Fichas de Aves del Parque Natural Sierra de Baza
Cernícalo primilla (Falco naumanni)
© Juan Cubero
Ejemplar adulto de Cernícalo primilla en vuelo.
FICHA TÉCNICA:
Orden: Falconiformes
Familia: Falconidae
Especie: Falco naumanni
Estatus: especie catalogada de interés especial.
Longevidad: pueden vivir hasta siete años.
Peso: De 100 a 200 gramos, aproximadamente.
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir alrededor de 70 cms.
Longitud: 30 cms., aproximadamente.
DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
El Cernícalo primilla es una pequeña rapaz que suele visitarnos durante la primavera y el verano y que tiene gran parecido con otra especie, el Cernícalo vulgar, de ahí que sea inevitable hacer algunas comparaciones entre ambas especies para no confundirlas. Su tamaño es algo menor que el del Cernícalo vulgar. El Cernícalo primilla tiene la cabeza gris azulada y el dorso más pardo rojizo y sin el moteado que muestra el macho de cernícalo vulgar. Su cola es azulada y tiene la punta de color negro. Su vientre es de color rosa claro con un plumaje moteado de color marrón. Posee unos grandes ojos oscuros con un anillo ocular de color amarillo y un pico de color amarillo oscuro preparado para desgarrar la carne. Las hembras, al igual que los juveniles no tienen la cabeza azulada y poseen un moteado en su plumaje dorsal, semejándose bastante al Cernícalo vulgar.
© Alfonso Roldán
Ejemplar macho de cernícalo primilla donde destaca el color azulado de su cabeza.
Es un ave gregaria que suele vivir en colonias. Su cercanía al hombre hace que su presencia se produzca en zonas de cultivo, páramos, pequeños establos abandonados y zonas rurales e incluso en el interior de iglesias y castillos; siendo más rara su presencia en bosques y zonas arboladas.
© Eduardo Nogueras
Esta imagen muestra un ejemplar de primilla sobre los restos de un cortijo serrano abandonado, uno de los parajes preferidos por esta especie para anidar.
Llegado el mes de marzo ya están los cernícalos en la Península Ibérica procedentes de sus cuarteles africanos. Poco a poco comienzan los rituales de apareamiento, donde el macho ofrece pequeños regalos a la hembra en forma de insectos para comer y tras ubicarse en una zona determinada comienzan la construcción del nido, que suele estar ubicado bajo la tejas de un cortijo en ruinas, muros de iglesias o paredes rocosas donde al mismo tiempo los demás integrantes de la colonia hacen lo propio.
© Juan Cubero
© Juan Cubero
Dos imágenes pertenecientes a la fase de anidamiento y ceba, donde puede verse a una hembra de cernícalo con un insecto de gran tamaño en el pico justo en la puerta del nido situado en un hueco de un muro de piedra. En la siguiente toma puede verse a uno de los pollos recibiendo la comida del pico del macho.
La hembra incubará una única nidada de tres a seis huevos, mientras el macho se ocupa de buscar alimento. Al pasar un mes los pollos nacen y son alimentados principalmente por insectos que aporta el macho. Pasado un mes los pollos ya comienzan a abandonar el nido pero no la zona de cría ya que se alimentaran dos semanas más gracias a la aportación de sus congéneres.
© Juan Cubero
© Alfonso Roldán
Imágenes de dos ejemplares de Cernícalo primilla con diferentes tipos de presas de las que se suele alimentar: una escolopendra y una lagartija.
El Cernícalo primilla se alimenta fundamentalmente de insectos que suele cazar en el suelo o en pleno vuelo. También se alimenta de reptiles, batracios y pequeños mamíferos.
Una de las características de esta ave es su comportamiento en vuelo y su capacidad para cernirse durante unos segundos en el aire para visualizar sus posibles presas. Suele alternar pequeños planeos entre un batir de alas rápido que le proporciona la capacidad de realizar revoloteos y una maniobra de vuelo muy acrobática.
EL CERNÍCALO PRIMILLA EN LA SIERRA DE BAZA
© Juan Cubero
Una imagen ventral del vuelo de un macho de cernícalo primilla donde puede apreciarse la banda negra de su cola justo en el momento en el que se cierne sobre su territorio en busca de presas de las que alimentarse.
El Cernícalo primilla es una especie migradora que se puede observar en la Sierra de Baza al llegar el mes de marzo y hasta el mes de septiembre que es cuando regresan a sus cuarteles invernales en África. La zona basal del Parque Natural, donde abundan las zonas rurales, pequeñas aldeas y cortijos, son uno de los lugares preferidos para esta especie. Las estepas cerealistas de la hoya de Guadix-Baza atraen a numerosos ejemplares en busca de alimento. No se conoce ninguna colonia asentada en el territorio, por lo que su presencia se reduce a parejas que habitan en la zona basal del Parque Natural.
Texto: Eduardo Nogueras Ocaña
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