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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 297 - Marzo 2024

FICHAS

imagen de decoración

Fichas de Aves del Parque Natural Sierra de Baza

Escribano montesino (Emberiza cia)


© Eduardo Nogueras Ocaña
Ejemplar macho de escribano montesino.


FICHA TÉCNICA:

Orden: Passeriformes
Familia: Emberizidae
Especie: Emberiza cia
Estatus: especie catalogada de interés especial.
Longevidad: pueden vivir hasta 3 años.
Peso: De 20 a 28 gramos aproximadamente.
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir de 26 cms.
Longitud: 16 cms. aproximadamente.


DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE 

©  Eduardo Nogueras Ocaña
Ejemplar inmaduro de escribano montesino lavando su plumaje es una balsa de agua. 

El escribano montesino es un ave de pequeño tamaño, parecido al gorrión común pero con la cola más larga. El color de su plumaje es pardo con franjas de color oscuro, lo que dificulta su observación debido al efecto de camuflaje que resulta de esta combinación de colores. Destacan en su cabeza gris tres bandas de color negro, una en la coronilla, otra en el píleo y otra en las bigoteras. Su pico es pequeño y de color negro en su parte superior y gris la inferior. Sus ojos son oscuros, de forma que casi no se aprecian en la sombra, salvo que un rayo de sol los haga brillar. El plumaje dorsal es de color pardo con bandas de color negro. En el pecho se diferencian mejor ambos sexos, ya que el macho es de color gris y en la hembra es más claro. De todos modos no resulta fácil diferenciarlos a simple vista. Su cola es larga en comparación con su cuerpo, aunque no tanto como el del mito (Aegithalos caudatus) y recuerda bastante también a la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), aunque salvando las diferencias de color. 

El hábitat característico de esta pequeña ave son las laderas pedregosas y espacios montañosos donde hay zonas de vegetación con grupos de piedras sobresalientes. Su nombre indica su preferencia sobre los demás  escribanos  hacia los terrenos montañosos, laderas soleadas donde el terreno sea irregular y pedregoso.  

©  Eduardo Nogueras Ocaña
El escribano montesino puede parecer un gorrión común, pero su larga cola delata rápidamente que no es así.   

El nido suelen ubicarlo en el suelo, cerca de una roca y construido a base de hierba seca y raíces.   

La puesta suele ser de cuatro a seis huevos y no son infrecuentes dos nidadas. La hembra incuba los huevos durante dos semanas, al nacer los pollos serán alimentados por ambos congéneres hasta otras dos semanas que permanecen en el nido. Más tarde comienzan a independizarse. 

©  Eduardo Nogueras Ocaña
El hábitat del escribano montesino está generalmente asociado a la montaña. 

La alimentación es sencilla, a base de insectos en verano y de semillas el resto del año.  

Su vuelo es lento, ondulante y a poca altura del suelo. Su costumbre es ir comiendo lo que va encontrando por el suelo, dando pequeños saltos de piedra en piedra. También se suele posar en pequeños arbustos desde donde otear el territorio.  

Su canto es sencillo, una voz suave y fina, emite un “siu siu siu-tsi,tsi-tsit- sirrrr” que puede ser confundido con otras especies.


EL ESCRIBANO MONTESINO EN LA SIERRA DE BAZA 

  

©  Eduardo Nogueras Ocaña
Ejemplar fotografiado en la Sierra de Baza. 

Es una especie bien representada en la Sierra de Baza. Es un ave sedentaria y posiblemente más abundante en esta zona que en otras de la provincia de Granada. Los suelos pedregosos que abundan en todo el Parque Natural así como el clima y la orografía montañosa hacen que esta especie se encuentre en este territorio uno de sus hábitat más adecuado. Por lo que no se hace difícil observarlo a lo largo de todo el año ya que es relativamente confiado, aunque no deja de ser un ave de colores bien camuflados con su entorno. En las observaciones de aves que se vienen efectuado en los hides fijos que la Asociación PROYECTO SIERRA DE BAZA tiene instalados en el territorio del Parque, es la especie de observación más frecuente. 

 

©  Raúl García de Paredes
Ejemplar fotografiado desde uno de los hides instalados por Proyecto Sierra de Baza. 

Texto: Eduardo Nogueras Ocaña

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