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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 298 - Abril 2024

REPORTAJES

imagen de decoración

La Caza como actividad histórica que se ha venido practicando en el ámbito del actual Parque Natural Sierra de Baza


APORTACIONES PARA UNA CORRECTA GESTIÓN CINÉTICA EN EL PARQUE NATURAL SIERRA DE BAZA

Por Andrés García-Granados López de Hierro* 

Hembra de perdiz con sus pollos. 

El tema es de actualidad porque en estos días se está decidiendo una buena parte del futuro de la gestión cinegética del Parque Natural Sierra de Baza mediante la toma de decisiones sobre la caza de  22.300 hectáreas de su territorio, lo que equivale a  más de una tercera parte de los terrenos integrados en el Parque. Quizá estemos ante la ocasión de que nuestras Administraciones, locales y autonómicas, sean capaces de tener algo de perspectiva de futuro renovando criterios de gestión que redunden, de verdad y no sólo en teoría, en la puesta en valor de los recursos del Parque, siempre desde un punto de vista predominantemente conservacionista, y en la real implicación de la población local y de sus organizaciones. 

PALABRAS CLAVE: Parque Natural. Sierra de Baza. Planificación cinegética. Gestión Cinegética. Caza sostenible. Zona de Caza Controlada. ZCC. Reservas. Reserva de Caza. Reserva de Narváez. Reserva de Los Calares. Ciervo. Cabras montés. 

Un poco de historia de la gestión cinegética en la Sierra de Baza 

Conejo de monte, acercándose a un punto de agua, en el que atender sus necesidades 

Mucho tiempo ha pasado desde que se presentó, allá por 1987, un "Plan General de Ordenación Cinegética" del Coto de Caza Controlada "Sierra de Baza". Se adelantaba 4 años a la Orden de la Junta de Andalucía de 25 de junio de 1991 en la que establecía la obligatoriedad de que los Cotos de Caza se rigiesen por los denominados Planes Técnicos de Caza, con distintos requerimientos según una clasificación de los Cotos que en esta Orden se definió. El Plan General del Coto de Caza Controlada (CCC) constaba de 96 páginas en las que, tras un estudio previo de la situación natural, legal y cinegética preexistente, se proponía un Plan de Aprovechamiento General que consideraba y desarrollaba aspectos como el económico, de guardería, de señalización y mejoras tales como de siembras y su protección, establecimiento de redes de agua y abrevaderos, planes de repoblaciones, plan de reintroducción de especies autóctonas extinguidas y control de zorros y perros asilvestrados. No de forma casual, tras esos planes de mejoras se establecía un plan cinegético general en el que la zonificación se basaba, mejorándola, sobre la preexistente del I.C.O.N.A. y que el A.M.A heredó. Todo esto se desarrolló con anterioridad a la creación del Parque Natural, y la gran novedad consistió en que la labor de gestión se adjudicaba a la entonces realmente local e implicada con esta Sierra: Sociedad de Cazadores "La Perdiz" de Baza, para lo que, además, se consorció con la homónima de Caniles, creándose un órgano conjunto de gestión, al tiempo que ambas se implicaban con todas sus consecuencias en la Federación Andaluza de Caza.          

Los detalles de todo este proceso no lo conocen las personas menores, más o menos, de 60 años. No es cuestión de reflejar aquí las 96 páginas de aquel Plan General, pero sí indicaré que durante una década funcionó con pleno éxito: Se realizaron conducciones de agua (unos 8000 metros) y se establecieron bebederos, se abordó un ambicioso plan de siembras, retomando el cultivo de antiguas parcelas de labor (46 fanegas) y reconstruyendo otras 48 fanegas de antiguas parcelas muy deterioradas. Esto hace un total de más de 90 fanegas a dos tandas, la mitad de siembra la mitad barbecho, para alimentación de la fauna. Se propuso un plan somero de protección de cercas no muy altas que protegen del ganado doméstico pero no impiden el paso de la fauna, incluida la fauna mayor que las salva fácilmente.

Macho de ciervo joven en correal             

Se establecieron y respetaron como cuarteles cinegéticos 35 zonas con una media de 700 hectáreas de superficie, se establecieron criterios de secuencias y frecuencias razonables de modalidades de caza, cada cuartel sólo se cazaba 1 ó -y para casos muy particulares- 2 veces por temporada y con un número muy limitado de cazadores y perros. Total 50 cacerías, en lotes muy grandes con lo que las capturas y el hostigamiento era mínimo. Se cortaba la caza mayor el día de Reyes, con objeto de respetar las parideras de jabalíes y/o cazar hembras en avanzado estado de gestación, cosa difícil de evitar para esta especie y en ese tiempo de temporada avanzada. Se respetó durante muchos años la población de ciervo, reintroducido en 1986 y, por supuesto, la población de cabra montés. Una cuestión a resaltar es que, además de establecer varias zonas de reservas estratégicas en las que no se realizaba ningún tipo de caza (La Petronila en la zona central y Bastidas en la parte sur) se vedaron todos los cuarteles bajo la zona de influencia de lo que más adelante se erigió como Centro Receptor del Parque Natural (Narváez) y por donde se había establecido la red de conducción de agua procedente de la fuente de Casimiro, o sea, los cuarteles de la zona norte (Rambla de Ceuta, Cruz de la Chapara, Umbría de Hellín,  y Narváez-Casimiro-Realenguillo).

Este reservorio, como comentaré más adelante, resultó de gran utilidad para la implantación de un turismo de naturaleza no cinegético, acorde con lo que se supone que debe existir en un Parque Natural. Tal era la perspectiva de que la gestión cinegética implicase a a sociedad local que se llegó a un acuerdo con la Sociedad de Caniles que, a cambio de las zonas de Santa Bárbara y La Fonfría, propiedad del Ayuntamiento de Baza, sólo se daban un par de cacerías sociales (sin sorteos y todas la Peñas) exclusivamente de jabalíes para los cazadores  de Baza, al objeto de controlar un tanto su población y, por supuesto, al principio de temporada para respetar hembras preñadas y parideras. Esto da idea de la consideración del carácter social y local de los planteamientos de la organización cinegética. 

Un repaso a la situación actual 

Viejo macho montés 

Estamos en 2018. Han pasado 30 años. Es público y notorio el deterioro que ha sufrido la gestión, en caza menor también debido a la evolución de un hábitat hostil de estos montes para conejo y perdiz, imposibles de mantener si además no se sembraba lo previsto e incluso se incrementaban gradualmente los espacios de siembra en el interior del Coto de Caza Controlada. Es público y notorio que el programa de siembras fue abandonándose al cabo de unos diez años de su implantación. Ha habido también denuncias ante Medio Ambiente de repoblaciones masivas no autorizadas de perdices, con lo que ello supone de impacto para la población autóctona. (Se ha intentado expulsar de la Sociedad de Baza al socio denunciante.…). 

La perdiz roja (Alectoris rufa), una especie que está al borde de la extinción local en el Parque Natural Sierra de Baza, por su errónea gestión cinegética 

Sin ánimo de ser exhaustivo, hay otros factores que colaboran en la decadencia de la perdiz roja en el Parque Natural Sierra de Baza: No se han autorregulado, hasta ahora, los 42 días seguidos en que se permite practicar la caza de la perdiz con reclamo. En un entorno en que la población de perdices es residual esta práctica le da absolutamente la puntilla a los pocos sitios en donde alguna se ve. Es evidente que el descontrol de los ganados domésticos, que campan día y noche sin pastor por toda la Sierra no ayudan precisamente a mantener unas siembras para la fauna salvaje ni a respetar linderos. En los primeros tiempos los ganados sólo pastaban en la Sierra determinados periodos según su altitud. Ahora lo hacen sin ese límite de fechas. No estaría de más que se controlase realmente la carga ganadera. 

Hembras de ciervo moviéndose por las zonas subalpinas del Parque 

Qué decir de la caza mayor: Se entró en un círculo vicioso y una degradación del sistema. El "efecto llamada" del ciervo ha multiplicado el número de cazadores foráneos que han subvertido completamente el carácter inicialmente local de la Sociedad de Cazadores, sobre todo de la de Baza, propiciando que se hagan todo tipo de despropósitos, muy variados aunque interdependientes. Se han duplicado, aproximadamente, el número de cuarteles para caza. Eso significa que el grado de HOSTIGAMIENTO de los animales es enorme y los expulsa de sus cuarteles naturales empujándolos hacia la periferia del Coto de Caza Controlada. A la vez, los animales se encuentran con que las siembras del interior, realizadas para su alimentación y fijación, han desaparecido prácticamente, por lo que los ciervos buscan alimento en zonas periféricas del Coto de Caza Controlada y del Parque.  Es cierto que las batidas en los muchísimos y excesivos actuales cuarteles son de jabalíes, pero el hostigamiento con los perros es idéntico. A esto se suma lo que sucede con bastantes ciervos que se hieren o matan "por equivocación". El colmo de los colmos es el empleo de la modalidad de "montería" en la Sierra de Baza para la caza del ciervo: Hay zonas, como la de Narváez, que se cazan 4 veces cada año entre monterías  (cada una con unos 80 cazadores y entre 200 y 400 perros según las rehalas que se utilicen) y sociales de las de ahora, en las que ni un 10% son cazadores de Baza. Para colmo cabe preguntarse: Sólo se caza el ciervo adulto en la fase final de su vida...? En esta web hay artículos y fotografías que demuestran que se le ha tirado a casi todo lo que pasaba por las posturas y también a la falta de control de la juntas de carnes preceptivas. 

Cierva desplazándose entre las encinas 

Para el que no lo sepa la montería supone el método de caza más indiscriminado e imposible de controlar. También el más cómodo y a la vez el menos deportivo. No exige ningún esfuerzo para el cazador, sólo buena puntería. Es como los ojeos de perdiz, prohibidos en todos los cotos excepto en los que se demuestre una gran cantidad de perdices o en los intensivos en los que se sueltan de granja. Se comprenderá fácilmente que es absolutamente improcedente en zonas de baja población en los que demás los cupos permitidos de capturas son muy bajos. Hay veces que se ponen 80 posturas (80 cazadores si no doblan el puesto) y el cupo a cazar es media docena de venados. ¿Puede alguien explicar cómo se come eso?     Dada la cantidad de perros empleados la montería supone el mayor hostigamiento posible (del que queda vivo, claro). A más hostigamiento y menos alimento de estas y otras muchas zonas, más emigración hacia la periferia, mas denuncias de daños (unas más fundadas y otras menos) y más autorizaciones de caza indiscriminada.

Además, en estos últimos tiempos se ha exigido a todos los Cotos de Caza que maten una hembra de ciervo por, aproximadamente, cada 50 hectáreas, porque dicen que hay muchas hembras en proporción  respecto a los machos (ratio por sexos). O sea, primero matas los machos y luego las hembras. Hagan la cuenta que si se lleva a cabo en la totalidad del Parque y su zona de influencia (unas 60.000 hectáreas), la "exigencia" podría llevarse por delante demasiadas hembras. En Charches parece que ya han obrado en consecuencia.

Los despropósitos en este sentido han sido continuos: En un momento dado milagrosamente se logró anular una autorización para 50 cazadores simultáneos durante 90 noches de acechos nocturnos, sin cupo ni distinción de sexo y edad. Eso significaba 4.500 aguardos y algunos estamos todavía pagando las consecuencias al oponernos a estas barbaridades. Tengo la mala costumbre de guardar toda la documentación por si alguien lo duda. Muerto el perro se acabó la rabia....y de paso el ciervo pasó, en el concepto ciudadano, a ser un animal proscrito sin derecho a nada. Magnífica gestión..… 

¿Cómo estamos de legislación? 

Panorámica de la zona de calares del Parque Natural Sierra de Baza.

Es interesante comprobar que en los posteriores textos del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (P.O.R.N) y el Plan Rector de Uso y Gestión (P.R.U.G.) del Parque, publicados en el 2004, venía a recogerse como directrices una gestión bastante similar en muchos aspectos a la realizada desde 1987 en el antiguo Coto de Caza Controlada según su Plan General de Ordenación Cinegética.

Es bueno que los repasemos puesto que parece que, a la luz de lo que publica recientemente el BOJA para la renovación de la ahora denominada Zona de Caza Controlada (Orden de 10 de julio de 2017), se recogen aspectos con los que podemos estar de acuerdo, pero hay otros con los que disentimos. Se alude en este texto al denominado Plan de Ordenación Cinegética de 2008, que se supone ha sido la directriz con la que se ha gestionado desde entonces el Coto de Caza Controlada y todos los cotos de caza incluidos y perimetrales del Parque.  Este Plan tenía una vigencia de 4 años. Nos preguntamos: ¿Hay un nuevo Plan de Ordenación en la actualidad? En esta Orden se dice que hay que establecer un nuevo Plan. Parece que no hay tal y sin embargo se comienza a gestionar, adjudicar, etc la caza en la Zona de Caza Controlada. ¿Es esto lógico y/o legal? 

Quiere incluirse a la cabra montés como especie cinegética en la Sierra de Baza 

Familia de ciervas desplazándose por un chaparral 

Sigamos comentando el contenido de la Orden de 10 de julio de 2017. En el apartado 2 se especifica que “la cabra montés supone una nueva expectativa como especie cinegética, ya que hasta la fecha no ha existido aprovechamiento habiéndose observado ejemplares con más de 10 años”. Esperemos que sólo sea una “expectativa” porque el PORN en su Artículo 2.1.8 indica: "Con respecto a la cabra montés (Capra pyrenaica), reintroducida en los años 80, su explotación es todavía inviable" . Pregunto: Se ha modificado el PORN? Creo que no, luego inviable sigue.....porque, además, en el Artículo 2.2.4 (La Caza), además de recoger la existencia del Coto de Caza Controlada desde 1978 con 35 "cotos" se indica que "en caza mayor "sólo se permite la del jabalí (Sus scrofa) y recientemente la del ciervo (Cervus elaphus)....En el caso de la cabra montés (Capra pyrenaica), especie cinegética muy importante, no se han llegado a densidades mínimas para su aprovechamiento cinegético, por lo que NO SE AUTORIZA".

¿Qué recoge el PRUG a este respecto?. En su artículo 2.14 establece como objetivo "la recuperación de poblaciones de trucha común, cangrejo de río y cabra montés". Nada se ha hecho, aunque hubo intentos al respecto para las dos primeras especies. En lo que respecta a la cabra montés, a pesar de algunas iniciativas desatendidas, al menos se la ha dejado en paz, lo que ya es un logro. Sin embargo tengo noticias de que para algunos cotos particulares Medio Ambiente parece que no se entera aunque, que sepamos, la modificación del PRUG, regulada por su Artículo 4.1. no se ha realizado ni en este ni en ningún otro aspecto. En la Orden de 9 de marzo de 2012 se prorroga por 4 años este P.R.U.G., pero esa prórroga acabó en 2016. Estamos sin P.R.U.G.? Puede o debe un Parque gestionar sin P.R.U.G.? Valen para algo los P.R.U.G. o son papelitos que se hicieron en su día cara al público? Sería deseable que Medio Ambiente lo considerase y, en caso de ser cierto, rectificase los Planes Técnicos de esos Cotos antes de que puedan surgir otros problemas.

Volviendo a la Orden de renovación del Coto de Caza Controlada en su apartado 3 indica:  “El Parque Natural dispone de un Plan de Ordenación Cinegética aprobado en diciembre de 2008 por la Junta Rectora del Parque con el fin de alcanzar una gestión racional de las poblaciones cinegéticas cuyos objetivos son la conservación, el rendimiento sostenido y el control” El Plan tenia vigencia para cuatro años, de forma que en el apartado 6 se indica al respecto: “6. La caza en el Parque Natural cuenta con un Plan de Ordenación Cinegética aprobado en diciembre de 2008 por la Junta Rectora del Parque; una vez llevado a cabo dicho Plan, se hace necesario uno nuevo adaptado a las poblaciones actuales y a la situación actual transitoria del decaimiento de las masas forestales”.  

Ciervo vareto 

 Las preguntas que tenemos que hacernos son de nuevo las siguientes:

 ¿Hay o no hay nuevo Plan de Ordenación Cinegética aprobado por la Junta Rectora?

Si el bastante nefasto, como se verá a continuación, no está vigente ¿cómo se redacta (es un decir) un nuevo Plan Técnico que no tiene soporte en  ningún vigente Plan de Ordenación Cinegética aprobado por la Junta Rectora?

¿Es o no impugnable este Plan Técnico desde el punto de vista legal. No digamos desde un punto de vista de sentido común? 

Sigamos comentando los distintos apartados recogidos en la Orden de 10 de julio de 2017 

Ciervas desplazándose en un paisaje con nieve 

En su apartado 4a la Orden indica que hay “una muy baja calidad cinegética del ciervo”. NO PODEMOS ESTAR MAS DE ACUERDO con esta aseveración. Es más, podemos asegurar que lo que ocurre en estos momentos en el Parque Natural Sierra de Baza es una ¡¡desastrosa calidad cinegética del ciervo!! y eso significa que el gran Plan de Ordenación Cinegética de 2008 HA SIDO UN ABSOLUTO FRACASO.

Es curioso leer los objetivos que como preámbulo se citaban antes de indicar cuantos ejemplares se tenían que matar: Con  los más dispares argumentos, en cuarteles limítrofes hasta contradictorios, la conclusión siempre era que había que matar muchos ciervos…. Publicamos artículos que comentaban los resultados, publicamos el destrozo intencionado de cercas protectoras, publicamos la improcedencia de las monterías. Incluso la Federación Andaluza de Caza publicó una nota de prensa al respecto poniendo de relieve sus deficiencias. La respuesta a todo esto respecto a la Federación es que la Sociedad de Cazadores de Baza pasó de tener del orden de 400 cazadores federados a declarar tener en la actualidad dicen, yo no he podido comprobar el libro de socios o los archivos de la Federación, que unos 20 silvestristas y unos 20 cazadores. Sin embargo esos números, si son ciertos, no se engañen, no responden a la realidad actual de inscritos y ejercientes.

En su apartado 4b indica “Daños en las fincas del entorno, lo que ha generado un creciente número de reclamaciones por daños en los cultivos”. Yo me pregunto ¿Tendrá esto algo que ver con el ENORME HOSTIGAMIENTO y LA FALTA DE APORTE DE COMIDA, ambas cosas ya comentadas, mediante las siembras que se han abandonado en el interior de Coto de Caza Controlada?

En su apartado 4c habla de estudios de que el ciervo es el culpable de la renovación del pinar autóctono en Prados del Rey. Sin embargo, este mismo texto dice un poco antes (apartado 3) que “el monte está soportando una sobrecarga importante ganadera”. Eso no influye en la renovación del pinar? Alguien ha paseado en verano por la cumbre de La Boleta y ha visto que aquello tiene una capa de sisle (cagarrutas de oveja, para los modernos) que parece mucho más una majada que una pradera natural? 

Joven macho comiendo cerca de Narváez 

Lo que ya es absolutamente sorprendente son los comentarios recogidos en los apartados 7 (“la forma en la que se ha desarrollado hasta ahora la actividad de la caza ha fomentado la cohesión social [???] de los habitantes del Parque Natural y ha generado un significativo efecto de implicación y concienciación con la conservación y gestión del territorio, reforzándose el sentimiento de identidad con él”. Me remito a lo comentado sobre la procedencia de los actuales socios (¿locales?) de estas Sociedades, particularmente la de Baza. Para reírse; por no llorar.

No se pierdan el apartado 9: “Se hace necesario compatibilizar la gestión con la participación e implicación de los cazadores del entorno, representados por la Sociedades de Cazadores de Baza y Caniles, que han venido desarrollando hasta ahora su gestión OPTIMA de la anterior Zona de Caza Controlada con armonía y buen entendimiento entre ellas, y SIN PROBLEMAS CON LA PROPIA ADMINISTRACIÓN AMBIENTAL” A lo mejor esto es la clave de la magnífica gestión,  al alimón.  Esas cosas ya no cuelan por parte de gestores cinegéticos que han tenido el dudoso honor de dejar a la población de ciervo en la situación actual, que ellos mismos reconocen. 

Hablemos en positivo 

El celo de las montesas 

En primer lugar quiero decir, para que no se me malinterprete, que soy cazador desde los 7 años y tengo más de setenta. Es obvio que no estoy en contra de la caza, pero sí de cualquier caza. Por ello considero que hoy en día, tras las experiencias sufridas, los planteamientos de ordenación cinegética deben estar supeditados,  aunque compatibilizados, con una serie de actividades no cinegéticas que la sociedad actual demanda y que  es presumible que sean propias de un Parque Natural y de su conexión importantísima con la población local, que al fin y a la postre es a la que le interesa conservar su medio natural inmediato y la que "de facto" se preocupa por ello. 

Hablando de iniciativas en favor la cabra montés indicaré dos: 

Grupo matriarcal de hembras de montesas con sus crías 

Recién declarado Parque Natural la Sierra de Baza se ofreció por escrito y en forma desinteresada una finca particular a la Sección del Gestión del Medio Natural y a la Dirección del Parque para la creación de un centro de gestión y conservación de cabra montes en este Parque, ya que se trata de una población aislada (ahora no lo es tanto pero sigue teniendo virtualidad) de cabra montés que pudiera actuar de reservorio frente a los problemas de sarna tanto de la Sierra de Cazorla como de Sierra Nevada. Se obtuvo la callada por respuesta.

Bastante más dolorosa fue la falta de respuesta a  la propuesta ante el Ayuntamiento de Baza de la iniciativa, presentada con el aval de la Asociación Proyecto Sierra de Baza y acompañada de numerosísimas firmas de apoyo, para la creación, fundamentalmente en TERRENOS PROPIOS DE LOS HABITANTES DE BAZA administrados por el Ayuntamiento de Baza, de una Reserva de Cabra Montes que denominamos de LOS CALARES. De nuevo la callada por respuesta. Luego volveré sobre este tema, a ver si es posible tratar estos asuntos no desde un punto de vista exclusivamente cinegético sino fundamentalmente conservacionista,  de turismo no cinegético y de puesta en valor de recursos naturales de Baza para el disfrute y prestigio de este Municipio. Se da la circunstancia de que el corazón de ese territorio es PROPIEDAD directa de los habitantes del principal municipio de los que integran el Parque, aunque esa propiedad esté legítimamente gobernada por las autoridades municipales que ellos han votado. 

Ciervo de buen porte en el entorno de Narváez, un paraje que se propone forma parte de una zona de reserva de caza.           

Creo que es el momento adecuado de que por parte de los responsables del territorio (Consejería de Medio Ambiente y Ayuntamiento de Baza) se haga un planteamiento integral que compatibilice las actividades cinegéticas y no cinegéticas en el conjunto del Parque y específicamente en el denominado Coto de Caza Controlada, en trámites actualmente de organización. En mi opinión debe haber dos iniciativas que potencien realmente el disfrute del Parque: 

Plano de la  zona de reserva propuesta para Narváez 

1.- Reserva de Caza de Narváez. La recuperación como reserva de los territorios que van desde el Cortijo de Santaolalla hasta el Collado del Toro y cuyo epicentro en el Centro Receptor de Narváez. Incluiría por tanto los parajes denominados Cruz de La Chaparra (Cortijo de Santaolalla, A2), Umbría de Hellín (A3), Narváez y Casimiro (A5) y Canaleja Alta. La Canaleja Baja es una pequeña finca particular de unas 150 hectáreas en la que nunca se ha podido cazar.

2.- Reserva de los Calares de la Sierra de Baza. El establecimiento de la Reserva de Los Calares, perfectamente documentada en estas web, que incluría el conjunto del Calar de Santa Bárbara (A5), Los Prados del Rey , Calar de La Boleta y Umbría de Los Tejoletes, Calar de Casa Heredia (B1), partes altas de la Fuente del Pino y Poyo de La Tejera. Se invitaría a algunas fincas particulares a integrarse en esta Reserva. Todo ello está perfectamente documentado con anterioridad. Si observamos el plano de conjunto, ambas reservas se solapan en una parte muy considerable, lo que es doblemente interesante. 

Plano del conjunto de  reservas de Narváez y de Los Calares, propuestos 

Qué se consigue con esto? Si se repasa la geografía del conjunto de ambas actuaciones, mayoritariamente los terrenos indicados son propios del Municipio de Baza y en su conjunto son la parte más "turística" y el área de influencia del Centro Receptor del Parque (Narváez). Todo conocedor del Parque es consciente de la degradación faunística que toda esta zona ha sufrido. Como se va a potenciar el turismo rural desde Narváez  y sus sendas? Como se puede dar viabilidad económica a la zona si, por ejemplo, las visitas programadas para la berrea por parte de Proyecto Sierra de Baza y otras organizaciones han tenido que emigrar a otras zonas porque este territorio que debía ser un atrayente por su fauna ahora es un auténtico desastre? ¿Qué beneficio de prestigio y económico ha obtenido el Ayuntamiento de Baza de sus terrenos, y la hostelería de la zona e incluso, qué ventajas han tenido los cazadores autóctonos? En todo entorno natural la vista de fauna es un aliciente máximo para propiciar su visita y disfrute. Eso es lo que debemos recuperar puesto que no hace mucho tiempo eso era un aliciente de la zona. Ahora brilla por su ausencia. 

La curiosidad de las montesas 

 Cuando echa uno la vista atrás de estos treinta años hay hechos experimentales incontestables: La gestión no puede ser la misma y los gestores responsables han sido un desastre, a pesar de lo que diga el B.O.J.A. Ambos aspectos se deben corregir. Es necesario que la Junta Rectora y la Delegación de Medio Ambiente de Granada tomen conciencia de ello. También es necesario que surjan iniciativas dentro del colectivo de cazadores de Baza es pos de una gestión realmente local y responsable. Alguna hay. Este año no se ha cazado en el Coto de Caza Controlada y, que sepamos, no ha ocurrido ninguna hecatombe. Si hay que esperar otro año para aclarar ideas y tomar decisiones razonables, se espera. Más vale esperar un año que adoptar decisiones que hipotequen durante años. 

Planteamiento inmediato de gestión 

Viejo macho vigilando su harén 

Se ha dictado por parte de la Delegación Provincial de Medio Ambiente la siguiente Resolución: 

“Expte.: 1076/2017 RESOLUCIÓN DE LA DELEGACIÓN TERRITORIAL DE MEDIO AMBIENTE Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO EN GRANADA, POR LA QUE SE APRUEBA EL PLAN TÉCNICO DE CAZA POR CINCO TEMPORADAS DE CONFORMIDAD CON LO EXPUESTO EN EL DECRETO 126/2017, DE 25 DE JULIO, POR EL QUE SE APRUEBA EL REGLAMENTO DE ORDENACIÓN DE LA CAZA EN ANDALUCÍA, PARA EL COTO DE CAZA GR-00001, DENOMINADO ZONA DE CAZA CONTROLADA DE LA SIERRA DE BAZA, PERTENECIENTE A LOS TÉRMINOS MUNICIPALES DE BAZA Y CANILES. “

Lo primero que llama la atención es sus fundamentos de derecho con los que comienza: “FUNDAMENTOS DE DERECHO 1.- Visto el Plan de Ordenación Cinegética del Parque Natural de la Sierra de Baza…...”

Volvemos a preguntarnos: ¿A qué Plan de Ordenación Cinegética se refiere? ¿Es al fracasado y no vigente del 2008? ¿Alguno nuevo con el deseable visto bueno de la Junta Rectora?

 No es que creamos que la Junta Rectora es la panacea, dada la composición de la misma controlada por la Administración, pero al menos puede haber voces diferentes a esa Administración que aporte sugerencias positivas. 

Abrevando al amanecer. 

El resto del Plan Técnico es un escueto Plan de contenido bastante inferior al que se le exige al más pequeño Coto Privado de Caza. El plano que se publica contiene exclusivamente los linderos exteriores, y algunos enclaves, de la Zona de Caza Controlada. No existe zonificación alguna ni por tanto detalles de ningún tipo, y estamos hablando de un entorno de más de 22.000 hectáreas dentro del Parque. Se indica que el Plan Técnico está redactado, como es preceptivo, por los Técnicos del propio Medio Ambiente y está regulado por el Artículo 34 del Decreto 126/217 en el que se aprueba el Reglamento de la Caza en Andalucía. En este Artículo se indica que el Plan Técnico debe incluir “como mínimo” lo indicado en el Artículo 12.2, como para todos los Cotos de Caza tanto privados como públicos. No es cuestión de reproducir aquí el larguísimo artículo 12.2, pero baste indicar que tiene hasta 11 apartados, muchos de los cuales no aparecen en la Resolución aprobatoria del Plan Técnico. Se me dirá que todo eso lo tiene Medio Ambiente. Es posible, pero la Resolución es la que rige pública y legalmente el funcionamiento durante varios años de la mitad de un Parque y los posibles interesados en la adjudicación de gestión y cualquier particular u organización que quiera controlar lo que sucede en un espacio protegido ni puede argumentar en una exposición pública ni puede reclamar acerca de su cumplimiento. Además, estas estructuras de gestión han pasado por el tamiz de la Junta Rectora? 

La parte buena, es que nuestras propuestas pueden tener cabida perfectamente en ese escueto Plan Técnico, ya que no contradicen para nada, al menos, la letra de lo publicado. 

Es muy posible que sea preferible no realizar adjudicaciones apresuradas mientras no se cuente con todo el soporte técnico y legal para la gestión, incluyendo en lo posible la opinión de la Junta Rectora y organizaciones del sector.

Consideraciones finales para reconducir la situación del ciervo en la Sierra de Baza 

Silueta de un ciervo joven al atardecer 

Detalles aparte, que los tiene, reconducir la situación del ciervo es bastante sencilla si se apartan amiguismos e intereses económico-cinegéticos de corto alcance: Establecimiento de reservas interiores, eliminación de hostigamientos en el corazón del Parque cazando lo necesario mediante sólo y exclusivamente la modalidad de rececho, puesta en servicio de las parcelas de siembra con su protección correspondiente, control necesario de la carga ganadera y, si de VERDAD SE TIENE INTERÉS EN EL ESTABLECIMIENTO DE UNA RATIO DE SEXOS, MORATORIA POR CINCO AÑOS DE CAZA DE CIERVO MACHO Y CONTROL SELECTIVO DE HEMBRAS MEDIANTE RECECHO. Para la mejora de la calidad de la población, que el propio Medio Ambiente reconoce como mala y yo diría que muy mala,  se hace imprescindible la aportación muy controlada de pequeñas cantidades de machos procedentes de otras poblaciones, a realizar en las zonas de reserva y siempre con la moratoria de caza, obviamente.

Que luego no vengan con cupos, selectividades, consideraciones poblacionales y demás subterfugios. Ya va siendo hora de considerar que no hay que pegarle un tiro a todo lo que tenga cuernos, que un Parque necesita animales en una población suficiente para que puedan ser vistos, fotografiados y disfrutados por todos. Ya va siendo hora de que se compatibilice y se potencie el disfrute del Parque por parte de todos, sean cazadores o no.  A lo mejor la gente puede volver a disfrutar berreas como antaño en el entorno de Narváez… Y que no nos encontremos con situaciones no previstas específicamente en los Planes Técnicos y que permitan de tapadillo alguna que otra caza (o como se le quiera llamar) de alguna otra especie no permitida en el Parque Natural de la Sierra de Baza. 

Manojo de perdices entre el Relumbre y la Fuente del Pino


*Andrés García-Granados López de Hierro
Catedrático de Química Orgánica
Profesor Emérito de la Universidad de Granada