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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 298 - Abril 2024

REPORTAJES

imagen de decoración

Una exigencia irrenunciable


A propósito del Proyecto de Restauración de Riberas y los masivos vertidos de residuos forestales al arroyo Moras

LA GESTIÓN ORDENADA Y SOSTENIBLE DE LAS ACTUACIONES FORESTALES EN LA SIERRA DE BAZA,
UNA EXIGENCIA IRRENUNCIABLE

  Sierra de Baza. Julio-2003 

Con motivo de la ejecución de un proyecto forestal en el Parque Natural Sierra de Baza denominado “Restauración de Riberas”, cuyas labores se iniciaron en el arroyo de Moras, zona de Tablas, en la primavera de 2003, han sido talados más de 3.000 árboles de ribera, que lejos de ser aprovechados madereramente han sido reducidos a astillas, las que se han vertido en la zona de ribera, so pretexto de enriquecer el suelo, cuando las características edafológicas de estos terrenos aluviales, muy ricos en nutrientes naturales, hacían totalmente innecesaria este tipo de actuación, que por el contrario implicaba un altísimo riesgo de eutrofización de sus aguas por el masivo aporte adicional de nutrientes. El hecho de que este proyecto quiera continuarse en otros lugares de esta Sierra, unido a la negativa experiencia vivida en actuaciones similares en los arroyos Uclías y Bodurria de la misma Sierra de Baza, por lo que hay abierto un proceso judicial contra los responsables de la anterior actuación, ha motivado las movilizaciones y protestas de PROYECTO SIERRA DE BAZA que exige un uso racional y socialmente correcto de nuestros recursos forestales, que además no generen impactos ambientales desfavorables.  

Paraje de Tablas (Arroyo de Moras). Julio-2003

En la reunión de la Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza celebrada el pasado 19 de marzo de 2003, aparecía bajo el número 3 el punto relativo a “Informe de la Directora-Conservadora. Programa de actuaciones (2003)”, en el desarrollo de este punto se informaba de los proyectos y actuaciones en ejecución, dentro de los que se facilitaba información escrita sobre la denominada “Restauración de Riberas en el Parque Natural Sierra de Baza” de la que escuetamente se decía que “La finalidad de este proyecto es la restauración de la vegetación natural de ribera para lo que se llevará a cabo la eliminación de pies muertos y enfermos y la plantación de diversas plantas autóctonas pertenecientes a la serie de vegetación serial o climácica”. Se informó que el proyecto estaba adjudicado a la empresa pública EGMASA y su ejecución estaba prevista en cuatro anualidades (2002-2005) aun cuando los trabajos se iban a iniciar en el año 2003.

“La participación social en la política ambiental está ampliamente reconocida como irrenunciable y ha venido siendo defendida por diferentes iniciativas. Sólo desde ésta se podrá abordar el necesario Pacto Social por los Montes”

Martí Boada. III CONGRESO FORESTAL ESPAÑOL. Granada, septiembre 2001

Tan escueta información no requirió ninguna otra pregunta o aclaración. Es manifiesto que si el proyecto –como se indicaba- se limitaba a eliminar pies muertos y enfermos y sustituirlos éstos por otras especies autóctonas, era de tan meridiana claridad, de tal inocuidad y beneficio para el ecosistema ribereño que no suscitó ningún debate, quedando enterada la Junta Rectora. Aunque sí puede resultar necesario añadir que al final de la reunión presentaba su dimisión irrevocable la hasta entonces Directora Conservadora del Parque Natural Sierra de Baza Lourdes Ropero García, no dando explicaciones de sus razones.

Pero si esto es lo que se dijo se iba a hacer en las riberas de la Sierra de Baza, la actuación que después efectivamente se acometió distaba mucho de la información que hemos trascrito; y es cuando nos vienen a la mente que si en el año 1998 el igualmente a la sazón Director Conservador de este Parque Natural, José María Irurita Fernández, dio una autorización a una empresa de muebles de Baza para que retirara madera muerta y deteriorada (ahora se decía eliminación de pies muertos y enfermos) que luego se convirtió en una tala masiva de más de 14.000 árboles de ribera  y que en estos lugares tan solo quedaron abandonadas las efectivas maderas muertas y deterioradas (a las que se limitaba la autorización) además de que todos los residuos forestales generados fueron arrojados a los cauces de los arroyos afectados, dando lugar al gravísimo fenómeno contamínate de la eutrofización de sus aguas, es cuando comenzamos a comprobar que hay claros y macabros paralelismos entre una y otra actuación. 

 Situación eutrófica del arroyo Uclías en la zona de Los Frailes, afectado por las ilegales talas de 1998. Se aprecia como la madera previamente astillada entró en proceso de putrefacción. Julio 2003

Más de 3.000 árboles reducidos a astillas 

Cuando a principios del pasado mes de junio, causalmente pasábamos por las inmediaciones del arroyo de Moras, zona de la aldea de Tablas, no salíamos de nuestro asombro cuando comprobábamos que a lo largo de unos 4 Kms. de riberas habían sido talados miles de árboles (se han contabilizado finalmente 3.090 árboles talados) que no eran precisamente “pies muertos y enfermos”, que lejos de someterse a un normal y racional aprovechamiento forestal habían sido reducidos a astillas, sin aprovechar no siquiera sus fustes, esto es, la parte maderable de los troncos, utilizando en estas labores maquinaria pesada provista de cadenas (bulldozer) que dejaron las astillas formando grandes montoneras a lo largo de las riberas del arroyo cuando no ocupando su propio cauce, que en algunos tramos aparecía completamente obstruido por la madera astillada y vertida en el lugar. Si a esto unimos que la maquinaria pesada utilizada en la actuación forestal había estado circulando a lo largo del cauce, como se apreciaba por las huellas marcadas en el lecho del arroyo por las cadenas, es fácil imaginar la desoladora e impactante imagen que presentaba este lugar.

Una visita del SEPRONA a la zona de vertidos el 13 de junio de 2003 permitió comprobar su especial magnitud

No hemos entendido que una administración, como es la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que no solo debe de ser un ejemplo, en sus actuaciones forestales, del escrupuloso control de la calidad ambiental, sino igualmente de la gestión ordenada y sostenible de los montes, generando una rentabilidad social y económica que repercuta en los habitantes de su entorno, obteniendo unos beneficios que se reinviertan en la zona -tal y como prevé la propia normativa forestal andaluza- por el contrario se destruyan árboles para reducirlos a astillas, en una actuación que no solo no es social y económicamente admisible (la destrucción de riqueza, lo es el patrimonio forestal, no es entendible en una economía racional y sostenible) sino que además ha generado un altísimo e innecesario riesgo medioambiental.

TRAS LAS PROTESTAS LA ADMINISTRACIÓN PUSO EN MARCHA MECANISMOS CORRECTORES 

Tras las protestas de PROYECTO SIERRA DE BAZA sobre la actuación que se estaba llevando a cabo en el arroyo de Moras, se paralizó el astillado de madera, pasando a retirarse en los días posteriores decenas de contenedores industriales de estos parajes, intentando contrarrestar la altísima acumulación de madera astillada generada, lo que se apartaba, incluso, de las propias previsiones del proyecto técnico que define esta actuación, que tan solo preveía el astillado para la eliminación de residuos forestales procedentes de las labores de tratamiento servícola, lo que evidentemente no incluiría a los fustes maderables de los troncos que se generen en la actuación forestal, que no solo no son residuos, sino madera comercializable, con un alto precio en mercado.

Pero es más, la actuación afrontada por EGMASA en el arroyo Moras ha obviado que el propio proyecto técnico prevé que “se evitarán grandes acumulaciones de astillas que originen procesos químicos no deseados”, cuando en las riberas, zonas de influencia e incluso en algunos tramos sobre el propio cauce, entendido este en la forma en la que lo define la Ley de Aguas, esto es, el terreno capaz de cubrir las aguas en su máxima crecida ordinaria, se acumuló tal cantidad de materia orgánica, que supone un altísimo riesgo de eutrofización de las aguas de este arroyo. Experiencia que ya hemos vivido en todas sus negativas consecuencias en los arroyos Uclías y Bodurria.  

Maquinas de astillado trabajando en el Arroyo Moras. Junio 2003

Que habiéndose seguido previamente un proceso penal, cuya instrucción se ha prolongado durante más de 4 años, en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Baza y del que actualmente está señalado el Juicio Oral para la segunda quincena de octubre de este año 2003, en la Sec. 2ª de la Audiencia Provincial de Granada (Rollo de Sala nº 30/2003) en el que se solicitan por la propia Fiscalía unas importantes penas, por hechos similares a los que ahora nuevamente se denuncian,  como fue el también masivo vertido de residuos forestales a los arroyo Uclías y Bodurria, igualmente en el Parque Natural Sierra de Baza, lo que motivó la eutrofización de sus aguas, al descomponerse la materia orgánica y entrar ésta en putrefacción, teniendo como se tiene el antecedente documental y técnico de lo dañino y perjudicial que es este tipo de ilícitas prácticas forestales para el ecosistema acuático de modo general y para unos arroyos de montaña con acusado estiaje como ocurre con los de la Sierra de Baza en particular,  nuevamente se reiteren estos masivos vertidos de residuos forestales a los cauces y riberas de los arroyos serranos.

¿Por qué nos oponemos a esta actuación?  

La población local no solo nos hemos opuesto a este tipo de prácticas forestales, contrarias a unos principios de economía racional y sostenible, y especialmente dañinas para nuestro medio ambiente, sino que hemos expuesto  alternativas de modo que actuaciones como ésta no solo no creen un innecesario riesgo medioambiental, sino que siendo socialmente admisibles pueden generar riqueza. Para ello en la visita efectuada al arroyo de Moras y el Barranco de las Casas de Don Diego el pasado 4 de julio por parte de una Comisión de PROYECTO SIERRA DE BAZA, acompañados del nuevo Director Conservador de este Parque Natural, Don Juan Romero Gómez, se consensuó la necesidad de que en las nuevas actuaciones que se quieren afrontar en otros parajes de la Sierra de Baza, dentro del referido Proyecto de Restauración de Riberas, los árboles que sean apeados en las entresacas selectivas que se efectúen en las plantaciones monoespecíficas (choperas, rodales de cedro y pinos emplazados en las propias riberas) con la finalidad de favorecer su paulatina sustitución por especies de riberas de mayor evolución, sean objeto de un racional y ordenado aprovechamiento forestal en la forma que precisamente dispone el artículo 100 del Reglamento Forestal de Andalucía. De este modo se evitará destruir riqueza, creado un altísimo e innecesario riesgo medioambiental, sino que se podrá obtener una significativa rentabilidad social y económica con la actuación, evitando la innecesaria destrucción de madera

Junto a sauces talados en la misma ribera, se acumulaba la madera lista para ser astillada. Tablas julio 2003

Piénsese que si ahora tan solo se ha actuado en uno de los enclaves inicialmente previstos (Tablas) y aquí han sido apeados más de 3.000 árboles, cuando se termine de ejecutar el Proyecto de Restauración de Riberas que incluye a lugares como La Fraguara, Casas de Don Diego, El Cerrón, Los Olmos, Rambla del Agua, Cortijo Vinagre, El Cascajal “y otros lugares”, según se lee en el informe que presentó el Director Conservador a la Junta Rectora con fecha 3 de julio de 2003, habrá sido muchos miles de árboles los que se habrán talado de estos lugares, lo que puede generar para nuestra zona unos altísimos beneficios y rentabilidad económica y un nulo riesgo medioambiental, dentro de un racional y ordenado aprovechamiento forestal. 

Precisamente para controlar que esto se haga efectivamente así, PROYECTO SIERRA DE BAZA ha nombrado una Comisión de Seguimiento y Valoración de esta actuación que ya ha hecho públicas sus primeras conclusiones en un documento dado a conocer el pasado 9 de julio de 2003, el que igualmente se exponía en el acto público celebrado en la Casa de la Cultura de Baza el pasado 16 de julio, donde se organizó una proyección de diapositivas sobre esta actuación, con posterior debate entre los asistentes; actos que se van a reproducir en otros municipios y aldeas del Parque para sensibilizar a la población con la necesidad de la gestión ordenada de nuestro patrimonio forestal; en cuanto que si bien actuaciones como el citado Proyecto de Restauración de Riberas, pueden y deben de ser bondadosos en su ejecución para nuestros ríos y arroyos, la negativa experiencia acumulada por actuaciones tan polémicas y dañinas como las masivas talas a matarrasa de 1998 nos obliga a permanecer expectantes y es que no deseamos sufrir más tragedias ecológicas en este Parque Natural so pretexto de actuaciones forestales. Por lo que una vez más apelamos a la sensibilidad de os gestores de este Parque Natural, para que sus actuaciones sean un modelo de gestión sostenible, capaz de generar empleo y riqueza, sin poner en peligro nuestro patrimonio natural. 

 Detalle del paraje de Las casas de Don Diego (Gor), donde se quiere continuar este otoño con el proyecto de Restauración de Riberas iniciado en Tablas. Julio-2003