Maravillas de la Sierra de Baza: El Pino de la Señora y la Cueva del Agua
Por Agustín Orduña
© Agustín Orduña
El pasado domingo día nueve de octubre del corriente año 2021, con la compañía del Presidente de la Asociación Proyecto Sierra de Baza, José Ángel Rodríguez, y de nuestro buen amigo Luis Moya, también miembro de nuestra asociación y gran conocedor de la Sierra de Baza y su entorno, nos dispusimos a realizar una visita al Pino de la Señora y a la Cueva del Agua, en el Barranco de la Fonfría, para poder fotografiar uno y otro elemento natural.
Gracias al burro porteador, “Carbonero” de Luis, pudimos subir con el equipo necesario para poder hacer un reportaje fotográfico de calidad.
El burro Carbonero, nuestro acompañante durante la travesía
La ruta que seguimos, discurre por uno de los paisajes más naturales e inaccesibles de la Sierra de Baza, en la que se requiere estar a un buen nivel físico, ya que no solo hay que recorrer una importante distancia, sino también superar grandes desniveles, en algunos tramos por lugares muy complicados. La orientación también es fundamental, ya que hay tramos en los que la vegetación se cierra completamente y no permite situarte.
Luis Moya conduce a Carbonero entre los arces del Barranco de la Fonfría.
Tras varias aventuras en el camino, con nuestro Carbonero, se abre un claro en el denso pinar apareciendo un imponente pino laricio: “EL PINO DE LA SEÑORA”; nuestro primer objetivo fotográfico de la jornada.
La presencia de Carbonero a los pies del Pino de la Señora, nos da una clara idea de su impresionante porte.
Tiene el Pino de la Señora una edad estimada superior a los 350 años y en uno de sus lados tiene una hendidura que le fue realizada para la extracción de teas resinosas.
Actualmente se encuentra este árbol singular recogido en el catálogo de la Junta de Andalucía en riesgo de desaparecer por la acentuada inclinación, si no se realiza ninguna actuación sobre él.
El Pino de la Señora a vista de pájaro
El Pino de la Señora, se trata de un notable ejemplo de pino de los llamados árboles “Lobos”, que se caracterizan por ser un pie con un tamaño mayor que los que le rodean, por causa de una edad superior o tener mayor vigor que los que los ejemplares arbóreos de su entorno.
La gran hendidura que presenta el Pino de la Señora es debida a la obtención de teas resinosas.
Pudimos apreciar como en la orientación de la parte dañada, el pino no presenta ramificaciones a causa del daño que se le causó para extraer teas resinosas, ello hace que su inclinación sur, se esté viendo agravada por concentrarse las ramas y peso en ese lado, por lo que debería ser objeto de una actuación silvícola de poda, aligerando el peso de ese lado.
Cueva del Agua
Entrada a la gruta de la Cueva del Agua.
Tras una breve pausa para reponer fuerzas, guiados por nuestro guía y Carbonero, nos dispusimos a subir a la “CUEVA DEL AGUA”, el objetivo final de nuestra ruta en esta jornada.
Si el camino para el Pino de la Señora era sinuoso, difícil y de grandes pendientes, nada que ver, con la ascensión hacia la Cueva del Agua. Pinos desordenados, árboles caídos, una maraña vegetal, piedras sueltas y cascajal, son la nota dominante de este tramo final y lo que es peor: sin un camino a seguir, únicamente nos limitábamos a seguir a Carbonero, que parecía conocer el terreno y demostró ser un potente todo terreno.
Sin aliento y a punto de la taquicardia, llegamos hasta las inmediaciones de la Cueva. Tras recuperar el aliento, y con el equipo ya acuestas, porque ni carbonero podía llegar, nos encontramos ante una gran cavidad, que solo se puede ver, cuando ya estás en su entrada.
Columnas denominadas “de acreción” en la Cueva del Agua, formadas por el aporte del agua caliza a lo largo de los miles de años.
La gruta de la Cueva del Agua, localizada en una de las laderas del Collado del Resinero, dando vistas al Barranco de la Fonfría, se trata de una de las formaciones kársticas más bellas de la Sierra de Baza.
Lo primero que nos llamó la atención, fue la gran cantidad de excrementos de cabra montés, que había en el interior de la cueva, lo que nos indica que estos animales se refugian tanto en verano, buscando el frescor del interior, como también en los días de frío y grandes tormentas que se registran en la zona, buscando abrigo y refugio en la oquedad caliza.
Es una cueva pequeña, de no más de 60 metros de fondo, por unos 5 metros de altura en el punto donde alcanza más volumen, presentando a la entrada de su sala principal una gran columna. Estas columnas son formas de mineral precipitado, generalmente calcita, y suelen crearse al contactar una estalactita y una estalagmita formadas por el mismo aporte de agua o bien al tocar una estalactita el suelo.
Otro detalle del interior de la Cueva del Agua.
El proceso de formación de estas columnas puede llegar a tardar miles de años y las columnas resultantes tener varios metros de altura. Tienen una sección horizontal de tendencia circular, y que puede variar a lo largo del eje de la columna dependiendo de su edad, siendo posible apreciar de esta manera el punto de contacto de la estalactita y la estalagmita en columnas jóvenes.
Esta columna no tiene una originaria función estructural en la cavidad, aunque con el tiempo pueda llegar a contribuir a su estabilidad, por lo que no son un elemento imprescindible para el sustento de la bóveda, aunque contribuyen a ello, ante fenómenos de erosión o accidentes geológicos.
Un murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros), descansando en el interior de la gruta.
También pudimos fotografías, con muchas precauciones y cuidado, para no molestarlo, a un ejemplar de murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros), que se encontraba en el interior de la cueva, en una zona oscura, aferrado a la desnuda roca.
Junto con el murciélago de herradura grande, el murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros) es la especie troglófila más fácil de observar en la Sierra de Baza. Sin embargo, el R. hipposideros está mejor instalado y cuenta con varias colonias tanto en minas y cuevas de la sierra, como en las del resto de Andalucía oriental. También se conocen colonias en cortijos del Marquesado del Cenete y en cuevas vivienda de la Hoya de Baza. Aunque no se han prospectado, las cortijadas de los arroyos que bajan a Baza o Caniles deben también de contar con alguna colonia (Garrido García, J.A., 2006).
La Cueva del Agua contiene gran cantidad de estalactitas y estalagmitas, pero por desgracia, algunas de estas han sido extraídas, por excursionistas domingueros, que han querido llevarse un pequeño trofeo, formado, por miles de años, y desaparecidos en unos instantes.
La cueva del agua es una cueva natural de naturaleza calcárea. Su formación se debe a que durante milenios, la acción del agua ha esculpido sus paredes formando bellos paneles laterales a ambos lados de la cueva.
En algunos puntos de la misma aún se pueden observar la caída de las gotitas de agua, que sin prisa pero sin pausa, siguen haciendo su trabajo en el tiempo.
Detalle de una de las paredes de la gruta.
Ya de tarde regresamos hasta el cortijo de los Corvos, en donde se puso punto y final a nuestra encomiable labor de documentación, para su exposición en nuestra revista.
Vista panorámica del entorno que se divisa en el recorrido de regreso a nuestro punto de partida, en el Cortijo de Los Corvos.
- Creado el .