Etnobotánica de la Sierra de Baza:
Cardo gigante (Onopordum nervosum)
© José Ángel Rodríguez
Onopordum nervosum en las proximidades del Cortijo de Santaolalla (Cruz de la Chaparra) en uno de su hábitat característicos de la Sierra de Baza.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/08/2024
El género Onopordum es un género de cardos perteneciente a la familia Asteraceae con unas 40 especies aceptadas, de las 170 descritas. Son plantas herbáceas anuales, bienales o perennes, espinosas, de tallos ramificados, alados en toda su longitud. Nativo de Europa (principalmente de la región del Mediterráneo), se extiende también por el norte de África el Cáucaso, y el suroeste y centro de Asia.
El Onopordum nervosum, popularmente conocido como cardo gigante, por su tamaño, el que puede superar los tres metros de altura, es una de las especies más características de este género.
El O. nervosum es una planta herbácea bienal, con un tallo generalmente único, erecto y eventualmente ramificado de 20 cm hasta 3 m y con indumento más o menos denso y araneoso, ocultando glándulas sésiles. Dicho tallo es de sección más o menos poligonal, acostillado y alado longitudinalmente (con 4-6 alas con nervadura reticulada, de 4-25 mm de anchura y con espinas de 2-15 mm). Lleva hojas en su mayor parte, que miden hasta 50 por 20 cm y son sésiles, verdes, pinnatífidas con segmentos triangulares espinosos, con el haz casi glabro y el envés araneoso y con una clara red de nervios; las basales son similares, sésiles, en roseta o no, con limbo de 10-90 por 5-25 cm usualmente secas en época de la floración.
Considera una planta ruderal y arvense, podemos localizarlo con facilidad en lindes, cunetas y terrenos baldíos y abandonados, prefiriendo los terrenos nitrificados, desde el nivel del mal hasta los 2000 metros de altitud, siendo muy abundante dentro del Parque Natural Sierra de Baza (Granada), especialmente en antiguos campos de cultivo abandonados.
Usos etnobotánicos
© José Ángel Rodríguez
Pardillo posado en las inflorescencias florales de un cardo gigante, al que acude para comer sus semillas.
El cardo gigante tiene un alto aprovechamiento para las especies silvestres, especialmente para las aves, que acuden al mismo para consumir sus semillas, pero también para el hombre, de modo que se utilizan tanto sus semillas, las que se proporcionan un aceite que ha sido utilizado para cocina, como sus capítulos florales, que son consumidos en forma de alcachofas, cuando la planta es joven y no ha terminado de madurar, aunque tiene cierto amargor para lo que se solía dejar macerado en leche la noche antes.
Su raíz también se ha consumido, hervida, estimándose que tiene propiedades antitumorales.
Machacando los tallos se obtiene una fibra que ha sido utilizada como yesca, por su fácil combustión.
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