Fichas de Aves del Parque Natural Sierra de Baza
Urraca (Pica pica)
© Eduardo Nogueras Ocaña
Ejemplar adulto de urraca.
FICHA TÉCNICA:
Orden: Paseriformes
Familia: Corvidae
Especie: Pica pica
Estatus: Especie catalogada “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Longevidad: pueden vivir hasta 13 años.
Peso: de 185 a 245 gramos
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir de 60 cms.
Longitud: miden de 43 a 47cms.
DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
La urraca es un córvido de tamaño parecido al arrendajo (Garrulus glandarius), pero con la cola más larga. De hecho la longitud de su cola y el contraste del color negro y blanco de su plumaje la hacen difícil de confundir con otras especies. Destacan en su plumaje irisaciones de color verde y azulado que según la incidencia de la luz producen un colorido muy atractivo en el ave. El pico es robusto y de color negro, al igual que el color de sus ojos, lo que los hace difíciles de apreciar, salvo en distancias cortas.
© Eduardo Nogueras Ocaña
Detalle de la cabeza de una urraca
Su habitad es muy variado, pudiendo ser localizada preferentemente en zonas arboladas, aunque también es común verla en zonas de vegetación baja. Es posible contemplarla en zonas cercanas al hombre, como parques, jardines, carreteras y cortijadas. Durante el día se la puede ver posada en ramas de árboles y picoteando el suelo en busca de alimento.
© Eduardo Nogueras Ocaña
La urraca suele verse cerca de las carreteras en busca de la carroña de los animales atropellados
Su dieta es omnívora, es decir, come de todo, incluso carroña, aunque preferentemente se basa en pequeños insectos. También tiene costumbre de ocultar alimentos sobrantes en agujeros y grietas de los árboles. Como nota negativa, la urraca se ha ganado mala fama por alimentarse de huevos de otras especies.
La urraca no vive sola, se suele ver en pequeños grupos, de hecho la pareja suele permanecer unida toda su vida. Ambos construyen el nido entre el ramaje de los árboles o de los arbustos a cierta altura del suelo. Para proteger sus crías de los depredadores cubre la parte superior del nido con ramitas. La hembra es la que se encarga de criar en solitario a los pollos, que nacerán en número de cinco a siete al comenzar la primavera. Estos nidos suelen ser aprovechados posteriormente por otras aves para su reproducción.
© Eduardo Nogueras Ocaña
El nido de la urraca es muy llamativo y característico por el gran volumen que tiene. El otoño ha dejado este nido de urraca al descubierto.
El vuelo de la urraca es un aleteo rápido, pero algo forzado. Se desplaza con un batir de alas vigoroso y realizando pequeños planeos cerca del suelo, dejando al descubierto las áreas de plumaje blanco, sin recorrer grandes distancias y sin elevarse a excesiva altura.
© Eduardo Nogueras Ocaña
Ejemplar en vuelo, con las alas extendidas, a punto de detenerse en un posadero.
Casi todas las aves acuden frecuentemente al agua a limpiar su plumaje para conservarlo en perfecto estado; esta labor la realiza también la urraca. Una vez introducidas sus patas en la charca, introducen la cabeza y finalmente las alas realizando unas sacudidas fuertes a ambos lados, sin llegar a sumergir por completo su cuerpo de una vez, ya que podrían tener problemas para salir del agua.
© Eduardo Nogueras Ocaña
Urraca limpiando sus plumas en una charca.
El reclamo de la urraca es un sonido alarmante, un repetitivo “chak-ak-ak-ak-ak”, aunque realiza otros sonidos parecidos, todos son algo estridentes. Tienen habilidad para reproducir voces humanas, aunque esto es más habitual en individuos que están domesticados.
LA URRACA EN LA SIERRA DE BAZA
© Eduardo Nogueras Ocaña
Ejemplar adulto luciendo su vistoso plumaje en el que se aprecian las características irisaciones de color verde y azulado.
La urraca es una especie muy abundante en la Sierra de Baza, que se incluye dentro de los aprovechamientos cinegéticos de los cotos, por lo que es habitualmente cazada, no para el alimento humano, que no se da con respecto a esta especie, sino para controlar su población que por sus hábitos predadores incide sobre otras especies de la fauna silvestre, particularmente sobre los huevos de otras aves, por los que siente gran predilección.
La urraca se puede ver durante todo el año, ya que es sedentaria, aunque los lugares pueden variar en función de las circunstancias. Suele encontrarse en zonas adehesadas más frecuente que en coníferas y sobre todo en zonas donde hay arroyos, alamedas y cursos de agua permanente. En ciertos lugares como cortijadas y pequeñas aldeas en las que se hace uso de la ganadería, también suele estar presente y también en las proximidades de caminos y carreteras por sus hábitos carroñeros.
Texto: Eduardo Nogueras Ocaña
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