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Edición Mensual - Año XXVI | Nº 305 - Noviembre 2024

FICHAS

imagen de decoración

Rinolofo pequeño o murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros)

Fichas de Mamíferos

Orden Chiroptera o Quirópteros:

1. Familia Rhinolophidae:

Rinolofo pequeño o murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros)


©  Jesús Nogueras Montiel
Murciélago de herradura pequeño en la característica posición de reposo colgado del techo y completamente cubierto por su plagiopatagio.


FICHA TÉCNICA

Orden: Chiroptera.
Familia: Rhinolophidae
Género: Rhinolophus
Especie: Rhinolophus fhipposideros (Bechstein, 1800).
Subespecies presentes: Una sola en la Península Ibérica, R. h. hipposideros. Hasta hace unos años los animales ibéricos se incluían en la subespecie minimus, que ahora se considera restringida a las poblaciones norteafricanas.
Longitud de la cabeza y cuerpo, sin incluir la cola: entre 37 y 45 mm.
Longitud de la cola: de 23 a 33 mm.
Longitud del antebrazo: de 37 a 42'4 mm.
Peso: de 4 a 10 gramos
Status de la especie: Protegido. Especie vulnerable catalogada de interés especial (categoría II del R.D. 439/1990 de Especies Amenazadas). Incluida en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas (Ley 8/2003 de 28 de octubre de la Flora y Fauna Silvestre).


Puede consultarse la ficha del murciélago de herradura grande (Rhinolophus ferrumequinum)  para información del género Rhinolophidae y las características anatómicas de las diferentes especies de murciélagos de herradura presentes en la Sierra de Baza.


DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE 

El murciélago pequeño de herradura es el Rhinolophidae más pequeño de la fauna europea. Se encuentra ampliamente distribuido por todo el territorio peninsular e Islas Baleares, faltando tan solo en las Islas Canarias. Ocupa un rango altitudinal muy amplio, teniendo el record de altura precisamente en la Sierra de Baza, donde se localizó una colonia a 1700 m. de altitud, y ejemplares aislados a más de 2000 m. 

A nivel mundial, se extiende por el Paleártico occidental, llegando por el este hasta Pakistán y Cachemira y por el oeste a Irlanda, mientras que por norte llega hasta Alemania y por el sur penetra en África, tanto en los países del Maghreb como, siguiendo el Nilo, hasta Etiopía y Sudán. 

Su aspecto es muy similar al del murciélago de herradura grande (Rhinolophus ferrumequinum),aunque su tamaño es netamente menor, lo que permite diferenciar claramente una y otra especie. Ilustrativamente se ha dicho que el murciélago pequeño de herradura es una miniatura del murciélago grande de herradura. La tabla que aparece a continuación pone de manifiesto las diferencias entre ambos:

 

[table]

MEDIDAS

R. ferrumequinum

R. hipposideros

Cabeza + cuerpo

57 - 71 mm

37 – 45 mm

Antebrazo

54 – 61 mm

37 – 42,5 mm

Peso

17 – 34 gr.

4 – 10 gr.

[/table] 

Las estructuras nasales son también casi idénticas a las de R. ferrumequinum: presenta una lanceta corta y la silla cuenta con bordes rectos y convergentes hacia arriba, mientras que la herradura tiene forma redondeada y cuenta con un surco ventral en el centro del labio inferior. 

Otro elemento a tener en cuenta en la identificación es la forma que tiene de cubrirse con el patagio de las alas mientras se encuentra en torpor. En efecto, se cubre completamente con él, asemejando una “pequeña breva” (ver imagen 1), mientras que R. ferrumequinum y especialmente R. euryale nunca cubren su cuerpo por completo. 

El murciélago de herradura pequeño fue en principio una especie troglófila, aunque mucho menos exigente que otras especies del género, pudiendo ocupar abrigos y pequeñas cuevas y, en las de grandes dimensiones, suele situar sus colonias en la proximidad de las entradas. Esto le ha permitido aprovechar con mucho éxito las pequeñas edificaciones rurales abandonadas o de uso esporádico (desvanes, cuadras, habitaciones). 

Es sedentario igual que R. ferrumequinum, realizando desplazamientos cortos, inferiores a los 20 Km. Sin embargo, muestra costumbres sociales muy diferentes a las del resto de los Rhinolophidae. Durante la reproducción, las colonias no suelen agrupar más allá de unas decenas de hembras (aunque se conocen casos excepcionales en las sierras gaditanas con más de 800). Además, las hembras no se apiñan formando grupos compactos, sino que se dispersan por el techo (ver imagen 2). 

Durante el invierno son menos sociables aún, y lo más normal es encontrar animales solitarios o, si hay varios, claramente separados entre sí. Como ejemplo, la mayor colonia invernal de Andalucía oriental, situada en una mina de la sierra de Gádor (Almería) con más de 2 km de galerías, sólo agrupaba a 14 animales. 

En esta estación buscan cavidades subterráneas no muy frías (5º a 11º C) y con humedad relativa alta. Acostumbran, además, a usar posaderos sobre las paredes a baja altura (0,5 – 1,5 m). Este hábito hace que no sea raro toparse con ellos en gateras y túneles bajos de cuevas y minas con menos de medio metro de altura y, a veces, los lleva a situarse en posiciones bastante arriesgadas: en Francia se han encontrado ejemplares usando para invernar túneles de madrigueras ocupadas por zorros o tejones. 

Como el resto de los Rhinolophidae, cuenta con alas anchas y cortas y muestra un vuelo muy maniobrable más parecido al de una gran polilla que al que se le supone a un murciélago. Suele volar a baja altura (1,5 a 5 m) siguiendo los bosques de ribera, sotos y setos en el límite de pastos y parcelas.   

Además, tienen una extraordinaria capacidad para realizar vuelos verticales en conductos estrechos. Así, donde escasean otros refugios, es capaz de utilizar pozos, y no es raro que algunas de sus colonias en casas tengan como única vía de acceso el hueco de la chimenea. 

Es uno de los primeros murciélagos que salen de los refugios diurnos. Poco después de la puesta del sol ya es posible ver a los animales más tempraneros realizando pequeños vuelos cortos y posándose en el quicio de la entrada, como si estuvieran indecisos. Como el resto de los murciélagos, concentra su actividad de caza en el primer tercio de la noche, aunque en el verano y finales de primavera, y tras un descanso a mitad de la noche, tienen un segundo periodo de forrageo antes del alba.


 DATOS DE LA ESPECIE 

 

© Jesús Nogueras Montiel
Grupo de murciélagos de herradura pequeños en una construcción rural deshabitada, en la que se aprecian las crías y la posición dispersa de las hembras. 

Longevidad: No suelen vivir más de 4 años, aunque se sabe de un ejemplar polaco que fue recapturado 21años y 3 meses después de su marcaje. 

Celo: Comienza a final del verano y principios del otoño, hasta las fechas previas al letargo invernal. Las hembras almacenan el esperma del macho en una bolsita a un lado de la vagina hasta la primavera siguiente, momento en el que se produce la fecundación. 

Gestación, parto y lactancia: La gestación es una de las más largas de los murciélagos ibéricos, prolongándose desde finales de abril a principios de junio. En consecuencia, es la especie troglófila ibérica con partos más tardíos y con un desarrollo de las crías más rápido. Las crías son amamantadas durante unos 30 a 45 días. Durante los primeros días, las hembras llevan consigo a las crías en los vuelos de caza, asidas a un falso pezón situado en la ingle. Se independiza completamente de la madre a las 6 ú 8 semanas, pero antes, y para aprender a volar, las crías se agarran del antebrazo de la madre mientras esta está posada en el refugio y ejercitan sus alas.

Madurez sexual:  El machoalcanza la madurez sexual al año, mientras que las hembras la alcanza normalmente en el segundo año, aunque algunas hembras suelen parir con tan solo un año de edad. 

Alimentación: No se ha hecho ningún estudio al respecto en España. Las colonias irlandesas se alimentan sobre todo de pequeñas polillas, neurópteros, tricópteros y dípteros nematoceros (“mosquitos”) y, entre estos últimos, sobre todo las típulas (grandes “mosquitos” crepusculares de vuelo muy torpe y lento). A lo largo de todo el periodo reproductor van cazando uno u otro tipo de presas en función de su abundancia. Así, en junio destacan tricópteros, típulas y otros “mosquitos”; en julio-agosto se alimentan más de polillas y neurópteros; y en septiembre vuelven a explotar las poblaciones de típulas y tricópteros.

También cazan, aunque en menores cantidades, coleópteros no voladores (Carabidae) y arañas que pasan la noche en el centro de sus telas (Araneidae). Esto indica que es capáz de cazar sobre el suelo y superficies, y parte de sus otras presas podría ser atrapada mientras están posadas en hierbas y hojas. Esto lo hemos podido observar en el área recreativa de la Pantaneta de Cogollos, una decena de km al sur de Guadix. Allí se pueden ver en los ocasos estivales murciélagos pequeños de herradura revoloteando a pocos centímetros por encima de la hierba corta que crece en la base de los pinos carrascos.

Hábitats: En las sierras de Andalucía oriental prefiere situar sus colonias en el límite entre las repoblaciones forestales o masas forestales naturales  y los pastos o áreas de cultivos tradicionales provistas de setos bien conservados, o en el interior de estas últimas. En casos extremos, como en los medios subdesérticos de la cara sur de la sierra de Filabres, un bosque de ribera asociado a una fuentecilla es suficiente para una pequeña colonia de cría ubicada en un cortijo abandonado cercano.

Indicios: Los murciélagos de herradura pequeños producen excrementos idénticos a los de su pariente R. ferrumequinum, formados por subunidades pegadas entre sí, aunque muchos más pequeños. Mientras en el caso que nos ocupa, su grosor se sitúa entre 1 y 2 mm de grosor, en su pariente supera siempre los 2 mm. Esta diferencia puede ser útil para distinguir el guano en edificios, pero en cavidades subterráneas puede crear confusiones si existen poblaciones de Rhinolophidae de tamaño intermedio (R. euryale o R. mehelyi). El guano no aparece concentrado en ningún lugar concreto sino disperso, en correspondencia con la costumbre de las hembras de no agruparse.

Tampoco deja manchas en los posaderos.

Dimorfismo sexual: La hembra es mayor que el macho, y presenta un par de mamas pectorales y otro par de falsas mamas inguinales que sirven para que la cría se agarre.

Enemigos naturales: Es muy raro que sean cazados por otros animales. Excepcionalmente, lo hacen las rapaces nocturnas, sobre todo la lechuza (Tyto alba), y las rapaces diurnas con hábitos crepusculares. Ha sido citado un caso de predación por  lirón gris (Glis glis) en el norte de España.

Problemáticas: El problema más acuciante que padecen estos animales es la pérdida de refugios debido a la “restauración” o cambio de usos de edificios abandonados. Debido a esto, en el último decenio han desaparecido numerosas colonias en las Alpujarras y Cazorla-Segura, en algunos casos debido a actuaciones promovidas por la Consejería de Medio Ambiente para “poner en valor” casas forestales abandonadas. Un buen ejemplo de esto es lo ocurrido en el Centro de Visitantes del Parque Natural de la Sierra de Baza, cuyo arreglo conllevó la desaparición de una colonia mixta de esta especie y Plecotus austriacus. 

Tampoco se puede obviar la desaparición de colonias debido a la “modernización” de la agricultura y encauzamiento de acequias, que destruyen sus cazaderos en las zonas de cultivos, y los efectos de las fumigaciones masivas a las que están sometidos los olivares y pinares de repoblación. 

No suele soportar las molestias, especialmente en invierno. Si se encuentra casualmente una colonia, se debe de abandonar el lugar inmediatamente y, sobre todo, no capturar ningún animal: es ilegal, al ser una especie estrictamente protegida. Sin embargo, es muy interesante esperar en verano al atardecer, escondidos junto a la salida del refugio. Si la colonia es grande, verlos salir es un gran espectáculo. 

Sin embargo, en refugios muy frecuentados y en los que, sobre todo, los visitantes los respetan, pueden adaptarse bastante bien a las visitas. Es el caso de una colonia de cría instalada en la chimenea de un castillo irlandés que recibe cientos de visitas diarias o, más cerca, en la Cueva de los Murciélagos de Zuheros (Córdoba). Una visita en verano a esta cueva, que está abierta al turismo, es una de las mejores oportunidades de observar a este animal, ya que la decena de hembras que componen la colonia son muy confiadas y dejan que nos acerquemos y fotografiemos.

Curiosidades ecológicas: Puede consumir diariamente un centenar de típulas (entre ¼ y 1/3 de su peso). Al final del año serán miles. Por ello, desempeña un importantísimo papel en el control de estos insectos, cuyas larvas subterráneas producen daños importantes en la agricultura al alimentarse de bulbos y raíces.


 EL RINOLOFO PEQUEÑO O MURCIÉLAGO DE HERRADURA PEQUEÑO EN LA SIERRA DE BAZA 

© Francisco Rodríguez Luque
Ejemplar adulto de murciélago de herradura pequeño en su hábitat natural en el interior de una gruta. 

Junto con el murciélago de herradura grande, es la especie troglófila más fácil de observar en la Sierra de Baza. Sin embargo, el R. hipposideros está mejor instalado y cuenta  con varias colonias tanto en minas y cuevas de la sierra, como en las del resto de Andalucía oriental. También se conocen colonias en cortijos del Marquesado del Cenete y en cuevas vivienda de la Hoya de Baza. Aunque no se han prospectado, las cortijadas de los arroyos que bajan a Baza o Caniles deben también de contar con alguna colonia.

Finalmente, recordemos que las poblaciones que viven a mayor altitud de toda la especie habitan en la parte alta de la sierra, con una colonia de cría a 1700 m y ejemplares solitarios en torno a los 2000 m.

Texto: José Antonio Garrido García

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