Etnobotánica de la Sierra de Baza
Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza
Avena silvestre (Avena fatua)
© José Ángel Rodríguez
Espigas estivales de la avena silvestre
También conocido con el nombre de avena cimarrona y avena loca, se asemeja a la avena cultivada (Avena sativa), con la que puede mezclarse en los campos de cultivo, aunque su grano es mucho más pequeño. La avena silvestre, es una gramínea anual, que cuenta con un largo tallo herbáceo erecto, de 0,30 a 1,50 metros, que cuenta con unas espiguillas colgantes con 2 ó 3 flores, de unos 2 cm de largo.
Se estima que las especies cultivadas de avena, proceden de la avena silvestre, la que primeramente se cultivo en Asia como remedio medicinal, unos 2.000 años antes de ser usada como alimento.
De fácil cultivo y reproducción, por las semillas que produce, la avena silvestre es conocida y aprovechada desde la antigüedad en la medicina popular y en la farmacopea clásica, ya que presenta unas importantes cualidades naturales, como son los de contener un alto contenido de silicio, el cual genera una producción mayor de orina, disminuyendo consecuentemente los niveles de ácido úrico, por lo que se ha utilizado para tratar problemas relacionados con la eliminación de líquidos, para lo que se solía tomar hervida en agua, en infusión de avena.
A nivel cosmético, también es muy utilizada la avena y como tal se suele incluir en exfoliantes, en mascarillas, jabones, geles…siendo muy apreciado su uso, ya que suele formar parte de los denominados productos naturales de la cosmética, estimándose que los granos de avena actúan como exfoliantes, eliminando las células muertas. También contiene saponinas, que pueden limpiar en profundidad la piel, sin irritarla. Otras cualidades muy aprovechadas hoy en día de la avena es en dietas de alimentación y para tratar el estreñimiento, ya que es muy rica en fibra y se trata de un carbohidrato de pocas calorías, gran aporte de nutrientes, como vitaminas y minerales, además de que es un alimento que tiene poco aporte calórico, cuya ingesta provoca que disminuya la sensación de hambre.
Para el consumo humano, también es utilizada la avena desde la antigüedad, aunque los romanos la consideraban como alimento bárbaro, ya que la comían las tropas germánicas, y solo lo daban a los animales. En tiempos más modernos se ha utilizado en bollería y pastelería, también para la elaboración de pan, el llamado pan de avena, de color más oscuro que el de trigo y de textura más compacta, estimándose que contiene mucha fibra, muy rico en hidratos de carbono de lenta absorción y de un alto valor nutritivo, por lo que se considera un complemento nutritivo idóneo en algunas dietas de deportistas o en las dietas en las que se quiere combatir el estreñimiento, favoreciendo el tránsito intestinal.