Un incendio forestal en los atochares de la Hoya de Baza pone de manifiesto la fragilidad de este ecosistema
Afectó a unas 100 hectáreas de los términos municipales de Benamaurel y Castilléjar
Imagen del incendio facilitada por el Plan Infoca, del paraje de Las Asperillas, donde arrancó el fuego.
Proyecto Sierra de Baza
01/09/2025
Este año está siendo especialmente grave por el número de incendios forestales declarados que se acercan ya a las 400.000 hectárea, supone que el año 2025 sea ya un año trágico, en el que la superficie quemada es más de tres veces la media de las últimas décadas, en las que la media de la superficie quemada del decenio 2006-2015 es de 100.957,54 hectáreas, con incendios que se posicionan entre los más graves de la historia de España, como el de Molezuelas (Zamora), el de Jarilla, el más devastador de Extremadura, o el de Larouco (Ourense), que ha quemado más de 20.000 hectáreas, según el último informe publicado por la Xunta, lo que lo sitúa como el más grave de la historia de Galicia.
Por Mónica Parrilla de Diego, ingeniera técnica forestal y portavoz de Greenpeace, se ha destacado que las comunidades más afectadas por los incendios coinciden con algunas de las más despobladas, como las provincias de Ourense, León y Zamora. El éxodo rural ha transformado la tendencia del uso del territorio en dos direcciones opuestas: por un lado, el abandono del medio rural; y por otro, la intensificación agrícola y ganadera, y es que “Nuestros bosques comparten los mismos problemas estructurales que nuestros pueblos: abandono institucional, desidia y una brecha urbano-rural insostenible. Problemas mucho más invisibles que las llamas, pero esenciales”, ha declarado Parrilla.
La comparativa de este año con el pasado 2024, en el que en todo el año se quemaron 42.600 ha, apenas el 10% de lo que se ha quemado en lo que llevamos de año, es también muy ilustrativa y entendemos pone de manifiesto que no solo la despoblación está detrás de estos fuegos, ya que estas zonas también estaban despobladas en el pasado año 2024, y sin embargo no sufrieron esta masiva ola de incendios, estimándose que la climatológica ha coadyuvado de un modo importante a disparar estas cifras, ya que tras una primavera muy lluviosa, que generó mucha maleza y materia vegetal estacional que se secó con la llegada del verano, las temperaturas han sido muy altas, y los vientos también han estado muy presentes en las zonas afectadas, si a ello unimos negligencias humanas, que se repiten año tras año, sin aprender ni tomar nota de los peligros que hay tras el fuego, nos sirven todos los ingredientes para tener los trágicos resultados que se han vivido este año en nuestros montes.
Más de 100 hectáreas quemadas en la Hoya de Baza (Granada)
Fue necesario el uso de medios aéreos para controlar este fuego, que llegó a tener gran virulencia. Imagen del incendio facilitada por el Plan Infoca, en la zona de Castilléjar, donde resultaron afectadas unas 80 hectáreas.
Aun cuando las alertas estaban centradas en la masa forestal del Parque Natural Sierra de Baza, donde ya se había vivido un conato de incendio en la zona de Floranes el pasado 7 de junio, que finalmente no supero los 3.000 metros cuadrados quemados, al mediodía del pasado 20 de agosto, el Infoca informaba de un incendio activo en la zona de Benamaurel (Granada), en el paraje de Las Asperillas, un lugar próximo al término municipal de Castilléjar, al que finalmente saltó el fuego que adquirió desde un principio gran virulencia, al dificultad el viento su control, lo que motivó que desde el primer momento se movilizó un dispositivo de gran envergadura. Por tierra intervinieron siete grupos de bomberos forestales, dos brigadas de refuerzo, cinco técnicos de operaciones, un técnico de extinción, un agente de Medio Ambiente, tres autobombas y un buldócer. También se sumaron una Unidad Médica de Incendios Forestales (UMIF), una Unidad Avanzada de Análisis y Seguimiento (UNASIF), una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT) y un Grupo Regional de Mando (GREMAF).
Por el aire actuaron hasta nueve aeronaves, entre ellas un helicóptero Súper Puma, varios semipesados y ligeros, además de aviones de carga y de coordinación. En paralelo, la Diputación de Granada desplazó más de una veintena de bomberos y media docena de vehículos desde los parques de Baza, cuyos bomberos fueron los primeros en llegar a la zona del siniestro, Huéscar, y Guadix.
A LAS 19:15 H de ese día, 20 de agosto, tras unas ocho horas de intensos trabajos, el Infoca informa que el incendio se encontraba estabilizado, continuando las labores para su control, del que se informa a las 11:45 del día siguiente, 21 de agosto, dándose finalmente por extinguido por el Infoca a las 23 h de ese mismo día, tras haber afectado a un área de unas 100 hectáreas, 20 localizadas dentro del término de Benamaurel y las 80 hectáreas restantes se localizaron en el término de Castilléjar.
En el balance final, y a falta de confirmación oficial, fuentes de la investigación indicaron que en una negligencia humana estaba la causa de este incendio, el que terminó afectando a una zona de monte bajo, árboles de cultivo de almendros y pistacho además de una zona de pinar de pino carrasco y una caseta de riego que abastecía a unas 20 hectáreas de cultivo de brócoli.
Nuestro reconocimiento a cuantos han intervenido en el rápido y efectivo control de este incendio hasta su extinción.
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