Etnobotánica de la Sierra de Baza: La Escabiosa (Scabiosa sps.)
© José Ángel Rodríguez
Detalle de la atractiva floración de la escabiosa mayor (Scabiosa turolensis subsp. turolensis).
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/01/2023
También conocida con los nombres populares de acerico, hierba de la sarna o viuda silvestre, la Scabiosa es un género de la antigua familia Dipsacaceae ahora subfamilia de Caprifoliaceae de cardos con flores, que comprende 554 especies descritas y de estas, solo 22 aceptadas.
En el Parque Natural Sierra de Baza, la especie más abundante es la llamada escabiosa mayor (Scabiosa turolensis subsp. turolensis), la que podemos encontrar tanto en los pisos supra como oromediterráneo, con ombroclima seco o subhúmedo, floreciendo en la época estival, entre junio y agosto. En la zona basal, como es el entorno de los Llanos de la Atalaya, podemos encontrar la escabiosa menor (Scabiosa stellata), que es también muy abundante, apareciendo en prados secos, estando limitada a los pisos meso y supramediterráneo, floreciendo antes que la precedente especie. También ha sido citada la presencia de la Scabiosa sicula en el Cerro Jabalcón, ya fuera del perímetro del Parque Natural Sierra de Baza.
La floración de la escabiosa, la que se presenta en capítulos compuestos, es muy atractiva, por lo que se utiliza mucho esta planta en jardinería, donde podemos encontrar gran número de variedades cultivadas, teniendo la peculiaridad de que sus flores son hemadrotitas, de modo que se reúne los dos sexos en el mismo individuo, siendo los capítulos florales primero potencialmente masculinos (tienen androceo), para pasar a ser luego funcionalmente a ser femeninos, con la presencia de gineceo, dando paso a un fruto más o menos peloso, que se dispersa con el viento.
Esta planta normalmente se comporta como anual, aunque puede localizarse también especies dentro de este género especies bianuales, e incluso perennes. Unas y otras podemos diferenciarlas por las características del tallo, siendo enteramente herbáceo en las especies anuales o con la base lignificada en las perennes.
En cuanto a tamaño, es muy variable, incluso dentro de la misma especie, pudiendo presentar una gran variedad de alturas, lo que es debido a las condiciones ecológicas y del sustrato en que nacen, de forma fundamental.
Usos etnobotánicos
© José Ángel Rodríguez
Escabiosa mayor (Scabiosa turolensis) en su hábitat natural de la Sierra de Baza, creciendo entre el matorral heliófilo.
Según Pio Font Quer, en su célebre obra “Plantas Medicinales. El Dioscórides Renovado”, la principal virtud de la escabiosa, es la de curar la sarna, de hecho uno estos nombres populares con los que es conocida esta planta de “hierba de la sarna”, alude al principal uso medicinal que ha tenido esta planta: para tratar y curar la sarna, para lo que refiere Font Quer que se empleaba en infusión, con la que se trataba la zona infestada, la que se obtenía cociendo una onza de la planta en un litro de agua.
La escabiosa, también se ha empleado para lavar heridas y las llagas que deja el sarampión en los infantes, al estimarse que es una planta detersiva (tiene propiedades desinfectantes y purificadoras). Precisamente por estas propiedades desinfectantes, en la farmacopea clásica aparece recomendados los lavados con la infusión de esta planta como antipruriginosa, para aliviar los picores, en pruritos, picaduras de insectos y sobre eccemas y dermatitis, para lo que se usaba tanto en baño o lavado con su infusión, como untando la zona afectada sirviéndose de una gasa o algodón empapado en el líquido, con el que se limpiaba la a tratar. La infusión de escabiosa, también se ha utilizado para reducir la dermatitis y los granos de la piel, así como las úlceras superficiales de la piel.
Una planta muy bonita y curiosa la escabiosa, con amplias utilidades medicinales, la que no obstante recordamos debe de utilizarse siempre con prescripción y vigilancia facultativa.
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