Etnobotánica de la Sierra de Baza
Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza
Nueza negra (Tamus communis)
© José Ángel Rodríguez
Frutos de la nueza negra.
También conocida como falsa nueza, por su parecido con la nueza, es un planta herbácea trepadora, que puede alcanzar los 2 a 3 metros de altura, la que renueve todas sus partes aéreas anualmente, provista de un tubérculo cilíndrico más o menos irregular que mide unos 20 cm. De él surge un tallo cilíndrico trepador, va girando de izquierda a derecha, que puede alcanzar los 4 m de altura.
Las hojas son enteras, alternas, a veces marcadamente trilobadas, siendo entonces el lóbulo central lanceolado, y de color verde brillante; la lámina mide unos 6 - 9 x 4 - 6 cm y destacan en ella 3 - 9 nervios principales bien marcados y una nerviación secundaria bien marcada; el peciolo mide entre 3 y 10 cm. Las estípulas son caedizas.
Las inflorescencias se disponen en racimos axilares, con flores unisexuales. Las masculinas están en racimos largos, ramificados, de hasta 35 cm y con 73 flores; son campanuladas o subrotáceas, con el perianto dividido en 6 tépalos subiguales, resolutos, verde amarillentos, en cuya base se insertan 5 estambres con anteras amarillentas.
Es una especie dioica, con lo que sólo encontraremos los frutos en los ejemplares hembras. Las flores femeninas se hallan en racimos más cortos, de hasta 7 cm, y con entre 1 y 13 flores; son rotáceas, con un periantio también dividido en 6 tépalos subiguales, verdosos, pero más cortos que el ovario; tienen estaminodios (estambres no funcionales), 3 estilos fusionados y los estigmas bífidos.
Florece de marzo a julio y madura de septiembre a noviembre, siendo el fruto una baya más o menos globosa, de color rojo, con 1 - 6 semillas en su interior (una baya).
USOS ETNOBOTÁNICOS
© José Ángel Rodríguez
Detalle de las hojas de la nueza negra.
Esta planta es conocida desde la antigüedad y ya es citada por Dioscórides. Aunque es frecuente encontrar también en la farmacopea del S. XIX muchas aplicaciones y usos de la nueza, hace muchos años que dejaron de utilizarse por su toxicidad, incluso a baja dosis. Según Pio Font Quer, el Doctor Lecler, aconsejaba la utilización del tubérculo cocido de esta planta como ungüento, para tratar moratones y cardenales, aplicándolo con compresas.
Como curiosidad decir que Laguna comentaba que los frutos de esta planta tenían un poder muy atractivo para algunas aves, que no se marchaban del lugar donde se encontraba plantada.