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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 317 - Noviembre 2025

NOTICIAS

imagen de decoración

Arquitectura en piedra seca de la aldea de Don Martín


Un legado histórico de incalculable valor en riesgo de desaparecer a corto plazo

Por José Ángel Rodríguez


© José Ángel Rodríguez
Panorámica del paraje donde se localiza Don Martín, captado desde las ruinas de la aldea.

PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/11/2025

Con el nombre de Don Martín se conoce una antigua aldea minera de la Sierra de Baza, perteneciente al término municipal de la aldea su nombre, que se emplaza a 1.600 metros de altitud, junto al Barranco de Don Martín o de Los Chortales, un subafluente del arroyo Uclías, a casi 2 kilómetros de otra aldea más nombrada: El Tesorero.

La aldea de Don Martín, actualmente abandonada, contaba con dos núcleos de población perfectamente definidos: un grupo de viviendas que se emplazan en la margen derecha (siempre aguas abajo) del Barranco de Don Martín, conocidas como El Zambombo y otro grupo de mayor entidad, que contaba entorno a las 10 casas que se emplazan en la margen izquierda del mismo barranco, orientadas al mediodía, que es la aldea propiamente conocida como Don Martín.

Un manantial de aguas ferruginosas


© José Ángel Rodríguez
Las aguas ferruginosas de la Fuente de Don Martín van imprimiendo de ocre los lugares por los que discurren.

Una visita a esta aldea, que cuenta con un manantial de aguas ferruginosas que mana de una antigua mina de hierro y que abastecía de agua a la aldea y también servía para regar su pequeña huerta, nos sorprenderá por las bonitas y bien ejecutadas construcciones en piedra seca que aún se conservan, pese al transcurso del tiempo y el generalizado olvido y abandono en que quedó la cortijada a partir de los años sesenta del pasado siglo, fecha hasta la que estuvo habitada.

Esta aldea, al igual que otras muchas de la Sierra de Baza y (Granada) y de Los Filabres (Almería), fue construida totalmente en piedra seca, un arte constructivo que se practica en muchas zonas rurales y se caracteriza por ejecutar este tipo de construcciones mediante el apilamiento de piedras del lugar y que ofrece el terreno donde se ejecuta o de un punto de abastecimiento próximo, sin usar otros materiales de construcción que la propia piedra, salvo tierra seca, aun cuando en algunas ocasiones, particularmente por el interior de la casa, era rematado con un revocado de la pared con cal, para adecentar la construcción y hacerla más higiénica.

Las construcciones en piedra seca declaradas patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO en el año 2018


© José Ángel Rodríguez
Piedra sobre piedra, sin material de agarre, se iban levantando estas singulares construcciones que presentaban un perfecto equilibrio y verticalidad.

El arte de construir muros en piedra seca, una práctica tradicional en muchas zonas rurales y de una forma muy particular en las construcciones vernáculas del Parque Natural Sierra de Baza (Granada), fue inscrito 29 de noviembre de 2018 por la Convención de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, de la  UNESCO en su “Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, el que destacaba como "los muros de piedra seca desempeñan un papel esencial en la prevención de corrimientos de tierras, inundaciones y avalanchas". Al tiempo que destacaba como “estas estructuras no hacen daño al medio ambiente y son un ejemplo de relación equilibrada entre el ser humano y la naturaleza", además de servir en la prevención de desastres naturales, también contribuyen a luchar contra la erosión y desertificación, a mejorar la biodiversidad y a crear condiciones microclimáticas propicias para la agricultura, además de servir de refugio para una importante fauna de invertebrados, también de reptiles e incluso constituir el hábitat que eligen muchas aves para la nidificación y puesta de sus huevos, por lo que se destaca la importancia de conservar y mantener en pie este tipo de construcciones, aun cuando no estén ocupadas por el hombre.

El bloqueo normativo del Parque Natural Sierra de Baza está propiciando esta irreversible destrucción


© José Ángel Rodríguez
La normativa del Parque Natural Sierra de Baza ha venido impidiendo que se pudieran rehabilitar o reformar estas históricas construcciones y ello está propiciando su destrucción, con la irreversible pérdida de este importante legado cultural.

Desde Proyecto Sierra de Baza ya hemos hecho en otras ocasión, y volvemos a hacerlo mediante este artículo, una llamada a la sensibilización tanto a los propios habitantes de la Sierra de Baza, y su entorno, como a cuantas personas la visiten, aunque de modo particular a sus gestores, para que entre todos hagamos que la arquitectura tradicional de la Sierra de Baza, así como muchas huellas de su pasado, no desaparezcan de modo general y en particular se conserve este legado y patrimonio de la humanidad como son sus construcciones en piedra seca, para lo que resulta fundamentar que se supere el bloqueo que presenta la actual normativa urbanística del Parque Natural Sierra de Baza, que de una forma ilógica y absurda prohíbe en la práctica la restauración y recuperación de estas históricas construcciones, con unas absurdas trabas legales que están dando lugar a que desaparezcan la práctica generalidad de las mismas.

Una singular e histórica aldea que pronto va a quedar reducida a un gran motón de piedras


© José Ángel Rodríguez
Todas las casas de la aldea presentan un progresivo deterioro que va a terminar convirtiendo este singular enclave en un montón de piedras en poco tiempo.

Un paseo por lo que queda de la aldea de Don Martín nos permite comprobar como todas las cubiertas de sus casas se hundieron, al dejar de prestarle apoyo a la armadura del tejado las vigas de madera que las sujetaban, arrastrando en su caída las artísticas cubiertas de laja de esquito, a las que se le daba una curiosa forma de escamas de pez, para impedir que penetrara el agua y, sorprendentemente muchos de los muros, algunos con más de cuatro metros de altura, conservan su originaria verticalidad y diseño, habiendo soportado el abandono de los más de 50 años transcurridos desde que quedó despoblada y abandonada la aldea, la que hoy aunque está en estado ruinoso, pero que nos permite aún reconstruir mentalmente lo que fue Don Martín cuando estuvo habitado e imaginar el ingente trabajo que llevaron a cabo sus habitantes, primero trasladando piedras hasta allí, con la sola ayuda de sus caballerías, y después apilándolas unas encima de otras, de una forma cuidosa y ordenada para levantar estas nobles construcciones que se resisten a desaparecer y que desde aquí aconsejamos visites y conozcas antes de que termine de desaparecer de forma definitiva la aldea.


© José Ángel Rodríguez
Muro de cerramiento de dos plantas que pese al abandono y transcurso del tiempo conserva aún su perfecta verticalidad y originario diseño.

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