Fotografiando los piornos azules de la Sierra de Baza
En estas fechas están en su plenitud floral
Por José Ángel Rodríguez
© José Ángel Rodríguez
Los piornos azules adornan las laderas que bordean la Cañada Aguilar en la Sierra de Baza (Granada).
PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/06/2024
Los piornos son unas plantas arbustivas de porte almohadillado y naturaleza temporal perenne, que puede alcanzar hasta 60-70 cm de altura, siendo muy ramificados desde la base, contando con ramas intrincadas y compactas, verdes, glabras en la madurez, de aspecto erecto, siendo una de sus principales características la de que cuentan en los extremos de sus ramas con unas espinas fuertes y muy punzantes, las que actúan como protectoras de la planta ante la herbivoría.
Estos piornos azules, pertenecientes a la especie Erinacea anthyllis, son conocidos con nombres tan sugerentes como “cojín de monja”, “cojín de pastor”, “rascaculos” o “erizo de flores azules”, entre otros. Todos estos nombres vernáculos aluden a su característica pinchosa y a su porte rastrero y aspecto almohadillado-erizado. De hecho su nombre científico (Erinacea) procede del latín y significa “de aspecto erizado”, de hecho el nombre científico del mamífero llamado erizo común o europeo es denominado de una forma muy similar a estos piornos: Erinaceus europaeus.
Propio de los piornos de la alta y media montaña, se trata de una planta arbustiva que se distribuye por la región mediterránea occidental, habitando en la Peninsular Ibérica, sur de Francia, y norte de África, encontrándose especialmente adaptada a las condiciones extremas que se viven en las alturas de los macizos montañosos andaluces, con ombroclima de tipo mediterráneo o submediterráneo, donde el viento y el frío, sobre todo en espolones y lugares venteados, así como la escasez de suelo y la baja disponibilidad hídrica, son los factores abióticos que condicionan este tipo de vegetación.
Un hábitat de interés comunitario
© José Ángel Rodríguez
La densidad de piornos azules es tan alta en algunas zonas de la Sierra de Baza, que llegan a cubrir el cien por cien del suelo, dejando pequeños huecos entre las matas erizadas para que crezca otras florecillas primaverales.
La adaptación de estas plantas arbustivas a condiciones ambientales extremas, su aislamiento geográfico y, con frecuencia, su ubicación en sustratos muy limitantes, propician el desarrollo de comunidades muy singulares ecológicamente y de gran endemicidad, siendo además unos excelentes protectores del suelo ante la erosión y la insolación, sirviendo también de refugio a otras especies de flora e invertebrados, lo que destaca la importancia de este tipo de vegetación natural, la que forma parte de los llamados “Matorrales almohadillados fundamentalmente oromediterráneos” (Código de la Unión Europea: 4090), los que también tienen una gran importancia comercial ya que son plantas melíferas muy visitadas por las abejas, que dan una miel muy apreciada.
Floración exuberante concentrada a finales de la primavera
© José Ángel Rodríguez
Una majada de pastores en el paraje de la Cañada del Gitano (Sierra de Baza) construida en piedra seca, aparece rodeada por los piornos azules.
Muy llamativa es la floración, de color azulado de estos piornos, con cáliz de aspecto inflado en la base, cubierto de pequeños pelos blanquecinos, que dan lugar a un fruto en legumbre, oblonga, con 3-6 semillas en su interior. Floración que se presenta de una forma muy llamativa y espectacular a partir del mes de mayo, alcanzando su máxima plenitud y explosión desde mediados del mes de mayo a mediados de junio, con pequeñas oscilaciones térmicas de uno años a otros.
Teniendo intenciones de fotografiar los piornos azules de la Sierra de Baza, y estimando que podría a estar ante una fecha idónea para mi objetivo, tuve la ocasión de desplazarme el pasado 26 de mayo a la zona más oriental del Parque Natural Sierra de Baza, muy cerca del límite con la provincia de Almería, donde pasa a llamarse Sierra de Los Filabres, acompañado de varios compañeros de la Asociación Proyecto Sierra de Baza (Agustín Orduña, Carlos Blancas y Manuel Sánchez Olivares), pudiendo comprobar que eran cientos, miles, los piornos que se presentaban en las zonas más quebradas y pedregosas que tintaban de un bonito y atractivo color azul el paisaje, como refleja algunas de las imágenes que publico, del casi centenar de fotos que puede tomar de estos piornos azules a lo largo de toda esa jornada fotográfica.
La rareza de las flores azules en el reino vegetal
© José Ángel Rodríguez
Piornos azules en las proximidades del paraje de la Cañada Larga. Sierra de Baza (Granada).
Pese a la abundancia del piorno azul en estas laderas de la Sierra de Baza, en la provincia de Granada, se hace necesario llamar la atención de que las flores de color azul son muy raras y escasas en la naturaleza, lo que acrecienta la singularidad y belleza de estos piornos azules, hasta el punto de que autores como David Lee, destaca en su obra “La paleta natural. La ciencia del color de las plantas”, como “menos del diez por ciento de las más de 280.000 especies de de plantas con flores que se conocen en el mundo producen de manera natural el color azul”.
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