Skip to main content

Comprar Guía >> |  Mapa Web >>Buscar >>Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. |

Edición Mensual - Año XXVI | Nº 305 - Noviembre 2024

FICHAS

imagen de decoración

Etnobotánica de la Sierra de Baza

Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza

Cola de caballo (Equisetum palustre)


© José Ángel Rodríguez
Detalle de los tallos estériles de la Cola de Caballo 

Con el curioso nombre de “cola de caballo” se conoce a una planta herbácea perenne de hasta 80 cm, que carece de flores y crece en lugares húmedos o encharcados, bordes de cursos de agua e incluso en terrenos pantanos, desde el nivel del mar a los 1900 metros. Apareciendo en las zonas templadas y frías del Hemisferio Norte.

La planta cuenta con dos tipos de tallos, uno es fértil y mide entre 10 a 20 centímetros de altura, el que aparece al inicio de la primavera y no se ramifica sino que termina en una espiga de esporas de color beige; y, otros, los tallos estériles, que miden entre 20 y 80 centímetros, son de color verde y ahuecados, con una especie de nudos escamados de donde brotan sus hojas.

Esta planta tiene la peculiaridad de que se reproduce por esporas, encontrándose la parte fértil en un estróbilo terminal, de hasta 3 cm, con el ápice obtuso, el que está formado por numerosos esporófilos o esporangióforos que desarrollan en su cara interna los esporangios, los producen las esporas, esporulando la planta de marzo a octubre. La germinación de estas esporas originan prótalos o gametofitos epígeos, dorsiventrales, lobulados o ramificados, en los que se forman los gametos, tras cuya unión se formará de nuevo el esporofito. 

Una planta presente en la Sierra de Baza 

© José Ángel Rodríguez
Detalle de los tallos fértiles de la Cola de Caballo, en los que se reproducen las esporas. 

La cola de caballo es una planta presente en la vegetación de la Sierra de Baza (Granada), la que podemos localizar entre la primavera-verano en los terrenos húmedos y prados encharcados de las zonas limítrofes o próximos a arroyos y curso de agua. El entorno del valle del Río de Gor, desde Las Juntas hasta las inmediaciones de Los Corrales, es una buena zona para recolectarla.


USOS ETNOBOTÁNICOS

Utilizada y conocida desde la antigüedad, su fama y aprovechamiento por el hombre ha ido en aumento, hasta el punto de que se estima que actualmente es una de las hierbas medicinales más consumidas en el mundo, por poseer muchas propiedades terapéuticas y estéticas, al estimarse que goza de propiedades regenerativas de los tejidos celulares, por sus efectos depurativos y de grandes efectos para la belleza y la salud de la piel.

Los tallos de esta planta son ricos en sales minerales como silicio y potasio y además posee principios activos muy valorados y beneficiosos para el organismo como sapónidos, flavonoides y alcaloides, entre ellos, la nicotina, se convierte en una planta que abarca un amplio y extenso campo de acción sobre el organismo. Así se estima que es diurética, el principal uso y aprovechamiento de la cola de caballo, estimándose que puede aumentar en un 30% la secreción de orina. Debido a su riqueza en sales de potasio, flavonoides y sapónidos, estando muy indicada para remediar la retención de líquidos en general o para una acción más localizada en algunos problemas genitourinarios: cálculos renales, infecciones urinarias, cistitis, uretritis, inflamaciones de la vejiga o próstata. Por ello también se ha utilizado en dietas de adelgazamiento ya que debido a que elimina líquidos del cuerpo y con ellos se eliminan también el exceso de toxinas.

Otros usos tradicionales de la cola de caballo, son como cicatrizante y para tratar problemas de la piel, ya que se estima que ayuda a combatir notablemente los hongos, el eccema y el herpes entre otros problemas cutáneos.

De esta planta se aprovechan sus tallos estériles los que se cortan o siegan durante el verano, y se dejan secar a la sombra, en manojos colgados en un lugar seco y aireado, para utilizarlos normalmente en infusiones, teniendo un  aroma muy parecido al de la manzanilla aunque posee un sabor ligeramente más amargo y una coloración, una vez se ha hecho infusión, algo más oscura, aunque eso dependerá de la concentración de la misma. También se utiliza en preparados comerciales como cápsulas, esencias, jarabes, extractos en polvo y fluidos, para preparar tinturas, en ungüentos, en cremas, lociones, aguas para lavativas y nebulizaciones.