Localizada una nueva población de sapo partero bético en la Sierra de Baza
La especie se encuentra incluida como “Vulnerable” en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas
© Agustín Orduña
Ejemplar de sapo partero bético fotografiado en la nueva zona en que se ha constatado su presencia.
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/09/2024
El sapo partero bético (Alytes dickhilleni) es un pequeño anfibio de aspecto rechoncho, cabeza grande y hocico corto y puntiagudo. Los ojos son grandes con pupilas verticales oscuras, sobre un fondo de iris de color cobrizo. El tímpano, redondeado, es claramente visible, situado detrás de los ojos, mientras que la coloración de la piel es variable, aunque es frecuente que el color de fondo sea grisáceo e incluso blanco sucio, sobre el que aparecen una serie de manchas irregulares de color verdoso.
El nombre común de este sapo (partero) alude al hecho de que los machos se hacen cargo del cuidado de los huevos, desde que son fertilizados hasta que los depositan en el agua para que eclosionen las larvas. Por este motivo son “parteros”. Como curiosidad destacar que los machos pueden llegar a portar los huevos de más de una hembra, habiéndose podido comprobar la presencia de machos que cargan con las puestas de dos y hasta tres hembras.
Los renacuajos de esta especie son muy peculiares, ya que llegan a alcanzar un tamaño considerable, hasta 6 o 7 cm., fruto de un desarrollo larvario muy prolongado. Son muy robustos y se caracterizan por tener el espiráculo (pequeña abertura por donde expulsan agua procedente de la alimentación y la respiración) en la zona ventral. La cola es larga y gruesa acabada en punta redondeada. La cresta es baja y nace al final del dorso. El color es plateado con multitud de manchas de color marrón oscuro. En la zona posterior de la cabeza, justo donde empieza la cola, suele tener una mancha oscura en forma de “V“, lo que es muy característico de la especie y que puede ser de mucha ayuda para la correcta identificación de la especie, sobre la que puede ampliarse información en la documentada ficha técnica que se publica en la Revista Digital Sierra de Baza, de la que es autor Eduardo Escoriza Abril, con la colaboración de Luis García Cardenete y de Javier Fuentes (miembros de la Asociación Herpetológica Granadina), y que puede consultarse pulsando AQUÍ.
Diez puntos de cría dentro de este territorio
© Agustín Orduña
Pareja de sapos parteros béticos en la nueva localización en amplexo.
El Parque Natural de la Sierra de Baza, representa un enclave de vital importancia para la conservación y estudio del Sapo partero bético. Junto con la Sierra de los Filabres, que es su continuación natural en la Sierra de Almería, constituye una isla en mitad de un área extensa semiárida y con poca agua. Hasta la fecha había localizados un total de 9 puntos de cría, todos ellos en la zona caliza, occidental. La zona silícea no ha sido muestreada adecuadamente, por lo que no estaba descartada su presencia.
De los nueve puntos donde se había constatado la presencia del sapo partero bético, ocho puntos son albercas y abrevaderos de ganado asociados a fuentes, y sólo uno, es un arroyo, el de Baúl.
El nuevo punto donde se ha constatado la presencia del sapo partero bético, del que ya ha sido informada la dirección del Parque Natural Sierra de Baza para que adopte las medidas de conservación que estime necesarias, viene a incrementar los puntos de presencia y cría de la población de sapo partero bético presente en la Sierra de Baza, de modo que han pasado a ser diez el número de puntos conocidos donde se localiza esta especie.
El localizado, cuya exacta situación va a omitirse públicamente por ahora, es una baña o bebedero acondicionado para la fauna silvestre, que se construyó hace más de veinte años en una zona muy seca del Parque Natural Sierra de Baza, donde no había ningún punto de agua habitualmente disponible para la fauna silvestre, con la principal finalidad de que sirviera de punto de agua para los ciervos, y que también viene siendo utilizado por otras especies particularmente aves, el que se ha podido comprobar que ha sido colonizado por los sapos parteros béticos, al mantenerse en este punto un nivel constante y estable de agua en buenas condiciones, lo que pone de manifiesto la importancia de mantener y cuidar los puntos de agua que se acondicionen en este territorio, ya que ello redunda en la biodiversidad animal tanto de la fauna de mamíferos, como de aves y anfibios, también reptiles como la culebra bastarda, que hemos comprobado acuden a estos lugares para alimentarse de los sapos, de modo que la generalidad de las especies animales se benefician y aprovechan de estos puntos de agua.
Una especie amenazada, catalogada como vulnerable
© Agustín Orduña
Los sapos parteros béticos son abundantes en esta nueva localización, estando a la espera de un recuento aproximado.
La presencia del sapo partero bético, al igual que otros anfibios, se ve condicionada por la existencia de puntos permanentes de agua limpia a los que acuden para depositar sus puestas. Siendo las principales amenazas que sufre esta especie las derivadas del cambio climático, que está suponiendo que se sequen muchos de estos históricos manantiales, a lo que hay que unir el abandono y falta de mantenimiento de estos puntos de agua, principalmente debido a haberse abandonado la ganadería, y las labores de conservación y mantenimiento de infraestructuras asociadas a la misma, como son los abrevaderos para el ganado.
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