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Edición Mensual - Año XXVII | Nº 297 - Marzo 2024

FICHAS

imagen de decoración

Etnobotánica de la Sierra de Baza

Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza

Caña común (Arundo donax)


© José Ángel Rodríguez
Cañas en la ribera de un río.

Con el nombre de caña común, caña de Castilla, cañabrava o simplemente caña, se conoce una planta herbácea, rizomatosa, perenne, perteneciente a la familia de las gramíneas, caracterizada por tener un tallo de forma cilíndrica, con entrenudos huecos entre los nudos macizos, que puede alcanzar entre 3 y 6 metros de altura.

Florece de julio a diciembre. En su área de origen se reproduce sexualmente por medio de semilla, pero donde no es autóctona lo hace solamente, de manera mucho más rápida y eficaz, por vía asexual mediante sus robustos rizomas, que pueden alcanzar considerables distancias desde la planta madre. Los fragmentos de rizoma son dispersados por las corrientes de agua depositándose aguas abajo. Pueden desecarse durante varios meses sin perder la capacidad de emisión de raíces cuando vuelven a hidratarse. Las plantas ya establecidas pueden expandir sus rizomas a razón de medio metro cada año.

Originaria de Asia, ha sido ampliamente extendida, habiendo colonizado y se ha naturalizado en amplia zonas de la mayor parte de las regiones templado-cálidas y tropicales del Mundo. Se ha señalado expresamente como invasora en Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Japón, Asia Menor, Estados Unidos, Antillas, América del Sur, las islas del Pacífico, norte de África, sur de Europa (región mediterránea desde Portugal a los países ribereños del mar Egeo) y Macaronesia. En el territorio peninsular, está presente en todas sus provincias.

Se trata de una planta termófila, por lo que no soporta las bajas temperaturas, de aquí que es muy raro encontrarla por encima de los 1.000 metros de altitud, prefiriendo para desarrollarse terrenos arenosos y arcillosos, ricos en humedad, al tratarse de una planta higrófila, que requiere humedad edáfica, por lo que coloniza fácilmente las riberas de ríos, canales de riego, cursos de agua y arroyos, donde se ha utilizado para el control de taludes y riberas, aunque precisa de su control, al comportarse como planta invasora, hasta el punto de que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera a la caña como una de las 100 especies de animales o plantas más peligrosas, por lo que se refiere a su capacidad de invasión y de alteración de los hábitats que coloniza. Entre sus impactos sobre el medio natural, cabe destacar el desplazamiento de la vegetación riparia nativa, que puede llegar incluso a ser sustituida en su totalidad. Esto provoca un empobrecimiento del hábitat para la fauna terrestre asociada. Disminuye la capacidad de desagüe de ríos y canales al taponar y reducir los cauces con sus sedimentos. Por la gran biomasa que produce es un factor de riesgo de cara a los incendios. Debido a su intensa transpiración, reduce los recursos hídricos en zonas áridas donde los humedales escasean. Las actuaciones de control o erradicación de la especie, son muy costosas ya que son difíciles y requieren de actuaciones continuadas. A nivel nacional aparece incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, aunque limitada su aplicación al ámbito de las Islas Canarias (puede ampliarse información AQUÍ).


USOS ETNOBOTÁNICOS 

© José Ángel Rodríguez
Detalle de las hojas y tallo de la caña común. 

La caña ha sido cultivada con muy diversos fines, generalmente para ser utilizada en cestería, en la construcción, para techumbres, cabañas y formar empalizadas, también con fines agrícolas, para darle sustento, a modo de tutores, a algunas plantas de tayo débil como los tomates y pimientos.

Otro uso habitual de la caña común ha sido para el control de la erosión en riberas, una práctica hoy totalmente desaconsejada, ya que desplaza a la vegetación natural y no le permite después regenerarse, ya que crece mucho más rápido que cualquier especie nativa, y donde se plantan cañas, establece su dominancia y no deja que prospere ningún otro vegetal.

Más modernamente se ha utilizado la caña, como planta de biomasa, dada su rápido y fácil desarrollo.