Skip to main content

Comprar Guía >> |  Mapa Web >>Buscar >>Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. |

Edición Mensual - Año XXVI | Nº 304 - Octubre 2024

FICHAS

imagen de decoración

Etnobotánica de la Sierra de Baza

Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza

Manzano silvestre (Malus sylvestris)


© José Ángel Rodríguez
Flor del manzano silvestre

Si se estima que existen actualmente un millar de especies, razas y variedades de manzanos, se considera que todas tienen su origen común en dos especies: el manzano silvestre (Malus sylvestris) y en el manzano oriental (Malus dasyphilla), un árbol que crece de forma natural en las montañas de Asia Media. El manzano es un frutal que ha acompañado al hombre desde la antigüedad, al apreciar éste sus cualidades alimentarías y naturales. Se piensa que fueron los persas los que convirtieron algunos árboles silvestres en árboles de cultivo, y entre ellos el manzano, y que fue este pueblo el que los dió a conocer a los griegos, y éstos a su vez a los romanos, extendiéndose por toda la cuenca mediterránea.

Las alusiones al manzano son abundantes en muchas culturas. Así en el Antiguo Testamento se alude al fruto prohibido del manzano en el relato de Adán y Eva, y su posterior expulsión del Paraíso por comer la manzana. En la mitología nórdica también el manzano tiene un papel importante, y es el símbolo de la juventud eterna y de la inmortalidad. En la mitología céltica, el manzano es uno de los siete árboles sagrados y considerado el árbol del Otro Mundo por antonomasia, y aparece como lugar común en multitud de echtrai irlandesas. En la mitología griega también está presente y en el Jardín de las Hespérides, crecen las manzanas de oro, que eran el regalo que en otro tiempo la Tierra había hecho a Hera con ocasión de su boda con Zeus. Muy popular es la leyenda mitológica que cuenta como el rey de Egipto, Busiris, envió a raptar a las Hespérides y a apoderarse de las manzanas de oro, pero Heracles (Hércules), el héroe griego por excelencia, exterminó a los raptores, les arrebata el botín y liberó a las Hespérides, devolviéndolas a su padre Atlante, el que en recompensa, entrega al héroe las manzanas de la inmortalidad.

Para Paracelso, el manzano es un árbol sagrado consagrado a la diosa Ceres e indica que, astrológicamente, el tallo de este árbol es de Escorpio, las hojas son de Géminis y Virgo y el fruto es de Venus. Todo un compendio astrológico, sintetizado en un noble y singular árbol, que ha tenido desde antiguo un lugar relevante en jardines de campo y villas romanas.

El manzano es un árbol caducifolio, de un tamaño medio, que raramente supera los 8 metros de altura. Su tronco es de corteza agrietada, que se desprende en placas, las hojas son simples y con el margen finamente aserrado, con un tamaño variable, entre 4 y 13 cms., las flores son grandes y llamativas, de olor agradable y agrupadas en ramilletes. El fruto es carnoso y envuelve el corazón en el que se encierran las semillas.

El manzano silvestre es espinoso, a diferencia del manzano doméstico, y sus hojas son lampiñas. El fruto del manzano silvestre, es de pequeño tamaño y de sabor muy ácido.

Los aprovechamientos y usos del manzano y en particular de su fruto la manzana, son comunes a las todas las especies y variedades, por lo que aquí se indica es aplicable a la manzana con carácter general. De los amplios usos de la manzana, una planta rica en vitamina C, el más clásico y conocido es el derivado de sus propiedades laxantes, que han pasado a la medicina popular, en forma del producto denominado jarabe de manzana, utilizado para poner orden en los desarreglos intestinales. Una forma artesanal de preparar el jarabe de manzana era partiéndola y cociéndola en agua ligeramente azucarada, dejando el brebaje resultante en reposo durante una noche, para tomar el líquido en cucharadas a la mañana siguiente.

Muy populares han sido también las llamadas curas de manzanas, consistentes en mantener una dieta estricta a base de manzanas, sin consumir tampoco líquido (excepcionalmente té), durante dos días, a razón de 1 ó 1,5 Kgs. diarios, terminando el tercero con el consumo de manzanas y abundante calidad de líquido (agua o zumos). Esta dieta se utilizaba para poner en orden los desarreglos intestinales y limpiar de impurezas nuestro organismo.

El agua de manzana, se utilizaba en enfermos con calentura para calmar la sed y se preparaba cociendo 2 ó 3 manzanas con su piel y dándole de beber el líquido al enfermo en la cantidad que éste pudiere tolerar.

La pasta de manzana, se obtenía partiendo la manzana en trozos y golpeándolos con un mortero hasta conseguir una pasta fina, que se aplicaba en las zonas que habían recibido algún golpe.

El zumo de manzana fermentado es la sidra, una bebida muy popular y digestiva, que se suele beber muy fría. También se obtiene de su zumo un vinagre, llamado vinagre de manzana, que se considera tiene propiedades muy beneficiosas para la salud. Este vinagre está hecho con manzanas frescas trituradas o "malladas" que han madurado naturalmente y cuyo mosto ha fermentado de forma espontánea, sin mediación química

La madera de manzano es de excepcional dureza y textura, de color pardo rojizo, por lo que ha sido utilizada para confeccionar útiles de cocina como cucharas y cucharees, el popularmente llamado “mayo” un mazo de madera de manzano con el que se golpeaban las manzanas en el proceso de elaboración de la sidra, como también se ha utilizado en pequeñas esculturas. También se ha utilizado la madera de manzano para tapones de frascos por los perfumistas.

El manzano se puede multiplicar por semilla, por injerto y también por estaca, aunque este último método no es recomendable, por los pobres resultados que se obtienen. A la siembra se recurre para obtener patrones francos y nuevas variedades.