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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 297 - Marzo 2024

FICHAS

imagen de decoración

Etnobotánica de la Sierra de Baza

Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza

Acebo (Ilex aquifolium)


© José Ángel Rodríguez
Detalle de los frutos y hojas de un acebo, pie femenino 

También conocido en algunos lugares con el nombre popular de agrifolio, el acebo es un arbusto o como mucho un pequeño árbol de unos 6 ó 7 metros de altura, de porte siempre verde, con tronco recto, porte piramidal, que se ramifica desde la base y que puede llegar a vivir 500 años.

Su corteza es lisa durante toda su vida. Al principio, es de un color verdoso y a partir del segundo o tercer año va tomando un tono gris oscuro definitivo. Sus hojas son alternas, muy rígidas, totalmente lampiñas y relucientes, con forma ovalada y, como cualidad más característica, con un borde fuertemente espinoso en los ejemplares jóvenes y en las ramas más bajas en los adultos, careciendo de espinas las hojas de las ramas superiores, y en los ejemplares adultos de modo que cuando el árbol está ya desarrollado estos dientes -que actúan como defensa natural de la planta ante herbívoros- tienden a desaparecer. Las hojas duran unos cinco años, siendo continua renovadas, por lo que el árbol aparece siempre verde. 

El acebo es una planta dioica, lo que significa que pies masculinos y femeninos, siendo necesarios para la formación del fruto la presencia de unos y otros en las proximidades. En los ejemplares masculinos, las flores aparecen en grupos axilares de color amarillento. En los femeninos, aisladas o en grupos de tres y son pequeñas y de color blanco o levemente rosado, y se componen de cuatro pétalos y cuatro sépalos parcialmente fusionados en la base. 

Los ejemplares femeninos producen un fruto carnoso que contiene en su interior 4 ó 5 semillas (es una baya), de un color rojo brillante o amarillo vivo, que madura muy tarde, hacia octubre o noviembre, alcanzando su plenitud en diciembre-enero, por lo que es muy utilizado como adorno navideño. El fruto es consistente y que permanece durante mucho tiempo en el árbol, a menudo durante todo el invierno, siendo un alimento muy codiciado por los pájaros, particularmente aves frugívoras (las que comen frutos) como los zorzales y mirlos, con la peculiaridad de que no germinan hasta el segundo año, en caso de ser ingerida por algún ave como el mirlo. 

ATENCIÓN: Los frutos del acebo son venenosos y muy tóxicos, de modo que se estima que el consumo accidental de algunas de sus bayas puede provocar la muerte de un niño o la de un adulto la ingesta de 20 a 30 bayas. Por lo que deberemos abstenernos de plantarlo en lugares frecuentados por niños que puedan consumir la planta accidentalmente, ya que por su aspecto puede confundirse con otros frutos silvestres comestibles como el majuelo. 

El acebo tiene desde antiguo un gran uso en jardinería por su especial belleza en las hojas y frutos, además de ser un excelente seto ya que tolera bien la poda, por lo que existen gran cantidad de variedades o especies "cultivares" con caprichosas formas y colores particularmente en sus hojas. Su uso tradicional y popular como adorno navideño, le ha acarreado no pocos daños a la especie, hasta el punto de estar en peligro de extinción en algunas zonas. Hoy es especie protegida en amplias zonas de varios países europeos, también España de modo general y en particular en Andalucía, donde es una especie silvestre protegida, rara y poco frecuente en sus hábitats naturales. 

El acebo tiene una madera de color blanco o grisáceo, de textura fina y uniforme, carece de dibujos o vetas y es muy dura, pesada y compacta siendo muy estimada en ebanistería, marquetería y tornería. Non flota en el agua. Toma muy bien los tintes, por lo que se hacen perfectas imitaciones del ébano. Un uso tradicional de la madera de acebo ha sido para fabricar baquetas de fusiles y mangos de herramientas agrícolas. 

Por la aludida toxicidad de esta planta, vamos a abstenernos de hacer referencia a sus usos en medicina popular, donde se ha utilizado sus hojas, frutos y corteza.