en los años más secos (Javier Cabello Piñar, Daniel Morata Toledo, Rüdiger Otto y José María Fernández Palacios. “Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España”, 2009).
A lo anterior añadir que como destacan F. Gómez Mercado y F. Valle Tendero (“Mapa de Vegetación de la Sierra de Baza”, 1988) estas formaciones pueden representar el primer estadío de degradación del bosque, sobre suelos profundos y de alta xericidad estival. Sobre suelos rocosos y más húmedos serían desplazados por el espinal.
© José Ángel Rodríguez
Explosión vegetal en un retamar termófilo de la Sierra de Baza en una primavera lluviosa. Fotografía tomada el 11/05/2013 en las proximidades de Rejano.
Fauna presentes en este HIC
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+Perdices rojas moviéndose en un retamar.
Los retamares termófilos mediterráneos son muy importantes para la fauna silvestre, especialmente para las aves esteparias, de las que la mayoría de las especies sufren un declive de sus poblaciones, hasta el punto de que actualmente, las aves esteparias son el grupo de vertebrados con una mayor proporción de especies amenazadas, hasta el punto de que el 60% de las mismas tiene algún grado de amenaza. Aquí podemos localizar especies como el bisbita campestre (Anthus campestris), la curruca tomillera (Silvia conspicillata), la collalba negra (Oenanthe leucura), la tórtola europea (Streptopelia turtur) o el alcaraván común (Burhinus oedicnemus), junto con otras especies canoras como jilgueros (Carduelis carduelis) o el pardillo común (Carduelis carduelis) u otras aves de interés cinegético como la perdiz roja (Alectoris rufa) o la codorniz común (Coturnix coturnix), son algunas de las especies de aves que podemos localizar en este hábitats de interés comunitario.
Los mamíferos, especialmente lagomorfos como conejos y liebres, también encuentran en este hábitat un importante nicho ecológico para sobrevivir y reproducirse, siendo de destacar como los hábitos alimenticios y etológicos de estas últimas especies dan un aspecto sabanoide al paisaje típico conformado por retamares, en que hay una presencia apreciable de conejos y/o liebres.
Valores de este HIC y consejos de gestión
© José Ángel Rodríguez
Ovejas pastando en primavera el interior de un retamar termófilo de la Sierra de Baza.
Desde un punto de vista de la estructura y la función de los ecosistemas, estos retamares termófilos tienen gran importancia por su efecto enriquecedor del suelo y por proteger contra la desertificación, además de aportar el recubrimiento necesario para evitar la erosión y la pérdida edáfica tras lluvias severas.
La presencia de algunas de las llamadas plantas de medicinales en este HIC y con interés etnobotánico es otro valor que también debe de ser destacado como un activo para su conservación, por la generación de rentas que puede generar su uso sostenible.
Otro factor a destacar en relación con la importancia de este HIC, es el de que los retamares favorecen el crecimiento de otras especies, especialmente herbáceas, no solo por su contribución al incremento de nutrientes y materia orgánica en general, al fijar el nitrógeno, sino porque también favorecen la humedad edáfica, al estar dotados de una raíces muy largas, que pueden alcanzar decenas de metros, al tiempo que protegen de la radiación solar, etc., facilitando la germinación de semillas y la supervivencia de las plántulas.
Para finalizar destacar como el mantenimiento de estas comunidades es de gran interés ecológico, al soportar suelos en buen estado de desarrollo, potencialmente aptos para regenerar una vegetación más madura, siendo también muy interesantes desde el punto de vista del aprovechamiento ganadero (F. Gómez Mercado y F. Valle Tendero “Mapa de Vegetación de la Sierra de Baza”, 1988) . Otro factor a destacar es el de que -como hemos apuntado a lo largo del desarrollo de esta ficha- en la zona natural en que se localizan estos retamales termófilos, es muy acusado el estrés hídrico, especialmente durante el verano, por lo que sólo especies fisiológicamente bien adaptadas a estos períodos de sequía pueden existir en éstos ambientes pre-esteparios, por lo que cualquier alteración de esta comunidad vegetal, con roturaciones de terrenos u otros tipos de prácticas que impliquen deforestaciones, más o menos intensas, o movimientos de tierras, pueden tener consecuencias irreversibles en el mantenimiento y conservación de la vegetación natural propia de este HIC.
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