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Lugares desconocidos del Parque Natural Sierra de Baza: La Cerrada de Los Portillos

Localizada en el Barranco de La Fonfría, en las proximidades de la Fábrica de Pardo, conserva una vegetación nemoral exuberante, propia de otras épocas históricas más húmedas que la actual

© José Ángel Rodríguez
Panorámica de la Cerrada de Los Portillos, con la Cueva Saldaña y el Cerro Quintana al fondo. 

PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/11/2024

Ya hemos tenido ocasión de comentar en otras ocasiones como el Parque Natural Sierra de Baza es un auténtico desconocido, incluso para los visitantes y conocedores asiduos de este espacio protegido. Uno de estos lugares poco conocidos, que encierra un alto interés paisajísticos, humano y cultural es el paraje conocido como Cerrada de Los Portillos, un paraje que se localiza en el tramo más bajo del Barranco de la Fonfría, en un lugar próximo a su desembocadura al Barranco Angulo, en la Fábrica de Pardo, lugar a partir del cual este barranco pasa a conocerse como Arroyo del Baúl.

En el paraje que venimos comentando, el curso del Barranco de la Fonfría se encañona y cierra, de donde toma su nombre popular de “cerrada”, quedando a su izquierda, aguas abajo (poniente) el Cerro Panizo con sus 1.742 metros de altitud y a su derecha (levante) el Collado de La Boleta que se eleva hasta los 2.202 metros de altitud, de modo que en la zona se recogen las lluvias de las cumbres que delimita la cerrada, pero especialmente se acumulan las nubes bajas, en forma de una niebla que suele estar muy presente en la zona, dejando una alta humedad en el ambiente, lo que unido a su localización en umbría, limita las horas de sol que recibe directamente a las centrales de la jornada, en que el sol está en lo más alto, permitiendo una mayor humedad ambiental. Consideraciones que nos pueden hacer una idea de las peculiaridades que encierra este curioso y bonito paraje, que tiene como telón de fondo el macizo calizo del Cerro Quintana (1.926 metros) que lo cierra por el norte, mientras que por el sur, lo delimitan las umbrías del Collado del Resinero en la cara norte del Picón de Gor (2.158 m.).

Una vegetación nemoral exuberante

© José Ángel Rodríguez
La vegetación que aquí se localiza es de tal densidad que tapiza completamente tanto el suelo como las paredes de la cerrada.

Si el conjunto de la Sierra de Baza destaca por una vegetación subesteparia dominante, que se impone entre los claros de los bosques esclerófilos mediterráneos, dominados por la encina (Quercus ilex subsp. ballota) como especie arborea más representativa y los endémicos pinares sub-mediterráneos en las zonas más altas, junto con los pinares mediterráneos de pinos mesogeanos endémicos de pino carrasco (Pinus halepensis) o pino resinero o negral (P. pinaster), como vegetación natural más representativa, lo que está condicionado por las bajas precipitaciones que se registran en este territorio que, aunque duplican las de los terrenos esteparios de la Hoya de Baza que la circunda, de modo global no suelen superar los 600 mm. anuales, con un estiaje muy acusado, lo que limita la vegetación que podemos encontrar en este espacio protegido, hay algunos parajes acantonados que no parecen propios de estas latitudes, donde se refugia una vegetación nemoral exuberante, que tapiza completamente el suelo, trepando entre las rocas como ocurre en la Cerrada de Los Portillos, un paraje que aparece revestido y cubierto por la vegetación trepadora, formando una maraña impenetrable, como reflejan las imágenes que ilustran este reportaje, todas ellas tomadas el pasado mes de octubre de 2024.

Especies adaptadas a la alta humedad edáfica y ambiental


© José Ángel Rodríguez
Excepcional ejemplar de arce granadino de once pies, localizado en la Cerrada de Los Portillos.

La vegetación que podemos localizar en el paraje de la Cerrada de Los Portillos está dominada por especies arbóreas como encinas (Quercus ilex subsp. ballota) y arces granadinos (Acer opalus subsp. granatense), que destacan por su excepcional porte y belleza, junto con algunos ejemplares aislados de pino laricio o salgareño (Pinus nigra subsp. salzmannii), aunque también hay especies arbustivas como majuelos (Crataegus monogyna), zarzas (Rubus ulmifolius), así como distintas especies de rosales silvestres (Rosa spp.), que también se puede comportar como lianoide, aunque son las clemátides (Clematis vitalba) los que dominan en el paraje y cubren extensas superficies con un excepcional porte lianoide.

Un paraje que se conserva como vestigio histórico de la vegetación nemoral que existió en amplias extensiones de este Parque Natural y aunque prácticamente ha desaparecido de su territorio, aún se conserva en lugares como éste, no solo por las condiciones edáficas, geológicas y de humedad que venimos comentando, sino también gracias a su aislamiento, ya que, al localizarse en un paraje de complicada accesibilidad, alejado de cualquier núcleo de población, se ha podido conservar muy bien y presenta el magnífico aspecto que muestra ahora ante nosotros.