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Edición Mensual - Año XXVI | Nº 306 - Diciembre 2024

FICHAS

imagen de decoración

Etnobotánica de la Sierra de Baza

Fichas de Flora - Plantas del Parque Natural Sierra de Baza

Crepis (crepis albida)


© José Ángel Rodríguez
Floración del crespis, entre las rocas de esquistos, en su hábitat natural de la Sierra de Baza. Junio-2020. 

Con los nombres populares de crepis, soplalobos, camarroja, flor de árnica o lechera, se conoce a la planta Crepis albida, una herbácea de la familia de las asteráceas, con flores amarillas ya que tanto la corola como los aquenios que desarrolla posteriormente son amarillos y que se comporta como planta vivaz, de unos 20-30 cm y tallos poco ramosos. Las hojas están casi sentadas, carecen de pelos glandulares aunque están cubiertas de un denso tomento blanquecino. Presenta un involucro grueso, de unos 2 cm de diámetro, con las brácteas ovado-lanceoladas, siendo las exteriores poco más largas que anchas.

La especie se distribuye por la Península Ibérica, Francia, Italia y NW de Marruecos. Por la Península Ibérica, se distribuye por las montañas del norte y mitad este de, hasta los 2.500 metros de altitud, por suelos pedregosos, entre rocas y peñas. En la Sierra de Baza está presente tanto en la zona caliza como silicícola, siendo más frecuente en ésta última.

El nombre genérico de esta planta deriva de la palabra griega “krepis”, que significa  “zapatilla” o “sandalia”, en posible alusión a la forma de su semilla, mientras que el nombre específico albida, es un epíteto latino, que significa "de color blanco", en alusión a la tonalidades blanquecinas de sus hojas.


USOS ETNOBOTÁNICOS

© José Ángel Rodríguez
Detalle de la flor del crepis. Junio-2020. 

Esta planta tiene uso culinario, habiéndose aprovechado sus hojas para la alimentación humana, para lo que eran recolectadas cuando aún estaban tiernas, antes de que apareciera la flor, hirviéndose y utilizándose en condimentos, tortillas y de otras formas similares a las que se aprovechan plantas más conocidas como la acelga o las espinacas. Estas hojas son ricas en hierro y potasio, por lo que se aprovechaban para completar las dietas alimenticias pobres.

Una vez pasada la flor se aprovechaba también la raíz, utilizándose en infusión, estimándose que era beneficiosa para combatir el reumatismo y otros problemas de las articulaciones.

Actualmente el único aprovechamiento de esta planta es pascícola (aprovechamiento directo del pasto por el ganado), al ser consumida por el ganado doméstico.