Fichas de Aves del Parque Natural Sierra de Baza
Halcón peregrino (Falco peregrinus)
© José Miguel Pantaleón
Ejemplar adulto de halcón peregrino en vuelo.
FICHA TÉCNICA:
Orden: Falconiformes
Familia: Falconidae
Especie: Falco peregrinus
Estatus: especie catalogada de interés especial.
Longevidad: pueden vivir hasta 15 años.
Peso: 600 - 1.300 gramos, aproximadamente.
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir de 100 a 115 cms.
Longitud: de 40 a 50 cms., aproximadamente.
DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
El halcón peregrino es una rapaz diurna de mediana envergadura, con un cuerpo compacto, así como unas alas largas y puntiagudas. Su cabeza es de plumaje oscuro, destacando el anillo ocular de color amarillo, mismo color que en la base del pico que es corto y afilado .Posee dos lóbulos negros a cada lado de la cara, a modo de bigotera, y una mancha blanca en las mejillas. El pecho es de color blanco con listas horizontales de color oscuro. Todo su plumaje dorsal es de color gris azulado. Las patas son de color amarillo, con cuatro dedos terminados en garras bien afiladas. Los machos son más pequeños que las hembras.
© Roberto Travesí
El hábitat preferido de los halcones son los roquedos. En la imagen un ejemplar despedazando una presa recién cazada.
Su hábitat es variado, evitando los bosques muy cerrados y las amplias zonas agrícolas, aunque muestra preferencia por zonas escarpadas como acantilados, desfiladeros rocosos e incluso paredes de grandes edificios. Puede habitar tanto a nivel del mar como a más de tres mil metros de altura.
© Rafael Fenoy
El halcón peregrino muestra unas características franjas negras en el rostro, a modo de bigotera, y un vientre blanco con listas horizontales, unos rasgos que le pueden identificar con facilidad de otras especies próximas.
En torno al mes de marzo comienza el periodo de apareamiento, situándose los machos en lugares donde prevén la colocación del nido, el que acondiciona depositando los huevos normalmente en una pequeña oquedad o repisa cubierta de una pared o acantilado, sin construir ningún nido ni realizar aporte de material, simplemente hacen una pequeña depresión en el terreno para evitar la caída de los huevos al vacío. Estos nidos suelen ir cambiándolos ocasionalmente.
En la fase de cortejo, se dejar ver por las zonas próximas al lugar elegido para nidificar dando continuos vuelos en sus proximidades. También emiten agudos chillidos para atraer a la hembra. Si son parejas ya unidas de años anteriores suelen repetir el mismo lugar de puesta. El nido puede estar en un acantilado sobre el mar o en un roquedo de montaña aprovechando una pequeña oquedad en la roca. La puesta normal es de tres a cuatro huevos, aunque cada vez son más normales las puestas de uno o dos huevos y suele suceder en el mes de abril. La hembra incuba mientras el macho aporta alimento que se lo intercambia en pleno vuelo, aunque a veces también lo aporta a una repisa cercana. La incubación dura un mes y los pollos al nacer están cubiertos de un denso plumón blanco. Los pollos serán alimentados en el nido durante un mes a base de presas que aporta el macho. Al principio son desgarradas por los adultos para facilitar esta tarea a los pollos que, más tarde serán capaces de hacerlo por sí solos. Poco a poco comenzarán a mover sus alas y realizarán su primer vuelo a los cuarenta días de nacer. Después de salir del nido los jóvenes halcones permanecen cerca del lugar del un par de meses mientras los adultos les enseñan las técnicas de caza.
© Agustín Povedano
Imagen donde se aprecia bien la figura del halcón peregrino con las alas desplegadas.
El halcón peregrino se alimenta de casi exclusivamente de aves pequeñas que pasan por espacios abiertos. En sus ataques empicados sobre la presa pueden alcanzar por algún tiempo los 200 Km/hora lo que le ha convertido en la especie más rápida del reino animal. Suele cazar estorninos, zorzales, cornejas y gaviotas. En las ciudades suele cazar palomas domésticas principalmente.
© Juan Cubero
En esta foto se aprecia el gran tamaño de los ojos del halcón peregrino, los que en proporción a ser humano serían de proporciones exageradas.
El vuelo es directo y nivelado con aleteos rápidos. Suele planear y cuando lo necesita se lanza en vertical con las alas cerradas para conseguir la pose más aerodinámica posible y capturar por velocidad a su presa.
© Agustín Povedano
Una imagen que refleja el hábitat donde suele habitar esta ave, en terrenos rocosos con oquedades.
Su canto es una repetición ascendente de un quejido muy característico. La voz de alarma es muy aguda, sobretodo la del macho. Cuando protegen el nido de un intruso es una de las ocasiones donde el halcón peregrino se muestra más agresivo en sus chillidos.
EL HALCÓN PEREGRINO EN LA SIERRA DE BAZA
© Eduardo Nogueras
El halcón peregrino tiene un plumaje oscuro, y mimético con el entorno natural de los roquedos en que suele moverse, que le protege de ser visto con facilidad en sus lugares de caza.
El halcón peregrino es un ave presente en la Sierra de Baza. Según un estudio efectuado por SEO/Birdlife en el año 2008 la población granadina censada era de 51-55 parejas reproductoras. Los roquedos rocosos que alberga la sierra de Baza pueden albergar al menos dos o tres parejas de esta rapaz según lo determina un estudio que publicó en 1999 por M. Gil-Sánchez, F.M. Molino Garrido y G. Valenzuela Serrano.
Texto: Eduardo Nogueras Ocaña
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