Fichas de Aves del Parque Natural Sierra de Baza
Lavandera boyera (Motacilla flava)
© José Ángel Rodríguez
Ejemplar adulto de Lavandera boyera.
FICHA TÉCNICA:
Orden: Passeriformes
Familia: Motacidillae
Especie: Motacilla flava
Estatus: especie catalogada de interés especial.
Longevidad: pueden vivir hasta cinco años.
Peso: 20 gramos aproximadamente.
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir alrededor de 25 cms.
Longitud: 16 cms. aproximadamente.
DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
La Lavandera boyera es una de las tres especies de lavanderas que habitan en la península ibérica (blanca, cascadeña y boyera). Centrándonos en la boyera, la subespecie que podemos ver en la península ibérica es la iberiae que destaca principalmente por el color amarillo vivo de su plumaje, especialmente el vientre. Su cuello es de color blanco y en la cara se observa la parte superior de la cabeza de color gris con una banda sobre el ojo de color blanco (éste es el rasgo más distintivo de la subespecie iberiae). Su plumaje dorsal es de color verde, con dos franjas blancas sobre las alas que son algo más oscuras. Sus patas son negras y su cola es algo más corta que la de su homóloga la lavandera cascadeña (Motacilla cinérea). La hembra es en general de tonos más apagados que el macho.
© Eduardo Nogueras
Imagen de un macho de Lavandera boyera buscando alimento entre la vegetación acuática.
El hábitat habitual de esta especie son los prados húmedos, donde hay pastos para el ganado, campos húmedos y zonas encharcadas donde encuentra el alimento que necesita, también las zonas de ribera y márgenes de cauces y acequias de riegos. Se la suele ver más en zonas de aguas calmadas que en cursos de aguas rápidas.
© Eduardo Nogueras
Momento en el que la Lavandera boyera despliega sus alas para salir volando.
Es un ave estival que viene a instalarse en la Península Ibérica a partir del mes de marzo. La construcción del nido se realiza en los meses de abril y mayo, a base de hierba seca y raíces. Suele estar ubicado bajo la maleza en el suelo o en algunas cavidades del terreno. La hembra lo construye y es ella la que incuba normalmente una puesta de cuatro a seis huevos durante dos semanas, tras los cuales ambos congéneres alimentaran a los pequeños polluelos a base de insectos principalmente. A los doce días aproximadamente abandonan el nido. Es posible que una segunda puesta sea muy próxima a la primera en el mismo nido o incluso en otro diferente.
© Eduardo Nogueras
Un ejemplar de Lavandera boyera aprovecha las algas que hay sobre el agua para desplazarse andando en busca de insectos.
La alimentación de esta especie se basa en la captura de pequeños insectos que obtiene con su fino `pico una vez que se sitúa en el suelo. La lavandera boyera picotea incansablemente bajo la hierba en busca de pequeños caracoles, invertebrados, algunos voladores como moscas. A veces aprovecha la cercanía del ganado que pasta por los herbazales para obtener más fácilmente el alimento, por lo que es fácil verla acompañando al ganado doméstico cuando pasta.
La lavandera boyera suele emitir un reclamo muy típico corto en forma de “tsier-tsier” que emite con bastante fuerza, con tono agudo y en ascenso. El vuelo es ondulado, con aleteos fuertes en subida y pequeños planeos de bajada. Suele volar con planeos cerca de la superficie del agua con gran habilidad.
LA LAVANDERA BOYERA EN LA SIERRA DE BAZA
© José Ángel Rodríguez
En esta fotografía puede verse una pareja de Lavanderas boyeras, donde el macho levanta el vuelo al tiempo que la hembra, de colores más discretos y apagados, permanece en el suelo.
La lavandera boyera es un ave presente en el Parque Natural Sierra de Baza, aunque su presencia está condicionada por los pasos migratorios, pudiendo observarla con mayor frecuencia entre los meses de marzo y abril, en paso prenupcial. Una vez que pasa el verano regresa a sus cuarteles africanos en el mes octubre e incluso noviembre, por lo que también es posible su avistamiento en estas fechas. De los tres tipos de lavanderas, esta es la más escasa en la provincia de Granada y por lo tanto en nuestro territorio puede ser localizada en pastos y praderas húmedas de forma más esporádica que la Lavandera blanca (Motacilla alba) y la Lavandera cascadeña (Motacilla cinérea).
Texto: Eduardo Nogueras Ocaña
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