Etnobotánica de la Sierra de Baza
Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza
Cardencha (Dipsacus fullonum)
© Proyecto Sierra de Baza
Detalle de la cabezuela floral de la cardencha, comenzando a aparecer las flores púrpuras en el centro de la misma
Planta bienal, que puede alcanzar los 2 metros de altura, dotada de tallos rectos y espinosos que terminan en una cabezuela, también espinosa, de forma globular u ovoide, de 30 a 90 mm. de diámetro, que cuenta con numerosas flores de pequeño tamaño y de color púrpura que florecen entre junio y julio, haciéndolo primero las del centro de la cabeza floral (en la forma que se aprecia en la imagen que ilustra esta ficha), haciéndolo posteriormente en filas de 2 a 3 círculos a la vez, siguiendo hacia arriba y hacia abajo de la cabezuela floral, de modo que las últimas en abrirse son las de la cúspide y las de la base.
El nombre científico de esta planta (Dipsacus) deriva del griego (dipsao) que significa tened sed, por la característica retención de agua que hacen las hojas basales, que forman una característica roseta. Estas hojas disponen de un corto peciolo y son de aspecto lanceolado, con una longitud total entre 20 y 30 cms.
La gran variedad de nombres comunes o vulgares con los que es conocida esta planta, da idea de sus amplios usos populares, de los que los más conocidos, además del de cardencha, son los de cardo de cardadores y cardo de cardar, en alusión a la utilización de esta planta para cardar el algodón y la lana de prendas de este tejido, por sus cualidades naturales para deshilacharla dándole un aspecto plumoso, sistema que se utiliza particularmente en la confección de tejidos de lana de bebes como chaquetillas y gorros. También es conocida con nombres tan sugerentes como los de aguabendita, abrepuño o baño de Venus, la labrum Veneris, como era conocida esta planta entre los romanos, por la forma que recordaba los baños de las damas nobles de Roma.
Toda la planta, y especialmente la raíz, que es la parte más utilizada en la medicina tradicional, que contiene un glucósido llamado escabiosina, es también muy rica en potasio (K), siendo utilizada con fines diurética, para favorecer la orina y como sudorífera. Sus efectos son moderados, pero persistentes, para favorecer la eliminación de ácido úrico y de otras impurezas de la sangre y la orina. Para ello se prepara con la raíz un licor, de sabor ligeramente amargo aunque agradable, que se obtiene con la maceración de la raíz en aguardiente. También puede aprovecharse en decocción de unos 40 gramos de raíz en 1 litro de agua, a lo que se añade azúcar, para hacer más agradable su sabor.
Actualmente el uso más popular de esta planta es como composición floral seca, aprovechando que la cabezuela floral y tallos se conserva muy bien seca, resultando muy vistosa y atractiva.
Pío Font Quer, cuenta como Dioscórides se refiere a esta planta indicando que “el Dipsaco también se cuenta entre las espinosas plantas. Produce un tallo bien alto, y armado todo de espinas: las hojas luengas, espinosas, y semejantes a las que vemos en la lechuga: las cuales de dos en dos abrazan el dicho tallo por cada juntura, o nudo, haciendo con sus partes bajas (con las cuales se juntan) ciertas concavidades, en que se recoge y recibe la lluvia o rocío, de donde vino a esta planta llamarse Dipsacos, que quiere decir sedienta. Dícese -añade Dioscórides- que extirpan con este remedio las verrugas a manera de hormigas, y las que parecen pender de un hilo. También se afirma, que los gusanillos de las cabezas, metidos en un pedacillo de cuero y atados al cuello, o al brazo, sanan la fiebre “quartana".
Font Quer también incluye una curiosa cita de Andrés de Laguna, en la que destaca las cualidades de esta planta: "En esto conoceréis la gran providencia de la naturaleza, y el cuidado que de nosotros tuvo, pues no solamente nos dio toda suerte de mantenimientos para sustentar nuestro cuerpo: y mil diferentes de algodones, lanas y sedas, para cubrirnos y defendernos de las injurias extrínsecas: empero también fue solicita en darnos instrumentos aptos y convenientes, para adelgazar las semejantes materias, y perfeccionar los paños que hiciésemos de ella: “para el qual negotio son muy à proposito las cardenchas, de los griegos llamadas Dipsacos” -Y refiere un curioso uso- “Quanto à los gusanillos blancos, que se hallan dentro de las cabeças perfectamente maduras, se dezir delllos, que metidos por la verga quando estan bivos, provocan admirablemente la orina".
Los gusanillos blancos que se hospedan en esta planta, a los que alude Laguna, son unos nematodos denominados científicamente Tylenchus dipsaci, de los que este mismo autor refiere que pueden utilizarse como anestésico para aliviar el dolor de los dientes y muelas, para lo que indica que se trituraban entre los dientes, consiguiendo un momentáneo alivio.