Fichas de Aves del Parque Natural Sierra de Baza
Agateador común (Certhia brachydactyla)
© Antonio Manglano
Ejemplar adulto de Agateador común
FICHA TÉCNICA:
Orden: Passeriformes
Familia: Certhidae
Especie: Certhia brachydactyla
Estatus: especie catalogada de interés especial.
Longevidad: pueden vivir hasta 5 años.
Peso: 10 gramos aproximadamente.
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir alrededor de 20 cms.
Longitud: 13 cms. aproximadamente.
DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
De pequeño tamaño, llama enseguida la atención por poseer un pio largo y curvo, que utiliza para capturar insectos en los troncos de los árboles. Su vientre es de color gris claro y su dorso de color pardo con irisaciones de color crema. Encima de los ojos destaca una línea de color blanco y un obispillo de color ocre. La cola es rígida y larga para aportar equilibrio en los desplazamientos sobre los árboles. No se pueden apreciar a simple vista las hembras de los machos, ya que son prácticamente iguales.
© José Ángel Rodríguez
Imagen de un agateador visto de perfil mientras se aferra al tronco de los árboles gracias a la fuerza de sus garras y a equilibrio que aporta la rigidez de su cola.
Su hábitat habitual son los bosques, especialmente en zonas donde abunda el sotobosque, también se encuentra en jardines, huertos frutales y en la campiña.
Se le suele ver subiendo y bajando por los troncos de los árboles en espiral, mientras se desplaza sobre la corteza en buscando alimento, gracias a sus fuertes uñas y a la ayuda de su cola. Recuerda en sus movimientos al trepador azul.
© Agustín Povedano
Imagen de un agateador común posado sobre unas finas ramas, donde encuentra protección. Se puede observar la longitud y la forma curva de su pico.
El periodo reproductor comienza en el mes de Abril y termina en el mes de Junio. El nido es construido por el macho y por la hembra a base de hojas, raíces y plumas, en el hueco de la corteza de un árbol. No suele estar a más de dos metros de altura del suelo. La puesta habitual es de 5 á 6 huevos en una sola nidada.
A las dos semanas nacen los pollos y tanto el macho como la hembra se ocupan de la ceba a base de insectos, orugas y fruta. A los diez días dejan el nido y comienzan a realizar pequeños vuelos.A los 14 días nacen los pollos que carecen de pulmón y tienen el interior de la boca de color rosado poco brillante con dos puntos oscuros de forma ovalada en la base de la lengua; las comisuras del pico son blanco marfil. El desarrollo es muy rápido. Macho y hembra ceban regularmente con insectos, orugas y fruta. En la práctica macho y hembra ceban casi al mismo ritmo. El desarrollo de los pollos es muy rápido y normalmente a los 10-11 días, si no son molestados, abandonan el nido y caen entre la vegetación. Son colicortos y se sujetan bien con las fuertes patas.
El agateador común se alimenta de insectos, larvas, arañas y pequeños insectos en general que captura gracias a su largo y fino pico, mientras recorre la corteza de los troncos en todas direcciones.
El canto de los agateadores es un reclamo corto y fuerte, normalmente una combinación de notas agudas “tsii-tsii-tuiss” que suele emitir a primeras horas de las mañanas soleadas y se le suele escuchar entre los meses de febrero y mayo, ya que el resto del año su canto se vuelve más débil e infrecuente.
El agateador común suele realizar trayectos cortos en vuelo, de rama en rama y de tronco en tronco, realizando fuertes aleteos seguido de un corto planeo ondulante.
EL AGATEADOR COMÚN EN LA SIERRA DE BAZA
© Rafael Cediel
Imagen de un agateador trepando por la parte inferior de una rama vertical. Se aprecia perfectamente la longitud del dedo posterior de sus patas, que es mucho más largo.
Es un ave sedentaria, que puede contemplarse en la Sierra de Baza durante todo el año. Se encuentra principalmente en el piso meso y supramediterráneo y, al requerir árboles con una buena zona de tronco despejada, encuentra en la Sierra de Baza su hábitat preferido. Tiene querencia por los pinares, al ser de troncos más despejados que los encinares y moverse en ellos con más facilidad. De ahí que se le pueda observar en el interior de los bosques de pinos de la sierra, aunque no es fácil de ver debido a su costumbre de trepar por los troncos de tonos muy parecidos a su plumaje.