Cuatro millones de euros van a destinarse a combatir el decaimiento forestal en el Parque Natural Sierra de Baza
Así lo anunció el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno en su visita a Baza el 9 de noviembre
© Proyecto Sierra de Baza
Pinar en decaimiento forestal en el Barranco de la Fonfría, con una total ausencia de sotobosque ni de vegetación arbustiva en su interior.
Con la finalidad de combatir el decaimiento forestal en el Parque Natural Sierra de Baza, que viene sufriendo su masa de coníferas, se ha anunciado un paquete de medidas económicas que se van a prolongar en los próximos años, con un montante estimado de cuatro millones de euros, hasta el 31 de diciembre de 2023. Informándose de que a lo largo del presente año se ha hecho ya una inversión de 754.000 euros en proyectos de Naturalización de Pinares en Baza y Huétor, que están ya prácticamente finalizados; otros 544.000 euros se van a destinar en el proyectos de apoyo a la regeneración natural en área de pinar afectado por procesos de decaimiento en el Parque Natural de la Sierra de Baza, ya licitados y que se adjudicaran en breve; y casi 1,5 millones en actuaciones selvícolas urgentes en masas de pinar afectadas por procesos de decaimiento en la Sierra de Baza, en el entorno de Los Montes de Los Frailes y la Semana, que se estima terminarán de ejecutarse a principios de 2023, siendo la ejecución ya realizada la de un 86%”. También se quiere actuar contra la plaga de muérdago en la Fonfría, Barranco de la Canaleja y Solana de Bastidas, actuación que se ha comenzado ahora teniendo un plazo de ejecución de doce meses.
Una masa forestal con origen en los años 60 y 70 del pasado siglo que no ha recibido atenciones silvícolas
© Proyecto Sierra de Baza
Pinar con una alta densidad de plantación y con una grave afectación por la plaga de la procesionaria en el Barranco del Cascajal.
La masa de coníferas de la Sierra de Baza y montes e su entorno, procede en gran medida de las repoblaciones forestales llevadas a cabo en las décadas de los años 60 – 70 del pasado siglo en la Sierra de Baza (Granada), muchas de ellas emplazadas fuera de su hábitat ecológico natural, con errores históricos de gestión forestal, que se han visto debilitadas por la sequía que arrastramos y los continuos ataques de la oruga de la procesionaria y el muérdago, lo que en los últimos años y de un modo particular a partir del año 2016 en que se hizo más acuciante esta problemática, favoreció la presencia masiva de insectos perforadores, que están actuando como insectos oportunistas sobre estos debilitados árboles, lo que han supuesto ya la muerte de miles de pinos en la Sierra de Baza, una cifra que sigue creciendo y para lo que se hace necesario afrontar nuevos retos de gestión forestal, en los que la disminución de la densidad del número de pies por hectárea, junto con la naturalización de la vegetación propia de estos lugares, deben de ser una prioridad en la gestión forestal de los próximos años, sin afrontar el control de las plagas que sufren estos pinares, para evitar que las mismas se continúen extendiendo y se conviertan en epidémicas, afectando al conjunto de las masas forestales de coníferas de la Sierra de Baza.
El cambio climático detrás de este decaimiento forestal, pero también el abandono de los usos y aprovechamientos tradicionales de los montes
© Proyecto Sierra de Baza
Pinos afectados por el muérdago en el Collado del Resinero, dando vistas al Pinar de la Fonfría.
Ha sido la disminución de las precipitaciones, alarmantemente bajas en los dos últimos años, unido al aumento de las temperaturas que se han registrado en los últimos años, particularmente durante la época invernal, lo que ha acentuado el estrés hídrico-térmico de estos árboles, que se han visto cada vez más debilitados y las plagas, especialmente la de procesionaria, y el muérdago, las que han ido haciendo mella en los mismos y todos estos árboles, especialmente los pinos resineros (Pinus pinaster), una especie completamente fuera de su contexto y sitio natural, han sido los primeros que han ido cayendo y hoy en día podemos ver extensas superficies de estos montes donde centenares, miles, de estos árboles se han secado y han muerto en los últimos años, lo que es perfectamente apreciable en montes como el entorno de Los Frailes, posiblemente las zonas más afectadas por esta situación. Todo ello sin olvidar la problemática que ha generado el muérdago, una plaga que ha continuado avanzando sin control alguno, en los últimos años: «Es tal la magnitud alcanzada por la plaga que está terminando con la vida de miles de pinos», se indicaba por la Asociación Proyecto Sierra de Baza en febrero del 2016 estimándose como entonces la zona más afectada era el Barranco de la Fonfría, «donde casi el 20 % de los árboles de la masa forestal habían muerto o están moribundos por el muérdago», una cifra que ha seguido creciendo en los últimos seis años, de modo que los árboles afectados por el muérdago en este paraje pueden suponer una cifra entorno al 50 % de los pies, siendo los pinos laricios o salgareño (Pinus nigra) lo más afectados por esta plaga, que al proliferar en árboles debilitados por la sequía, ha terminado de matarlos, mucho de estos casos, una problemática contra que se quiere comenzar a actuar a lo largo de los próximos meses.
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