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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 297 - Marzo 2024

FICHAS

imagen de decoración

Fichas de Aves del Parque Natural Sierra de Baza

Gorrión chillón (Petronia petronia)


© José Ángel Rodríguez
Pareja de gorriones chillones en plena disputa por la comida.


FICHA TÉCNICA:

Orden: Passeriformes 
Familia: Passeridae 
Especie: Petronia petronia 
Estatus: especie catalogada de interés especial. 
Longevidad: pueden vivir hasta cinco años. 
Peso: De 20 a 25 grs. aproximadamente. 
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir alrededor de 22 cms. 
Longitud: De 15 a 17 cms. aproximadamente. 


DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE  

© Juan Cubero 
Ejemplar de gorrión chillón adulto donde se aprecia la característica mancha amarilla en la garganta. 

El gorrión chillón es un ave muy parecida al gorrión común, pero tiene unos rasgos que lo caracterizan y lo hacen diferente. Principalmente tienen una banda de color claro en la cara, desde el ojo hasta la nuca, que es perfectamente visible y que a primera vista ya nos dice que no se trata de un gorrión común. En el cuello aparece una mancha de color amarillo que no está presente en los individuos más jóvenes. Su plumaje es de color pardo  con bandas claras, muy parecido al del gorrión común, sobre todo al de la hembra. Su pico es cónico y robusto y no se aprecian diferencias significativas entre el macho y la hembra.  


© Juan Cubero
Pareja de gorriones chillones en un posadero. 

El gorrión chillón es una especie netamente mediterránea que habita la Península Ibérica, sur de Francia, Italia, sur de los Balcanes y las islas mediterráneas, incluyendo las Baleares. En la Península Ibérica su densidad es muy variable. Escasea o falta completamente en la zona cantábrica en bajos niveles, y lo mismo en Galicia. La especie tiende a frecuentar parajes donde hay presencia de piedras, terrenos abruptos y pedregosos, con algunos acantilados, donde poder construir su nido. También frecuentan las construcciones en ruinas, cortijos abandonados, muros de piedra que incluso estén cerca del hombre.  

 

© Eduardo Nogueras Ocaña
Pareja de gorriones chillones cerca del hueco de un acantilado donde han establecido su nido. 

Los pollos son alimentados a base de semillas, larvas de insectos y pequeños invertebrados. Estos polluelos recubiertos de un fino plumón esperarán con impaciencia la llegada del alimento que calme su  voraz apetito; siempre gracias a la incansable labor de los progenitores. 
 
© Juan Cubero
Imagen de dos pollos de gorrión chillón emitiendo su reclamo. 

Su alimentación se basa en semillas y pequeños invertebrados. Picotean por el suelo y entre las piedras buscando es sustento. En el caso de las semillas, gracias a su fuerte pico puede triturarlas perfectamente antes de digerirlas. En verano, acude frecuentemente a las charcas de agua y pequeños manantiales a saciar su sed. 

El comportamiento una vez terminada la fase reproductora es gregario, formando pequeñas bandadas de gorriones que suelen frecuentar los campos de cultivo y la dehesa.  

 

© Eduardo Nogueras Ocaña
Ejemplar joven de gorrión chillón fotografiado en la Sierra de Baza. 

Su canto es parecido al del gorrión común, con unos sonidos más chirriante, de donde toma el nombre da “chillón” que suelen escucharse de forma más evidente en época de celo y cuando disputa el alimento a otros congéneres. 

El vuelo del gorrión chillón es rápido y rasante. Una vez con las alas abiertas se pueden distinguir unas manchas claras en la zona de la cola y unas finas listas de color blanco en las alas.


EL GORRIÓN CHILLÓN EN LA SIERRA DE BAZA 


© José Ángel Rodríguez
Ejemplar de gorrión chillón, fotografiado en el Hide de los Arrendajos, donde puede apreciarse la lista ocular que le caracteriza y que lo diferencia de otros tipos de gorriones.

El gorrión chillón es una especie presente en la Sierra de Baza, es sedentario y permanece todo el año, frecuentando las zonas del piso mesomediterráneo y supramediterráneo de la sierra, esto quiere decir que no suele frecuentar las cotas más altas, llegado su presencia a establecerse por debajo de los 1.500 metros. Según J.M Pleguezuelos (1992) “su tendencia por el tipo de suelos que necesita para anidar es a establecerse en laderas de orientación sur, utilizando los muros y tejas de cortijos abandonados” de la Sierra de Baza. 

Es una especie más recelosa a la presencia humana que el gorrión común, por lo que su observación debe hacerse con sumo cuidado. En la Sierra de Baza, el gorrión chillón ha sido detectado en zonas del Barranco de la Fonfría y en las zonas basales y periféricas como la vertiente sur del Picón de Gor. Su número de efectivos parece ser que no es muy alto, aunque en algunas zonas es localmente abundante, por lo que no deja de ser un ave significativa en el patrimonio natural del espacio protegido del Parque Natural Sierra de Baza. 

Texto: Eduardo Nogueras Ocaña

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