Los montes de la Sierra de Baza se preparan ante el incipiente cambio climático que se está viviendo, con el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones
Disminuir los pies por hectárea, repartiendo mejor los recursos hídricos disponibles al tiempo que se favorezca el desarrollo de la vegetación arbustiva y arbórea propia del monte mediterráneo, está siendo uno de los objetivos prioritarios de estas actuaciones forestales
© Proyecto Sierra de Baza
Monte de pinos silvestres y laricios, tras la actuación llevada a cabo en la cuenca alta del Arroyo Balax, en el Parque Natural Sierra de Baza (Granada).
Fueron millones, se estima que entre setenta y ochenta millones, los pinos que se plantaron en la Sierra de Baza en las décadas de los años 60 – 80 del pasado siglo en un período mucho más húmedo y fresco que el actual, se ha llegado a decir que los años más húmedos del milenio, lo que permitió que arraigaran los pinos en más densidad y número del que se preveía y hoy en día tenemos extensas masas monoespecíficas de pinos cubriendo muchas de sus laderas, con una densidad muy alta, impidiendo penetre la luz entre los huecos de los árboles y sin que prácticamente exista sotobosque en estos “bosques oscuros”, como con acierto han sido denominados, en los que falta la luz, pero también falta el agua, ya que por la altísima densidad de estos pinares (entre 1.400 y 1.700 pies por hectárea), el agua se queda en las copas de los árboles, sin apenas mojar el suelo, siendo interceptada y evapo-transpirada por el bosque, mientras que una pequeña cantidad se traduce en escorrentía, en agua que va hacia los ríos y acuíferos.
Ahora con la carencia de precipitaciones que estamos viviendo, con una sequía que se alarga ya varios años por debajo de la media histórica, de por sí ya baja en nuestra zona, se traduce en que tenemos un suelo forestal con gran ausencia de agua, lo que está produciendo un debilitamiento de todos estos pies, que ante la carencia de agua persistente pueden sufrir una quiebra del sistema de transporte de agua de los árboles por acumulación de la llamada embolia vegetal, lo cual podría dar lugar a mortalidad y decaimiento en las zonas forestales más vulnerables.
Favorecer la salud de los árboles resulta prioritario
© Proyecto Sierra de Baza
Masa de pinos en decaimiento forestal en el Monte de las Hermanicas. Agosto-2017.
También sabemos que los bosques debilitados por la carencia de agua son más vulnerables a otras amenazas como las plagas forestales, de la que el masivo episodio de mortandad de pinos resineros acontecido a lo largo del año 2016 por los ataques de la cochinilla del pino resinero y escolítidos, nos alerta de las dramáticas dimensiones que este fenómeno puede generar en una masa forestal.
Contra la climatología no podemos actuar, pero sí preparar las masas forestales para luchar contra el incipiente cambio climático que tenemos aquí y una silvicultura de adaptación ante el cambio climática es la rama de la ingeniería forestal, que más campo se está abriendo en los últimos años.
Disminuir la densidad de la masa vegetal
© Proyecto Sierra de Baza
Una densidad superior a los 1.800 pies por hectáreas, se registra en algunos enclaves de la Sierra de Baza. Cuenca alta del arroyo Uclías.
Precisamente para preparar a la gran masa forestal que tenemos en la Sierra de Baza, ante esta disminución de las precipitaciones y correlativo aumento de las temperaturas, se han comenzado algunas actuaciones en la masa de coníferas de este espacio protegido, las que están incluidas dentro del Plan de Aprovechamientos Anual de la Delegación Territorial en Granada, que se están ejecutando a través de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, que mediante concurso público, adjudicó estos trabajos a la empresa INDALFORES S.L.
Según la información que hemos recabado de la Directora-Conservadora del Parque Natural Sierra de Baza, Almudena Cano Serrano, se están realizando claras sobre 124 hectáreas de masas de pinar mixto de pino laricio y pino silvestre de repoblación con altas densidades en el monte “Sierras de Baza” propiedad de la Junta de Andalucía (GR-11017 JA). El comienzo de la corta fue en diciembre de 2022 y ya está próximo a su finalización.
Pasar de 1.700 a 400 pies por hectárea
© Proyecto Sierra de Baza
Trabajos forestales entresacando pies, para disminuir la densidad por hectárea.
Con estas cortas, que se están realizando en el Parque Natural Sierra de Baza, que pretender reducir los pies por hectárea a 400/700 ejemplares, se pretende aumentar las recursos de agua de los pies que queden vivos, al tiempo que se abran claros que permita entre la luz, favoreciendo la regeneración del sotobosque y de praderas que contribuyan a aumentar las disponibilidades de aliento de la fauna silvestre, al tiempo que consigue aumentar la capacidad de adaptación, resistencia y resiliencia de estos montes frente a la situación de cambio climático, donde las temperaturas medias anuales son cada vez más cálidas y las precipitaciones menores y cuya tendencia parece ir al alza.
Los trabajos permiten disminuir la competencia entre individuos, lo que va a suponer una mejora sustancial en estas áreas forestales; además también disminuye la cantidad de combustible disponible de cara a los incendios forestales. Todo ello, bajo el horizonte final de proteger servicios ecosistémicos.
Mejora de la masa forestal para hacerla más resiliente
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La ausencia de sotobosque en todas estas masas de pinar en que se está actuando ahora es manifiesta.
Los trabajos que se están llevando a cabo de un modo experimental, en una zona de pinar de reforestación de pino silvestre y pino laricio que se localiza en las proximidades del límite con la provincia de Almería (Sierra de Los Filabres), para poder trasladar la experiencia a otras zonas del Parque Natural Sierra de Baza, se están ejecutando con dos procesadoras que cortan, desraman, tronzan y clasifican las trozas, dos autocargadores que desemboscan la madera y la apila en cargaderos donde pueden acceder los camiones que finalmente los llevan a distintas plantas en función de si se tratan de madera de industria o de sierra. También es necesario el trabajo de las desbrozadoras que acabarán triturando e incorporando al terreno, la parte de cada pie que no se puede aprovechar.
Las economía locales también se están viendo favorecidas
© Proyecto Sierra de Baza
Algunos de los fustes seccionados de los pinos resultantes tras el aprovechamiento forestal y actuación de mejora de la masa.
Estos trabajos, además de favorecer al actor principal que es el monte, producen un movimiento económico local que afecta tanto a las empresas forestales que ejecutan, como a las que reciben la madera; así como a otros sectores periféricos como pueden ser hostelería, talleres mecánicos, gasolineras, comercio etc. y ello aprovechando las posibilidades que se abren en estos nuevos tiempos, con el auge experimentado por la madera y sus distintos aprovechamientos por la subida de precio y por su interés de nuevo para la construcción y como fuente de energía sostenible.
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