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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 313 - Julio 2025

FICHAS

imagen de decoración

Etnobotánica de la Sierra de Baza

Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza

Melisa (Melissa officinalis)



 © José Ángel Rodríguez
Melisa en su hábitat natural de la Sierra de Baza.

PROYECTO SIERRA DE BAZA
01/07/2025

La melisa, también conocida con los nombres populares de toronjil o limoncillo, es una planta herbácea perenne de la familia de las lamiáceas, con un aroma a limón muy característico, de donde toma uno de sus nombres populares (limoncillo). Se trata de una planta hemicriptófita, denominación que reciben los vegetales perennes de los que muere anualmente su parte aérea y por el contrario sus yemas invernantes (o de estación seca o desfavorable), se quedan más o menos al ras del nivel de la tierra del suelo conservando todo su vigor, donde a menudo están abrigadas por hojas protectoras o son parcialmente cubiertas por la hojarasca o el humus de la superficie, para rebrotar en la época favorable, en el caso de la melisa en primavera, floreciendo entre finales de primavera y verano.

Originaria del sur de Europa, desde la antigüedad ha sido cultivada por el hombre por sus propiedades culinarias, calmantes y digestivas, a las que vamos a aludir con más detalle más adelante, por lo que se ha extendido su cultivo y se ha naturalizado en amplias zonas templadas de Europa. Crece de forma silvestre en prados húmedos, claros de bosque, a la vera de los ríos o en setos y campos cultivados, sobre suelos ricos en materia orgánica y que retengan la humedad edáfica.

Usos etnobotánicos


© José Ángel Rodríguez
Detalle de las hojas de la melisa, la que puede confundirse con las hojas del Manrubio bastardo, especie de la que nos hemos ocupado el pasado mes, diferenciándose claramente por el olor de una y otra.

Las partes herbáceas de la melisa poseen un intenso aroma a limón cuando se machacan, debido a su contenido en terpenos, citronella, citronelol, citral y geraniol, por lo que se utilizan en aromaterapia.

A esta planta se le atribuyen propiedades antispasmódicas, habiéndose empleado en la reanimación de desmayados y como calmante natural, para lo que consume, sobre todo, en infusión ligera.

Pío Font Quer, se ocupa de forma profusa de la melisa en su obra “Plantas Medicinales. El Dioscórides Renovado”, destacando como la forma más sencilla de tomar el toronjil, nombre con el que también es conocida la melisa, es en tisana, siendo preferible emplear la planta fresca, recién cogida, sin dejarla hervir, “solo escaldándola simplemente en el pucherito de agua hirviendo y retirándolo inmediatamente de la lumbre”. Pudiendo endulzarse al gusto de cada uno. Destacando, Font Quer, que puede echarse todo el toronjil que se quiera ya que no daña, refiriendo también como su cantidad de esencia es muy baja por lo que sus efectos son muy flojos, siendo preferible a la infusión el uso como alcoholato, el que se prepara por destilación, lo que permite conseguir mayores concentraciones de esencia.

Pío Font Quer habla también del llamado “alcoholato de melisa”, llamado popularmente como carmelitana, el que refiere preparaba los “Carmelitas Descalzos” desde al menos el año 1611, el que se usaba como antiespasmódico muy popular, para lo que las hojas se destilaban en alcohol de 80º con cortezas de limón y de naranja, junto con nuez moscada, culantro y corteza de canela. 

Un uso que se ha popularizado mucho de esta planta últimamente es como repelente de mosquitos, sin afectar a mascotas, niños ni bebés, para lo que se colocan, en terrazas, balcones y patios, macetas con esta planta, para ahuyentar a los molestos e indeseables mosquitos.