Una nueva enfermedad en los ciervos pone de manifiesto los peligros a los que se enfrenta esta especie
Hasta la fecha no se ha detectado ningún caso de esta nueva enfermedad en el Parque Natural Sierra de Baza, donde se está llevando a cabo un especial seguimiento de la población de ciervos
© José Ángel Rodríguez
Ciervo fotografiado en el Parque Natural Sierra de Baza. Octubre-2022.
La Junta de Andalucía está vigila una enfermedad mortal de los ciervos en las provincias de Córdoba, Huelva y Sevilla, al haberse constatado por técnicos de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul que varios ciervos han muerto debido a la Hemorrágica Epizoótica (EHE), una enfermedad infecciosa no contagiosa, transmitida por mosquitos que afecta a animales rumiantes silvestres y domésticos, pero que en ningún caso afecta a los humanos.
Se trata de una patología que afecta especialmente a los ciervos, aunque también a los corzos y gamos aunque en menor medida, en tanto que no hay riesgo para los venados grandes debido al grosor de su piel, más resistente a la picadura de estos mosquitos.
La Consejería está llevando a cabo trabajos de seguimiento y especial vigilancia de esta situación para evitar la propagación de esta fiebre hemorragica tras detectarse varios positivos en explotaciones de vacuno en los municipios cordobeses de Cardeña y Villanueva del Rey.
En el ganado vacuno puede producir clínica moderada y autolimitante durante unas dos semanas, pero se trata con antibióticos y antiinflamatorios y los animales se curan.
Asimismo, se han detectado focos con muerte de ciervos en Adamuz y Cardeña, en Córdoba, así como en El Pedroso (Sevilla) y en Zufre (Huelva), por lo que los responsables de la Junta piden la colaboración ciudadana para frenar la expansión de esta enfermedad que afecta a la fauna silvestre.
La administración reclama a los cazadores y titulares de los cotos y fincas que informen a las delegaciones territoriales de Medio Ambiente , así como a sus agentes, si detectan algún animal enfermo o con los síntomas de esta enfermedad.
Los titulares de los cotos de caza, en casos en los que los ejemplares están seriamente afectados, pueden hacer uso de la autorización excepcional de caza selectiva de ciertas especies cinegéticas establecida en la Resolución de 30 de mayo de 2023, de la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad, con objeto de parar el sufrimiento y limitar la expansión de la enfermedad.
Los técnicos de la Junta de Andalucía, no recomiendan medidas de bioseguridad que minimicen el riesgo de exposición de la fauna silvestre a los mosquitos transmisores de la enfermedad, que sólo sería recomendable en algunos casos muy concretos en los que los ciervos estén en zonas restringidas, bien por cría o por vivir en un cercado.
En Castilla La Mancha también se ha detectado esta enfermedad
© José Ángel Rodríguez
Ciervo fotografiado en un encinar de la Sierra de Baza. Noviembre-2022.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha hecho pública en el pasado mes de agosto, una nota informativa en la que ofrece información detallada básica, recomendaciones y pautas de actuación ante la enfermedad hemorrágica epizoótica que también está afectando a ciervos de esa región.
La nota, que está siendo divulgada a través de distintas vías y en las redes sociales, explica que esta enfermedad está causada por un virus que se transmite por mosquitos (dípteros) del género Culicoides.
Estos mosquitos se desarrollan en sustratos con gran cantidad de materia orgánica y suficiente humedad y son de pequeño tamaño, con alas muy pequeñas por lo que viajan arrastrados por los vientos, de forma que pueden viajar en poco tiempo a grandes distancias.
Este tipo de mosquito no se reproduce en ambientes acuáticos, como sí ocurre con otro tipo de mosquitos.
La enfermedad afecta a rumiantes domésticos y a cérvidos, siendo estos segundos más afectados que los primeros.
En su nota, la Junta de Castilla La Mancha, ha explicado que esta enfermedad no es una zoonosis, por lo que no se transmite a las personas, y recuerda que en otoño de 2022 hubo un brote importante en la provincia de Cádiz.
Durante el invierno el mosquito se mantuvo en letargo y en junio, al aumentar las temperaturas y la humedad, apareció de nuevo, viajando a la provincia de Ciudad Real y resto de la región, a excepción de Guadalajara, única provincia de esa comunidad en la que hasta el momento no se ha detectado la enfermedad.
Un dato a destacar es que en Cádiz no ha habido prácticamente casos en 2023, al haber alcanzado la población un grado de inmunidad por la afección del año pasado, aunque no se sabe ciertamente lo que dura la inmunidad.
La tasa de anticuerpos necesaria para que no le afecte de nuevo la enfermedad la alcanzan a los 10 días de contraerla y, en esas dos semanas de afección, es cuando aparecen la mayor parte de los animales muertos o gravemente enfermos y después la población está inmunizada.
Durante este tiempo, puede haber goteo de animales enfermos por la acción de bacterias oportunistas que aparecen cuando los animales están débiles, si bien no todos los animales desarrollan la enfermedad, estimándose que puede haber una mortalidad del 10 % de la población, explican en la nota.
La enfermedad está afectando más intensamente a aquellos cotos donde hay un modelo de gestión más intensa y los animales que contraen la enfermedad tienen una reducción importante de su sistema inmunitario.
La duda que hay ahora es qué va a pasar durante la berrea, que es el momento en que los ciervos tienen una inmunodepresión natural debido al estrés del celo.
La Junta ha recordado que, ante esta enfermedad, resulta inútil el uso de insecticidas o repelentes en ambientes abiertos, si bien en ambientes cerrados se obtiene un éxito relativo.
También ha destacado que no se debe hacer desecación o desinfección de charcas ya que el mosquito vector no se encuentra en estos ambientes y sí es importante la disponibilidad de agua para que puedan beber los animales.
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